SEVEN

9.7K 640 60
                                    


―Llamamos a esto: El concierto de la fogata. Es sobre expresión, la libertad de ser la persona que quieres ser en verdad -comenzó a decir Dee en el pequeño escenario.

Luego de charlar un rato con mis amigos mientras comíamos, había ido a la cocina a ayudar a mi madre a limpiar los trastes y las mesas. Fue una gran sorpresa la que me llevé cuando al ingresar a la cocina, Mitchie estaba haciendo mi trabajo con una mueca en su rostro y mi madre estaba con su ceño fruncido, aparentemente disgustada, luego me dijo que hoy no era necesario ayudarla y me botó tan rápido del lugar. Aproveché ese tiempo para buscar una canción que cantaría en la fogata, y terminé eligiendo Golden de una no muy conocida cantante. La canción era hermosa, eso sin dudarlo, el problema era yo. Tenía entendido que Tess cantaría algo extravagante y tan pegajoso como un chicle, yo tenía una canción simple y nada pegajosa, aquello me desanimaba por momentos.

― ¡A CANTAR! ―gritó Dee mientras salía del escenario graciosamente. Eso me hizo volver a la realidad, donde los nervios aumentaban y la esperanza de que no me caiga y no me olvide la letra seguía ahí.

El primer grupo fue de Tess. Todas tenían una vestimenta favorecedora, un vestido extravagante con brillo por todos lados. Mi hermana estaba de coro, lucía totalmente desanimada, trató de hacerlo lo menos posible por lo que sonrió de la manera más falsa pero convencedora.

Ojeé por un momento a los alrededores y noté a Shane a un lado, estaba muy atrás y no era tan notable, aplaudió por un momento cuando acabaron. Caitlyn se movió de mi lado y fue a decirle algo a mi hermana que no llegué a escuchar. Sander empujó mi hombro haciéndome salir de mi pequeño trance.

―Te toca ―me dio un empujón. Asentí y le sonreí nerviosa a él y a Lola, que estaba a su lado.

―Tú puedes ―me susurró mi amiga. Me alentó su pequeña sonrisa.

Cuando Dee dijo mi nombre por el micrófono, subí al escenario echándoles una vista a todos. Al parecer mi hermana ya se había ido junto a su grupo de amigas, así que los nervios disminuyeron. Barron estaba atrás y me sonrió motivadoramente. Suspiré y volteé a ver como unos chicos que eran encargados en el campamento ponían el piano que había pedido para este momento. Me sonrieron y se fueron. Sujeté el micrófono que estaba en medio y lo ajusté al lado del piano. Me senté y todas las partituras llegaron a mi mente.

Mis dedos se movieron transmitiéndome paz y magia, porque eso era, la música era magia. Podía subir o bajar tu estado de ánimo de un momento a otro. Podía ayudar a hacer momentos épicos. Y muchísimas cosas más.

Recordé la letra perfectamente y comencé a cantar de forma melodiosa.

The fire used to burn, all the words used to hurt. But you're not like us, you are different I couldn't see that that was a compliment. 'Cause the last thing I want now is to be you and the flames don't feel as hot as they use to burn, burn, burn. They used to yell you thought I was coal my friend, I'm gold. Can't you tell?

Seguí cantando hasta que la canción acabó, sonreí aliviada al sentir los aplausos y una seguridad en mí que no sentía desde hace muchísimo tiempo, más específicamente, cuando estaba junto a mi mejor amigo.

***

Había pasado más de tres días luego de aquello, había recibido cumplidos hasta por los codos, y se sentía genial. Me estaba dirigiendo a la cocina cuando, de manera inusual, escuché a Shane Gray cantar. Algunos días atrás, Caitlyn al ver que no sabía casi nada de él, me puso muchísimas canciones de él y sus hermanos, eran buenas, sí, pero muy... ¿soberbias? Se podría decir así. Parecían la típica banda que solo produce música que vende.

Me quedé por unos segundos quieta, la canción era buena, y parecía tener sentimientos.

― ¡¿QUÉ AQUÍ NO HAY PRIVACIDAD?! ―gritó volteando a verme. Alcé las cejas y reí un poco al ver como su expresión se calmaba un poco al ver que era yo.

― ¿Shane Gray cantando una canción con sentimientos? ¿Quién eres y qué le has hecho? ―bromeé.

―Sí, sorprendente. Pero deberías saber que también soy humano ―me siguió el juego mientras me sentaba a su lado y le quitaba la guitarra.

―Anotado. No volveré a pensar que eres un robot ―reímos moderadamente y comencé a jugar con su guitarra―. ¿Esta canción es una nueva para un álbum nuevo un totalmente cambiado? ―le pregunté curiosamente.

―No, a la compañía no le gustará ―gruñó molesto.

― ¿Si quiera lo has intentado? ―le cuestioné, negó―. Deberías hacerlo, apuesto a que la aceptarán. Pero claro, primero tienes que mostrárselo al resto de esa banda que tienes.

―Quizá lo haga ―suspiró. En ese momento no parecía tan arrogante como en sus videoclips o entrevistas. Supe que estaba conociendo una verdadera parte de él.

―Seguro lo harás. Te tengo fe ―alcé dos de mis dedos en signo de amor y paz―. En fin, me voy a la cocina, tengo que ayudar a mamá.

Me encogí de hombros y me levanté automáticamente. Levanté mi mano despidiéndome y seguí mi camino.

***

Cuando ingresé al comedor rápidamente porque estaba tarde al haberme quedado en la cocina charlando con mi madre, me llevé la sorpresa de ver a Tess y Caitlyn con la ropa llena de comida y ambas gritándose mientras los demás expectaban y mi hermana entre ellas tratando de que no se origine una pelea.

― ¡Ya basta! ―les grité interponiéndome.

Me ignoraron olímpicamente y un pedazo de salsa me cayó a mí y a Mitchie, que estaba detrás de mí.

―Nunca pensé que harías eso ―le gritó Tess a Caitlyn

―Ni yo ―todos volteamos a ver a Brown, se acercó a nosotras y le sonreí nerviosa. ¡Ni siquiera había originado eso! ―A mi oficina ―dijo mientras nos señalaba dicho lugar―. No me gusta ser el malo de la historia.

―Cuéntenme ―comenzó Brown mientras caminaba sin parar en la oficina. Tess y Caitlyn comenzaron a gritar a la misma vez mientras Mitchie se mantenía callada y yo me cruzaba de brazos desinteresada―. Hey, silencio ―pidió―. Para terminar, ¿quién fue la primera en arrojar la comida?

―Yo le digo ―dijo Tess de forma automática―. Fue Caitlyn.

―En teoría, es cierto, pero...

―Sin peros ―la calló Brown, Caitlyn enmudeció―. Ya que te divierte eso, a partir de ahora, ayudarás en la cocina ―dijo mirando de reojo a Mitchie.

― ¡¿QUÉ?! ―gritó Mitchie. Al sentir las miradas de los demás en ella, enmudeció y soltó un iu.

Pero...

Brown la calló con una simple mirada y yo lo fulminé casi sin querer.

―Apenas había llegado y me topé con eso, pero aún así, sé que Caitlyn no lo haría apropósito. Usted decide a quién creer, lástima que haya escogido a la peor persona para hacerlo ―lo reté con la mirada y salí de su oficina totalmente molesta por esa injusticia.

***

PUEDO DECIR QUE ESTE ES UN CAPÍTULO NORMAL, NO TAN CORTO COMO EL DE LA VEZ PASADA, Y ME ALEGRA ESO. WUUUU

LA CANCIÓN QUE CANTÓ NICKY ESTÁ EN MULTIMEDIA, SO, YA SABEN QUE HACER.

LAS AMOOOOO, Y GRACIAS POR LEER

CAMP ROCKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora