For a lost soldier.

Como un hermano.

Louis.

Revolví una vez más el espagueti que estaba sobre mi plato, no tenía hambre, pero Sadie insistió en prepararme algo para comer. El motivo era Harry, no lo había visto desde nuestro último encuentro en esa vieja escuela de música, el que me haya besado me dejó con cientos de dudas respecto a muchas cosas.

Una parte de mí, la positiva, me decía que estaba muy ocupado y no había tenido tiempo de visitarme para hablar al respecto, y como siempre mi lado negativo me decía que solo estaba jugando conmigo, nada más que estupideces.

— ¿Te pasa algo Louis? —preguntó Martín sacándome de mis pensamientos y miraba mi plato con el ceño fruncido—. Porque yo creo que ese espagueti está perfectamente revuelto y frío.

—No es nada importante, sólo he estado pensando en un par de cosas, ya saben, soy nuevo por aquí y nunca es fácil ser el nuevo. —mentí y le di un bocado al espagueti ahora frío.

— ¿No será que alguien te tiene con la cabeza en las nubes? —preguntó Liam mirándome con una sonrisa burlona—. ¡Louis está enamorado! —vociferó burlándose y picando mis costillas.

Liam soltó una carcajada cuando notó que mis mejillas estaban un tanto sonrojadas, pues lo que decía era verdad, estaba enamorado o bueno, eso creía, aún tenía mis dudas. Millie miró divertida a Liam riendo con él, para después mirarme a mí con una amplia sonrisa, oh no, conozco esa sonrisa.

— ¡Louis tiene novia! —dijo la pequeña con emoción sonriendo ampliamente, llevó sus manos a su pecho y suspiró—. Se van a casar y van a tener una gran casa, con muchos bebés y...

—No estoy enamorado y no estoy saliendo con nadie, ¿okay? —dije un par de tonos más alto de lo que esperaba—. Lo siento, no quise gritarles. Estaré en mi habitación.

Me levanté de mi lugar y fui a la habitación dejándome caer rendido en la cama, apuesto a que Harry ni siquiera estaba pensando en mí. Necesitaba hablar con ese estúpido chico, de la nada me besa y luego se desaparece, no es justo. Me sobresalté al escuchar dos golpes en la puerta, no la había cerrado, y no sé porque tocaban.

Hice una seña con la mano para que pasara, sentí una mano tocar mi hombro, y la cama se hundió un poco por el peso de la otra persona, no quería hablar con nadie, necesitaba a mi madre con urgencia, ella sabría qué hacer.

—Me parece que tú y yo tenemos una plática pendiente —murmuró Liam recostándose a mi lado en la cama—. Es obvio que ser el chico nuevo no te tiene así de distraído, juraría que estás así por alguien.

Me giré sobre mi lugar quedando boca arriba mirando el techo blanco, me encantaría poder contarle a Liam, pero no sé cómo lo tomaría si sabe que él que me trae loco es un chico, la mayoría reaccionan mal y sinceramente no quiero que las cosas cambien con él. Solté un suspiro frustrado.

—Louis, desde que te mudaste, te he considerado como un hermano y quiero que sepas que puedes contarme lo que sea, tienes toda mi confianza —me miró por el rabillo del ojo y sonrió con ternura—. Los hermanos no tienen secretos. Solo quiero saber, ¿tengo que matar a alguien?

—No por ahora, pero no descartes la idea —reí por lo bajo—. Es más complicado de lo que crees y no es fácil para mí... —hice una mueca—. Pero sí, creo que me estoy enamorando y siendo sincero, lo odio.

Soltó una leve carcajada burlándose de mí. Liam era una persona increíble, alguien a quien aprecio bastante, me destrozaría que me dejara de hablar o me tratara diferente. Si le cuento, no tengo idea de cómo podría reaccionar. No quiero que nada cambie entre nosotros, pues él mismo lo dijo, era como mi hermano.