Capítulo 29

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Narra Paula:

Comencé a caminar con Liam detrás de mí, pero fui detenida por una mano fría, está temblaba, me hizo girar y quedamos a unos cuantos centímetros.

-Paula, espera. - Dijo con suplica.

-Dejala, ella no quiere hablar contigo. - Intervino Liam acercandose más a él.

-Y a ti que diablos te importa? Esto es entré ella y yo. - Contesto Grayson de manera fría. -Paula, por favor. - Dijo acercandose a mí.

-Entiende mierda! Ella no quiere ni estar mucho menos hablar contigo! - Lo hizo retroceder golpeandole el pecho.

-¿Que pretendes Liam? ¿Robarme a otra persona que amo? - Dijo Grayson en un hilo de voz.

Me separé de ambos, los mire por unos segundos y hablé.

-Basta! Los dos! - Grite. -Liam, te agradezco que intentes defenderme pero no necesito la ayuda de nadie, yo sola puedo hablar y decir lo que siento o pienso! - Respire. -Y Grayson, he caído más de mil veces en tus promesas, que no han sido más que unas estúpidas mentiras bien hechas. - Reí irónica. -Jodete.

Camine con rapidez alejándome de ellos y dirigiéndome a mi casa.
En el trayecto no podía parar de pensar el porqué Grayson había hecho todo esto.
Yo lo amaba, era capaz de todo por el, incluso dar mi vida por la suya, pero al parecer a él le importa un carajo.
Al llegar a mi casa mire la hora: 01:30 a.m.
Demore en llegar más de lo esperado.

Entre sin hacer ruido y aprecie como todo permanecía en silencio y con las luces apagadas.
Me dirigí hacia mi habitación y cambie mi ropa por mi pijama.
Me deje caer en la cama y con una manta seque mis lágrimas que no paraban de salir.
Miraba el techo blanco cuando escuché unos ruidos en mi ventana.
Esta se abría lentamente.
Me levanté con rapidez y tome uno de los jarrones que tenía en una de mis repisas.
Cuando el cuerpo entró, golpee con fuerza rompiendo el jarrón en su cabeza.

-Mierda! - Gritó tomando su cabeza.
Encendí las luces y pude verlo, maldición ahora si me había pasado.
-Oh dios! Lo siento en verdad! - Dije tomando de sus hombros para levantarlo

-¿Porque diablos hiciste eso? - Bufó tocando su cabeza.

-Lo siento, creí que eras un ladrón o algo así. - Levanté mis hombros.

-Dejame de decirte que cuando en verdad entre un ladrón, no necesitaras llamar a la policía. - Río.

-Ven aquí! Déjame ayudarte. - Lo guíe hacia mi cama y lo senté con cuidado, busque en mis cajones algo para limpiarle la herida.

-Vaya, sigues igual de pequeña. - Río viendo las fotos que había dejado esta mañana en mi cama.

-Eso quiere decir que soy una bebé aún? - Reí acercandome a él y comenzando a limpiar su herida.

-Si. - Sonrió mirándome.

Coloque una pequeña venda en su cabeza, estaba a punto de levantarme cuando el tomo de mi cintura y me hizo regresar a mi posición de antes.

-Paula. - Susurró levantando mi mentón y guiandome hacia sus ojos marrones para verlo fijamente.

Eran hermosos, brillaban, pero no se comparaban con los de Grayson.

-Desde que llegue he querido hacer esto. - Río acercandose a mí.

-Eh? - Dije mirándolo y tratando de retroceder.

En pocos segundos me encontraba chocando con la pared, el se acercó a mí y con uno de sus brazos se recargo en ella, dejándonos muy cerca de nuestros labios.

No te tengo miedo 》g.d  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora