Celos.

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Louis.

— ¿Tienes una cita? ¡Dios Louis! Lo conoces desde hace... ¿cuánto? ¿Dos semanas? —preguntó Niall con un tono burlón—. Y la mejor parte, no es con cualquier persona, con un soldado, ¿es algo así como una relación secreta?

—Quieres callarte —rodé los ojos mirando mal a mi amigo—. Es verdad, apenas lo conozco y no es una cita, eso es seguro, simplemente dijo que le gustaría verme aquí y aquí estoy. Eso es todo, ni cita, ni romance, ni nada de esa mierda.

Niall, además de mi madre, era el único que sabía acerca de mi orientación sexual, pues no era un tema fácil de hablar, y mucho menos un tema que todos aceptaban. Por lo que también se me hacía muy difícil socializar, siempre pensando en que dirán los demás, o cómo reaccionarían ante mis gustos, demasiado paranoico.

***

Una hora en este lugar, pero Harry ni siquiera daba señales de vida, comenzaba a pensar que solo había sido una broma y que él ni siquiera vendría. Odiaba que algo en mí me hiciera sentirme nervioso, como si en verdad esto fuese una estúpida cita. Me sentía un estúpido al creer que alguien como Harry se interesaría en mí, de alguna manera tenía que convencerme a mí mismo que nunca saldría con alguien como yo, por muchas razones. Ya no quería estar aquí. 

Miré entre la gente que estaba en la improvisada pista de baile, ahí estaba Niall bailando con una chica, al menos él se divertía, lo mejor será que me vaya a casa. Me deprimía un poco ver que todos habían venido aquí con su pareja, y yo estaba solo, pero que podía hacer si nadie quería estar conmigo. Estúpidas parejas felices.

— ¿Te vas tan temprano? —me detuve en seco al escuchar aquella voz que se había quedado grabada en mi memoria—. La noche apenas empieza, no seas aburrido Louis.

Me di vuelta encontrándome con el dueño de la ronca voz. Era Harry, entonces, tal vez esto no era una broma. Al parecer el que él estuviera frente a mí lograba hacer que mi corazón se acelerara como la primera vez que nos vimos. No sabía que decir, me había paralizado por completo, él tenía ese efecto sobre mí. Me encogí de hombros como simple respuesta, pero parecía no estar satisfecho con ella.

—Estaba aburrido, pensé que sería mejor irme a casa —dije tratando de hablar con indiferencia, como si no me afectara en lo absoluto.

—Ya estoy aquí. Así que, no hay motivos para aburrirte —sonrió ampliamente mostrando una hilera de dientes blancos—. Ven, unos amigos están esperándome por allá.

Me llevó de nuevo al lugar donde anteriormente estaba en su espera. Saludó a un par de chicos que estaban sobre la barra de bebidas, yo por otra parte recibía miradas ceñudas de los que parecían ser sus amigos. Debí haberme ido cuando pude. A lo lejos pude ver a Niall quien me miraba con ambos pulgares arriba, no sabía con exactitud que trataba de decirme.

Giré los ojos y disimuladamente le mostré mi dedo del medio, logrando que se riera de mí. Sé que va a molestarme con esto hasta que seamos viejos. Una vez que Harry estuvo lejos de los otros soldados me acerqué a él.

— ¿Quieres tomar algo? ¿Tal vez un poco de Rush? ¿Quizá Perry? Ambos son muy buenos, mis favoritos —preguntó Harry mirando la variedad de bebidas sobre la barra—. Recomiendo el Perry, la resaca no es tan mala. 

—En realidad —suspiré con frustración—. Aún soy menor de edad, y aunque quisiera, no puedo tomar nada de esto. —dije en un tono un tanto avergonzado, ahora me verá como un niño pequeño.

—No lo sabía, que tierno, aparentas ser mayor de edad, creí que tenías 19 por lo menos —hizo una mueca—. Bueno, yo soy mayor, así que, en mi opinión un poco de alcohol no te vendría nada mal.

For a lost soldier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora