Capítulo 23. Grandes confesiones y un acalorado almuerzo.

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Capítulo 23. Grandes confesiones y un acalorado almuerzo.

Rose por poco se había desmayado, sin duda era de las más dramáticas con aquel tema. Lucy parecía hacer las cuentas de los meses que Victoire tendría de embarazo para que su barriga esté a tal punto, y a decir verdad no concordaban con la fecha de casamiento de Vic y Teddy. Meredith simplemente sonrió, y fue la única de la habitación que se levantó para felicitar a la rubia.

— Felicidades, Vic, esto es maravilloso — aseguró posando las manos en la barriga, con emoción.

Victoire sonrió encantada con ello. Meredith no había tenido un bebé en su entorno, al menos no directamente, se sentía extasiada con la situación.

—Dios, sólo dime que estás muy gorda —pidió Lily, negándose a creer lo que su mente le decía—. Porque imaginarte teniendo sexo con Teddy es asqueroso.

— ¡Lily Luna! —le reprende su prima mayor, sintiéndose abochornada, aquello era obvio pero tampoco debía resaltarlo a los cuatro vientos—. ¿Cómo puedes andar pensando sólo en eso?

—No fui la única en la habitación que lo pensó, te lo aseguro —nota que Meredith se sonroja como un tomate mientras asiente un poco con la cabeza, la pequeña Potter la señala con aire ganador—. ¡Ajá! ¡Te dije que no era la única!

Fred y James ya estaban parados, miraban a Victoire casi de forma crítica, y luego parecieron tener una conversación mental. Llegaron a la conclusión de que todos debían saber la noticia, así que se dieron a la carrera mientras gritaban.

— ¡Victoire está...!

— ¡Nadie más debe saberlo todavía! —chilló la embarazada de inmediato.

Como si eso fuese el botón de encendido, Meredith saltó sobre James, en realidad lo tacleó y ambos terminaron en el suelo. Él más adolorido que ella. Mientras que Fred, bueno, Lucy sólo le metió el pie para hacerlo caer y con ayuda de Rose tiraron de él hacia el otro lado de la habitación.

—Me dejaste sin aire, y no de una forma atractiva —le dijo James a media voz.

Meredith hizo una mueca de pena mientras se levantaba y le tendía la mano. Los demás estaban discutiendo, y no notaban que él se levantó de un salto, acercando a propósito sus rostros.

—No hagas eso porque te arranco la...

— ¡¿Lo ves?! ¡No sólo yo perturbo a la dulce Meredith! —Lily exclamó, señalando la reciente frase de su amiga—. Si lo pienso bien, esa zorra se pasa más tiempo haciendo estupideces con ellos que conmigo.

Señala a Fred y James con desprecio. Su hermano alza las cejas, suelta a la Greengrass y se aleja de forma precavida.

— ¿Me dijiste zorra? —chilla indignada—. Aquí la pelirroja eres tú.

Las demás Weasley se voltean a verla con los ojos muy abiertos, Meredith maldice en su interior.

Nota mental, no hagas prejuicios sobre pelirrojas si estás rodeada de ellas.

—Yo soy pelirrojo y no soy una zorra —intenta aligerar el ambiente Fred.

—Tú cierra la boca, que sí eres una zorra pelirroja —Lucy le espeta, a la par que le hace un gesto de que se vaya bien lejos, a un lugar llamado mierda. Él le observó entre sorprendido e indignado.

Victoire entonces cierra los ojos y respira hondo para poder calmarse.

—Sólo les pido que guarden la noticia hasta que Teddy llegue, queremos darla juntos... en medio de mucha gente, para que papá no lo mate.

Semidiosa y Bruja (S&B1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora