No te tengo miedo 》g.d

Capítulo 30

Narra Paula:

—Me da igual lo que pueda pasarme, entreguen ese puesto y ya, mientras no les pase algo a ustedes, con eso me doy. – Suspiré intentando no llorar.

—Estas loca! Eso jamás pasará. – Dijo Grayson apretando su mandíbula. —Primero muerto antes de que alguien te toque. – Bufó.

—Nada de esto estuviera pasando si no hubieran ido a ese maldito lugar. – Susurre.

—Ya te dijimos porqué lo hicimos, todo fue por ti. – Dijo Sofi acariciando mi cabello. —Todo comenzo desde que nos dejaste de hablar, lo sentimos.

—Se que todo esto es mi culpa, por eso no quiero que salgan heridos, prefiero ser yo la que pague por esto. – Eleve mi tono de voz mirando a cada uno de ellos.

—No pensemos en eso ahora, okay? Mejor estemos contentos, somos amigos, que digo, mejores amigos, siempre estaremos juntos pase lo que pase, siempre nos cuidaremos los unos a los otros. – Dijo Nash sonriendo y acercando a cada uno hasta formar un pequeño círculo. —Somos una familia, recuerden. – Río. —Abrazo grupal. – Soltó una carcajada y nos unió a todos en un cálido y tierno abrazo, todos imitamos su acción y comenzamos a reír sin control.

[...]

Grayson me acompaño hasta mi casa, mi madre no estaba debido a su trabajo.
Entramos y le indique que se sentará.

—Puedes encender la TV si quieres. – Dije subiendo las escaleras hacia mi habitación.

—Espera! – Se levantó del sillón y llegó al lado mío. —Quiero que sepas que a pesar de todo te sigo amando Paula, nada ni nadie cambiara eso. – Suspiro. —Se que sigues molesta, lo siento por todo en verdad, pero no me voy a permitir perderte. – Me miró.

—Yo, no sé que decirte. – Dije
cabizbaja.

—Di lo que quieras, no me importa, solo quiero estar contigo. – Sonrió tomándo de mi cintura y acorralandome contra la pared.

—¿Lo que sea? – Sonreí.

—Lo que sea. – Sonrió acercandose más a mi.

—Quedate. – Reí.

—¿Hoy? – Me miro.

—Y siempre. – Crucé mis brazos por su cuello.

—No esperaba que lo dijeras. – Río.

Me acerco a él y junto mis labios con los suyos, hasta bajar hacia mi cuello, posicionó sus manos en mi cadera y junto demasiado nuestros cuerpos haciéndome gemir.

—Ven. – Tome su mano y lo hice subir con cuidado, a lo que me tomo nuevamente de la cintura, subiendo y besandome sin control.

Llegamos a mi habitación y como pude cerre la puerta.
Grayson me dejo en la cama con cuidado, me besaba con tanta delicadeza, sus caricias eran tiernas.
Comencé a sacar su camisa, dejando ver sus hermosos pectorales y sus bien formados bíceps y ni hablar de sus brazos bien trabajados con algunas venas que lo hacían ver más caliente de lo normal.
El comenzó a quitarme la blusa, yo giré y quedé encima de el.
—E... estas segura de e.esto? – Dijo el separándose un poco de mi boca y recuperando el aliento.

—Nunca he estado más segura. – Dije en una pequeña risa.

—No quiero lastimarte. – Me miro.

—Quiero ser tuya Grayson, hoy, mañana, siempre, quiero estar contigo el tiempo que tenga de vida, solo hazme tuya. – Susurre en sus labios.

—Te amo. – Mordió su labio inferior y sonrió. —Tengo tanta suerte de tenerte. – Río.