Capítulo 6

2K 85 11
                                    

Sin darme cuenta, al mirar hacia la puerta, ella se encontraba ahí, recargada en el marco, mirandome con atención y ternura.

—Nunca te había visto así de lindo. – Dijo Paula.
Al escuchar lo que dijo sus mejillas se tornaron rojas.

—Am, vayamos por el helado. – Dije intentando de olvidar el tema.

—Es la segunda vez que me evitas el tema. – Arrugo levemente la frente.
—¿Es cierto lo que decías hace unos minutos atrás? ¿Acerca de que era diferente a las demás? – Me miro fijamente.

—Aja. – Contesté serio.
—Ya te lo he dicho. – Mi voz era nuevamente fría.

—Agh! Por un momento comenzabas a agradarme, pero dios, que cambiante eres! – Rodó los ojos y bufó.
—Quiero irme a casa. – Volvió a decir ella.

—Bien! Como quieras! No te voy a estar rogando! – Contesté frío.

Narra Paula:

La imagen de Grayson se fue dispersando, nuevamente estaba a punto de llorar como la maldita débil que era. El dijo las mismas palabras que Ethan al terminar.

—Oh Paula, lo siento. – Susurró levantándose de la cama.

Me acerque a la puerta y la abrí con fuerza, provocando que se estrellara contra la pared, me giré para verlo y hablé con claridad.

—Eres un idiota, ¿Lo sabes? – Grite al momento en que lo apuntaba con mi dedo índice. —No tienes idea de cuanto te odio. – Dije nuevamente.

—Por dios, baja la voz. – Dijo Grayson en un susurro, cerrando la puerta.

—¡No lo haré! – Grite más fuerte.

—Mi madre duerme en la otra habitación, no se encuentra bien de salud. – Dijo acercándose a mi.

—Aún así sigues siendo un imbécil. – Me acerqué a el, golpeandole el pecho con mi puño y mirándole el cuello.

Grayson tomo mi mano con delicadeza y la abrió totalmente, la coloco levemente en su corazón.
Con su brazo restante, tomo mi cintura, acercándome más a el, quedando a centímetros de sus labios.

—Lo siento, en verdad, no quería que recordarás la maldita escena con Ethan, creeme no soy como el. –  Grayson susurro en mis labios y tomo mi mentón, levantandolo para quedarnos mirando fijamente.

Al guiar mi mirada hacia la de él, pude notar como sus ojos brillaban intensamente, provocando un hormigueo en mi cuerpo.
Baje mi vista hacia sus labios, sus hermosos y carnosos labios rosados.
Me fui acercando más a él, dejando casi nada de espacio para tocarlos suavemente con los míos.
Qué ganas tenía de probarlos y nunca dejar de besarlos.

Sentía cada vez más cerca su respiración, los dos manteníamos nuestros ojos cerrados.

Era el momento.

El silencio inundaba la habitación, sólo éramos él y yo.
Agarre su cuello, acercándolo a mí, y en segundos, sentí una vibración en mi vientre.
Me separé rápidamente de él, dirigiéndome hacia una de las esquinas de la habitación, y respire para contestar.

—¿Hola? Oh, bueno si ya voy, no tardo, ¿Que con quién estoy? –  Pregunté nerviosa mirando a Grayson desde lejos, el solo se encontraba dándome la espalda, recargado en su ventana.

—Amm, en la casa de un amigo, ya voy para allá, adiós. – Colgué la llamada y guarde mi teléfono nuevamente en mi bolsillo.

Maldita la hora que sonó.

—Amm, lo siento Grayson, me tengo que ir, gracias por todo, enserio, hasta luego. – Abrí rápidamente la puerta de su habitación y me dirigí hacia la salida.

Camine muy rápido y antes de lo esperado, me encontraba llegando a casa.

[...]

Observe a mi madre sentada en la sala bebiendo una taza de café, al momento que leía un libro y escuchaba música clásica.
Quién diría que a pesar de su carácter, fuera una mujer tan relajada.

—¿En donde estabas?. – Cuestiono fría.

—Ya te lo dije, en casa de un amigo.
¿Amigo? ¿Acaso dije amigo? No eso jamás. En realidad ni siquiera sabía que era él para mí.

—¿Porque tan tarde? ¿Te acompañó por lo menos? – Dejó de lado su libro y me miró.

—Eso es algo que no te debe importar y ahora si me disculpas, tengo deberes que hacer. – Sonreí sarcástica y me fui rápidamente a mi habitación.

Al entrar, le puse seguro a la puerta y me deje caer en la cama.
Al recordar lo ocurrido no pude evitar sentirme impotente y deje que mis lágrimas salieran libremente como querían hacerlo antes.
Tantos malditos sentimientos en un día, no me hacían nada bien y lo peor, es que aún no me encontraba en mi periodo.

Todo se resumía en que varias de las razones, que para ser sincera eran 3, tenían que ver con Ethan y Grayson.
1- Era que porque terminé con el chico que me había gustado por más de un año, dando así paso a una relación de un año y medio, para que se terminará por culpa de una zorra.
2- ¿Como diablos puede llegar Grayson y hacerme sentir tan confundida con su maldita mirada que transmite seguridad a pesar de si frialdad, sus perfectos brazos rodeandome y haciéndome sentir más segura que un millón de guardaespaldas.
3- ¿Que diablos estaba pensando al acercarme a él y querer besarlo? Que a decir verdad estuve demasiado cerca.

¿Como un chico tan malo, aunque eso solo lo dicen los rumores, puede hacerme sentir tantas cosas a la vez y confundirme más que una maldita ecuación de matemáticas?

Cuando se acercó a mí en el parque, creía que se burlaría o discutiría de lo ocurrido, pero no, el simplemente me abrazo, me miro con ternura, haciéndome sentir segura y nuevamente, querida.
Era algo que ni yo sabía como explicarlo.

Solo puedo decir que no dejo de pensar en sus malditos labios.
Empezé odiando todo de él, y ahora resulta que solo lo deseaba a mi lado.

¿Que mierda me está pasando?
Bien Paula, déjame decirte que vas muy bien con todo esto.


Hola chicas!! Esperó que les este gustando esta historia, como a mi ❤
¿Que pasará en el siguiente capítulo? Lo subiré en unos minutos, voten y comenten, grácias 💋

No te tengo miedo 》g.d  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora