ELEVEN

8.2K 609 166
                                    

Cantaría en el Pajama Camp junto a Caitlyn, ella se había ofrecido, y al ver su idea, fue inevitable no aceptar. Caitlyn era totalmente talentosa, tenía un don en las manos y en la mente como ningún otro.

Había pasado toda la tarde junto a ella, practicando, por supuesto, nada de distracciones, ni comida, ni televisión, sólo practicando.

Ingresé a la cabaña de Shane encontrándome con su tío a punto de salir.

-Hey -me saludó un poco desanimado-. Espera, ¿cómo entraste? -iba a responder y me calló-. No, sabes qué, no me digas, mejor sal antes de que te vea, no tiene mucha relación con sus fans.

Casi reí, y digo casi, porque estaba carcajeándome, tanto así que Shane apareció por una puerta y sonrió extrañado al verme dentro de su casa.

- ¿Qué pasó?

Preguntó acercándose.

-Ay, oh por Dios -me sequé una lágrima imaginaria-. Él... Él -seguí riéndome. Respiré fuertemente y dejé de hacerlo, aún así tenía una sonrisa en la boca-. Pensaba que era una de tus fans locas, oh por Dios.

Él sonrió negando mientras Brown nos miraba extrañado. Era cómico.

-Entonces no...?

Negué con la cabeza rápidamente. Pareció recordar algo porque llevó su mano a su boca sorprendido.

-Oh. Tú eres una de las chicas -dijo.

- ¿Hay otra? Por Dios, que dolor, me lastimas, Shane -llevé mi mano a mi pecho fingiendo calmar un falso dolor.

-Bien, yo me voy, adiós -se despidió Brown queriendo huir de la situación, me despedí con la mano y me lancé a la cama de mi querido amigo.

-¿Qué haces aquí? -preguntó sentándose al inicio de la cama.

-Te visito, porque si no lo hago yo, tú me visitarías -me encogí de hombros.

-Eso es... -abrió su boca indignado y luego suspiró-... muy cierto.

No respondí y cerré mis ojos. Oí sus pasos de un lugar a otro pero ignoré eso. Pensé, ¿si Shane y Mitchie salieran, él sería como un hermano postizo? ¿Mi cuñado? ¿Papá lo aceptaría? ¿Sería el primer novio de Mitchie? ¿Y si no? ¿Y si ya ha tenido novios y mi papá a sido celoso? Ante esa última pregunta agradecí haber estado en México, ya que, a cierta distancia, mi padre nunca se enteró de mis enamorados que tuve alguna vez.

-Nicky, me voy a bañar, mis hermanos van a llamar a la laptop, les contestas y los distraes, por favor -dijo Shane.

Abrí los ojos y lo encontré con una toalla en la cintura.

- ¡SHANE! -le grité arrojándole una almohada. Me miró como diciéndome ¿qué pasó? -. Bueno, realmente no me quejo -levanté las cejar mientras reía.

-Odio no tener acondicionador, mi tío recién me entregó shampoo, ¿puedes creerlo?

-Tranquilo, ni que fueras chica. Aguante como hombre. ¡Y ya bañate!

Me obedeció y se metió a su baño. Estiré mi mano a su cómoda, en la cual su laptop estaba encima, la cogí y la coloqué encima de la cama, todo eso sin pararse. Sí, señores, era una floja experta. Al final de ese pensamiento, comenzó a sonar la laptop. Ingresé a su usuario y me avisó que tenía que poner una contraseña.

- ¡SHANE, DIME TU CLAVE! -le grité para que me escuche.

- ¡SOY LO MÁXIMO! -gritó de la misma forma. Rodé los ojos desesperada.

CAMP ROCKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora