FOURTEEN

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—Deseame suerte que tocaré con mis hermanos —me dijo un nervioso Shane.

Espera.

Qué.

—Espera, ¿qué? —escupí el cheescake.
—Me olvidé de decirte en la mañana, pero sí, tengo que cantar con ellos una nueva canción que seguro amarás. Todo es gracias a tus sabios consejos, Nicky. Pero tengo que ir ya.

Y se fue corriendo.

Cuando llegué a la fogata, justamente Brown estaba subiendo al escenario.

— ¡HOLA AMIGOS!

Exclamó a través del micrófono.

— ¡Te queremos, Brown! —grité uniéndome al momento.

—Muy bien, chicos. Escuchen esto, convencí a mi sobrino de que cante una canción —uy .

En ese momento, Shane subió al escenario.

— ¡GUAPOTEEEEEE! ¡WUUUUUUUUU! —grité mientras reía y aplaudía, seguro parecía foca.

—Shane, el campamento es tuyo —dijo Brown y salió del escenario.

—Hola. Les tengo una sorpresa —me sonrió buscando apoyo y luego su mirada brillante fue a mi hermana. Son tan adorables—. Vengan, chicos —señaló las escaleras, por ahí subieron nada más y nada menos que sus hermanos.

Me levanté y aplaudí con emoción.

— ¡ORGASMO VISUAL! —reí mientras seguía aplaudiendo, algunos como yo, rieron junto a mí, entre ellos, los hermanos Gray, claro está.

—Vamos a tocar algo nuevo. A ver qué les parece.

Yo enserio no recordaba verlo así de emocionado, mis ojos se cristalizaron por la emoción, literalmente. La canción estaba buenisima.

Music's in my soul
I can hear it
Everyday and everynight
It's the one thing on my mind
Music's got control

Mis ojos, de alguna manera, se posaron a una hermosa cabellera moviéndose al ritmo de la canción, el cabello alborotado de Jason me llamaba la atención, también me hacía recordar que todos mis enamorados habían tenido el cabello hasta ahí, y yo, sin duda, amaba que los chicos tengan su cabello hasta por las orejas. Sin duda, ese era el chico más lindo que había visto. Y ojo, noten que dije lindo, porque guapo es otra cosa. Se notaba cómo disfrutaba la canción, era fantástico. En ese momento, fue casi mágico cuando sus ojos se toparon con los míos y nos seguimos con la mirada durante toda la canción.

Al concluir la canción, los chicos bajaron del escenario y Shane me abrazó inesperadamente, jalándome a un lado del escenario.

— ¡Oh por Diosito mío! ¡Lo hiciste estupendo, Shane! Que orgullo, weyme sequé una lagrimita que se me había escapado de la emoción. Realmente andaba sensible.

—Así que sí les encantó, tenías razón —le dijo Nate entusiasmado.

—Sí, tenía razón. Esperen, ¿en qué tenía razón? —intervino Jason. Reí al notar su desconcierto.

—Tú no. Shane. El sello tiene que dejarnos tocarla —habló para los tres, de cierta forma me sentí excluida. Aunque esa era la realidad, yo no formaba parte de eso, así que no me sentía tan ofendida.

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