꧁ WHY? ꧂ → H i r o & M i g u e l

¡BRONCE!

And the calification for Hiro Hamada from the United States is...

Hiro HAMADA: 125.5

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Con un demonio. Le había ido bastante bien, a pesar de sus caídas, sin embargo, al ser uno de los principales en presentarse, era seguro que sería superado, sumando al hecho las horripilantes caídas que algunos de sus compañeros tenían en el hielo...

Ah, seguramente perdería. Lo lamentaba, lo lamentaba si ese chico lo estaba viendo, lamentaba no poder ser un gran atleta para poder demostrar lo excelente que era y poder seducirle con ello, lamenta no poder ser un campeón.

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Actuaciones como las de sus compatriotas, los Shibutani, podrían salvar la jornada, sin embargo, a muchas de sus compañeras les había ido pésimo, las caídas les restaban puntos, y eso no ayudaba mucho a su ahora baja autoestima atlética.
Volteaba a todos lados, siguiendo la rutina de los demás participantes, siendo diabólico y deseando que cada uno fallase casi tanto o más de lo que él falló, deseaba que hubiese un error que pudiese mantener a los Estados Unidos en los primeros lugares. 
━ Great. Now, I'm the Hamada loser.Ah, y pensar que se había esforzado tanto para llegar a ser el campeón. Ahora comprendía todo, estaba entre los mejores, y él... Él era un niño en busca de un sueño, técnicamente nadie. Un fallo atlético y ahora, sumándose, un fallo amoroso. ¡Ah! ¡Odiaba no poder dejar de pensar en aquel malditamente sensual latino! Y sobre todo, en la pena ajena que le debe estar dando su situación. Con tan sólo imaginar eso... Sus mejillas se tornaban rosáceas y tibias, el ambiente dejaba de ser frío para convertirse en su antónimo y terminaba cerrando por completo su chamarra para hundir su apenado rostro en el cuello, como un extraño método de protección. ¿Contra qué? Contra la ya no merecida mirada del moreno aquel. ...

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━ Huh... Hiro Hamada, ¿será chino nacionalizado?

Si se lo preguntan, sí, está siguiendo la transmisión desde su habitación. Y sí, como el buen mexicano que es, piensa que su amado es chino.

Casualmente, navegando por internet, encontró una de los grupos de fanáticas de aquel hermoso muchacho, decidido a conocerlo aunque sea por esos medio, comenzó a investigar hasta llegar al punto de saber los horarios de su participación. ¡Era patinador artístico! Con mucha razón estaba tan delgaducho... Si su abuela lo hubiese visto, estaba seguro de que le atragantaría con toda la comida que encontrase a su paso, lo sabe porque lo intentó la última vez que pudo ver a su adorado nieto en alguna festividad que ya no recuerda. Aquel chinito bonito tenía los ojos más rasgados de lo que le gustaría, como ansiaba ver sus ojos, clavarse en ellos y nunca más salir de ahí. Buscando una transmisión en vivo mientras sonreía de una manera aterradora, Miguel trataba a toda costa de observar su presentación y gritar interiormente. Cuando al fin logró su objetivo, el chico adorado se encontraba posicionándose para | romperle la jeta a todos y ser el ganador | su actuación. Recostándose en su cama, el joven mexicano observó con suma atención al muchachito.

Debe admitir que, cuando vió su primer caída, casi se le sale el corazón, demonios. Para la segunda equivocación lanzó un pequeño grito y tomó su cabeza con desesperación, no era experto en patinaje artístico, pero los comentadores le ayudaban un poco a comprender lo que estaba bien, lo que estaba mal y lo que estaba en una delgada y pequeña línea entre ambas, que era donde se encontraba... ¿Hiro? 

Al final de su programa, sólo espero, espero para poder ver las calificaciones finales y para tal vez observar los enfoques que realizaban al equipo estadounidense. 

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Al escuchar las calificaciones finales en equipo, ambos sintieron un pequeño shock. ¡La medalla de bronce iba para el equipo de USA! 

Hamada no podía creerlo, tal vez no era la medalla de oro, no, pero gracias a él esa medalla estaba ahí. ¡Lo había logrado! ¡Iba a tener una medalla colgando de su cuello! No podía imaginarse la felicidad con la que su familia y amigos estarían viéndolo. Sintió pequeñas lágrimas intentando salir de sus castaños orbes, sin embargo, las limpió, reemplazándolas por una enorme y enérgica sonrisa.

Por su parte, Miguel sólo tenía cubierta la boca en señal de asombro. ¡Hiro era genial! ¡Él se merecía esa medalla y mucho más! 
Recargando su mejilla en la rodilla y dirigiendo su ya enamoradiza mirada al enfoque que la cámara realizaba a Hiro, Rivera celebraba desde su humilde posada en Pyeongchang.

Al recibir a "Suhorang" entre sus manos y estando en el podio mientras el público lo alababa, Hiro pudo sentir que su esfuerzo había valido la pena, sin embargo, aún le faltaba camino por recorrer. 

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¡Hola! 
Si, si, saqué a mi mexicano interior en la parte de Miguel, y no saben cómo me relajó. (?

¿Vieron la ceremonia de clausura? ¡Estuvo genial! Tuve que levantarme a las cinco de la mañana para poder verla, pero valió total y absolutamente la pena. ¡Ver a mi grupo favorito de K-pop fue ASOMBROSO! EXO Lo hizo tan perfecto que los ojos se me incendiaban de tanta hermosura, ah. Pero, qué lástima que Pyeongchang acabó... Yo no lo quería dejar ir y por eso entré en un reposo, por lo que no publiqué capítulo, sin embargo, ya dejé esa etapa y estoy de vuelta, yeiii.

NUESTROS TÓRTOLOS YA AVANZAN SU RELACIÓN, AHHH. Ya en los siguientes capítulos los iré uniendo un poco más, porque #Miguelfanboy. HAHAHA. Adoré mostrar a Miguel así, siento que... Se parece un poco a mí y mi extraño culto a Yuzuru. 

Agradezco su apoyo, y ojalá me perdonen por la ausencia. 
¡Saranghae! <3