Cita doble.

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Louis.

Sin nada mejor que hacer, me recosté en el pasto a tomar el sol, era una tarde calurosa; Harry me dijo que viniera aquí, pero empiezo a creer que es costumbre suya llegar tarde. Aún con los ojos cerrados logré sentir algo bloqueando la luz, fruncí el ceño y abrí los ojos. Se trataba de Harry, su enorme silueta me cubría totalmente el sol. Me enderecé para quedar recargado sobre mis codos, lo miré con ambas cejas arqueadas.

—Perdona la tardanza, ya sabes cómo es Zayn. ¿Puedo sentarme? —preguntó el rizado mirando el césped a mi lado, me encogí de hombros como respuesta, lo que para él fue un rotundo sí.

Volví a mi anterior posición recostándome en el césped, mientras tanto Harry se deshacía de sus zapatos para luego recostarse a mi lado. Ambos en completo silencio apreciando el hermoso atardecer, era raro que el clima no estuviera frío como lo era usualmente.

El chico se giró acostándose sobre su brazo, me miraba mientras yo seguía con la mirada fija en el cielo, juzgando la manera en la que actúa, creo que quiere decirme algo. Mordió su labio inferior y desvió su mirada a cualquier parte que no fuera yo. ¿Cómo es posible que pueda ser tierno y jodidamente sexy al mismo tiempo?

—Lou... —murmuró cerca de mi oreja llamando mi atención—. Sé que aún sigues un poco molesto conmigo pero... ¿Puedo besarte?

No, no estaba enojado con él, solo quería hacerle pensar eso, pues se lo merecía, pero he querido besarlo desde hace días que no puedo negarme. Asentí acercándome a él quedando a escasos centímetros de sus labios, dios, había pasado tanto desde nuestro primer beso que realmente me hacía sentir esas cosquillas de nuevo. Su aliento mentolado se mezclaba con el mío gracias a la cercanía, se inclinó un poco más y juntó sus labios con los míos, pero solo por unos cortos segundos, un beso corto, algo torpe a decir verdad.

— ¿Todo bien? —pregunté mirándolo con el ceño fruncido, si uno de los dos era seguro, ese era Harry pero ahora estaba actuando raro—. No me digas que cambiaste de opinión y que en realidad todo este tiempo preferiste a Leila y sus estúpidos ojos coquetos...

—Nada de eso, te prefiero a ti y lo sabes —me interrumpió soltando una carcajada—. Yo solo, quería invitarte a... Bueno, el otro día te pregunté si querías salir conmigo, pero no respondiste a mi pregunta.

—Lo siento, pero estaba muy enojado en ese momento —reí por lo bajo y dejé un corto beso sobre sus labios—. Es un sí Harry, tengamos una cita. Solo una cosa, ¿recuerdas a Liam? El chico que vive conmigo.

—No lo olvidaría, es el chico que me odia por ser un imbécil contigo —dijo con sarcasmo—. Todo el tiempo con esas miradas asesinas, como si en cualquier momento fuera a golpearme, ¿acaso va a matarme o algo parecido?

—Un par de golpes no te vendrían nada mal —me encogí de hombros y reí—. En fin, a Liam le gusta Zayn y estaba pensando que podríamos salir los cuatro como una cita doble, es decir, si no te molesta.

—No me molesta en lo absoluto. De hecho, Zayn también me ha hablado de Liam. —guardó silencio unos segundos, pensaba en algo—. Muy bien, entonces nos vemos en la heladería de la plaza central, esta noche, es una cita.

***

Liam miraba el reloj sobre su muñeca repetidas veces como si el tiempo avanzara más rápido al mirar el reloj, mientras tanto esperábamos en una heladería donde veríamos a Harry y Zayn. Mi intento por no reírme de los nervios de Liam falló en el momento en el que el chico comenzó a morder las uñas de sus dedos. No lo culpo, yo estaba igual hace unos días.

—Deberías calmarte, llegarán en cualquier momento, y no quieres que te vea hecho un manojo de nervios, ¿o sí? —me burlé—. Tranquilo, Harry me dijo que tú también le agradas, no tienes nada de qué preocuparte.

For a lost soldier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora