For a lost soldier.

Para siempre.

Louis.

Me removí una vez más en busca de una posición agradable, pero me fue imposible continuar durmiendo, pues ahora tenía ganas de hacer pipí. Me senté sobre la cama y estiré mis brazos lo más que pude. Anoche había sido una de las mejores noches de mi vida, y no lo decía solo por el sexo, también por las largas platicas hasta la madrugada, las bromas, los cariños. Todo lo que hiciera con Harry era único.

Lo primero que logré ver fue a Harry, estaba desnudo en la terraza recargado sobre la barandilla con un cigarrillo entre sus dedos. Tenía la mirada perdida en cualquier punto fuera del cuarto, se le veía muy sumergido en sus pensamientos, quizá hasta ligeramente triste, y no sabía el porqué.

Me vestí únicamente con mis calzoncillos antes de levantarme de la cama, me acerqué a él para abrazarlo por la espalda y darle un poco de cariño para deshacerme de esa cara afligida. Se giró para darme un casto beso en la frente y continuó mirando hacia la calle. Últimamente se mantenía igual, siempre reservando sus pensamientos para el mismo.

— ¿Llevas mucho tiempo despierto? —pregunté mientras dejaba un par de besos sobre su hombro, asintió como respuesta—. Debiste despertarme, y deberías tomar un café, no fumar tan temprano.

Le arrebaté el cigarrillo de las manos y le di una corta calada antes de sacar el humo por la boca. Se giró sobre sus talones quedando frente a frente conmigo, me miró divertido y me quitó el cigarro antes de que continuara fumando. Al menos logré quitarle esa cara triste.

—No quise despertarte, era muy temprano y estabas muy cansado —se encogió de hombros y le dio una larga calada al cigarro.

—Iré a tomar una ducha y después podemos ir a desayunar a ese lugar de comida china —dejé un último beso en su mejilla, me encaminé al baño y antes de entrar le arrojé sus bóxers que estaban en el suelo—. Y por favor, ¿quieres cubrirte?

Logró atraparlos en el aire y se burló. Me encanta que quiera estar desnudo todo el tiempo, pero estaba exhibiéndose en pleno balcón, nadie más merecía verlo desnudo. Abrí el grifo del agua dejándola caer mientras el cuarto se llenaba de vapor de a poco. 

Nuestra corta estancia en esta pequeña ciudad terminaba mañana por la mañana, y odio la idea de tener que irme de este lugar. Pues no quería regresar sabiendo que estaremos en un lugar donde tenemos que actuar enigmáticos ante los demás.

Escuché la puerta del baño abrirse, para que después Harry entrara a la regadera conmigo. Se detuvo detrás de mí y sus brazos me rodearon por el cuello atrayéndome a él. Besó mi cabeza y recargó su barbilla sobre esta. Desearía poder congelar el tiempo y quedarme así con él, para siempre.

***

Luego de haber recorrido toda la ciudad, justo en el pintoresco centro encontramos un pequeño bar. Era un ambiente ligero y parsimonioso, algo que no encontrabas en cualquier lugar y mucho menos en un bar. Tocaba una banda en vivo y había un grupo grande de personas bailando en el centro del lugar en lo que parecía ser una improvisada pista de baile.

Estábamos en un pequeño taburete cerca de la ventana, de vez en cuando Harry murmuraba cosas en mi oreja mientras dejaba cortos besos en mis labios. Éramos una simple pareja demostrando afecto en público, nadie nos miraba y nadie nos juzgaba.

—Ven conmigo —dijo Harry antes de tomar mi mano y llevarme al centro de la improvisada pista de baile.

Amaba esa canción, "Everybody wants to rule the world" sonaba en ese momento. Harry se movió de manera graciosa intentando seguir el ritmo de la canción, jamás lo había visto bailar de esa manera. Me uní a él imitando sus "pasos", ya podía sentir la mirada de las otras personas sobre nosotros, pues estábamos haciendo el ridículo. Se veía tan lindo cuando cerraba los ojos y sacudía su cabeza de un lado a otro mientras sus brazos se movían en el aire.