¡Aguas con el amor!

180 37 19
                                    

El cielo es hermoso por que me recuerda a ti.
Hoy también te ves deslumbrante.

...

...

Hiro...

Su nombre quedó impregnado en el aroma, en las montañas, en su corazón. Definitivamente ese chico era para él, y aún si no era el adecuado, él iba a luchar por él. ¿Aprender más sobre inglés ayudaría? ¿Conocer a sus compañeros de equipo? ¿Algo que su inocente ser pensara podría conquistar a alguien tan maduro y triunfador como lo era Hamada?

Seguramente no.

Cuando la silueta contraria se perdió en el paisaje blanco con destino a un desconocido lugar, Rivera sólo quedó pasmado ahí, esperando por algo que él ni siquiera sabía. Creía que tal vez el contrario podría volver, alguna equivocación de aquel que le solicitaba que le hiciese regresar. Regresar con alguien a quien tal vez no le tenía tanto interés.

... ¡Es cierto! Él era (ahora) un fanático de aquel asiático-americano, tan apuesto, decidido y fuerte, con hermosos ojos rasgados y cabello despeinado de hermoso color negro que, incluso con aquella luz solar se tornaba azulado. Si, definitivamente un candidato perfecto. Pero, por el amor de Dios, ¡el maldito incluso tenía un club de fanáticas bien cimentado! Los había en todos idiomas, ¡incluido el español! Eso no sólo demostraba su habilidad atlética, si no su apariencia conquistadora (ya que ahora al parecer estaban de moda las personas con acentos físicos asiáticos marcados). 

Él no tenía un club de fanáticas, de vez en cuando los medios hablaban de sus actuaciones, pero de verdad, muy de vez en cuando, como una muy extraña forma de presumir algo que no alcanza a comprender muy bien, a casi nadie en México le suele llamar la atención un aspecto como el deporte, al menos no los invernales. El fútbol soccer era el rey en países latinoamericanos, ¿quién ahí conocería al snowboard? Es decir, incluso tuvo que salir del país para entrenar aquel deporte, eso habla mucho.

No era mayor al asiático-americano, de hecho, tenía su misma edad. El contrario tenía fama y prestigio, él sólo el mérito de llegar a los olímpicos por su cuenta. Un mundo de diferencias entre ellos dos. 

Hiro Hamada. 

Miguel Rivera.

Incluso sus nombres suenan distintos. 

Miró un momento a la nieve, tratando de cuestionarla sobre el tema, sin obtener respuesta. Sólo el ambiente y el paisaje habían sido testigos de la saga se sentimientos que sus pensamientos formulaban respecto al chico al que podía conocer un poquito más. Órale, la situación si estaba medio ruda. Alzó los hombros, en el amor no todo podía ser perfecto. Aunque, si éste último no era correspondido todo podía irse muy directito a la chingada. Con todo y la grosería incluida. 

A lo mejor a Hamada no le atraían los hombres. Claro, y él ahí fantaseando con su persona. Buena jugada, orientación sexual. 

Suspiró, 'pos ni modo, lo iba a intentar, las ganas van a explotar si las deja acumular dentro de su ser, y a lo mejor hasta logra llevar una buena relación con el ahora campeón de bronce. Pensando en su 'amorcito corazón' comenzó a cantar como un susurro, tratando de que sólo los árboles fuesen testigos de su mal de corazones.

Al pie de tu ventana
Cielito lindo
Me tienes preso
Con la aurora temprana
Cielito lindo
Mandame un beso.


Ay ay ay ay 

Mándame un beso 

Con un beso me conformo 

Cielito lindo 

Sólo con eso.


Una flecha en el aire 

Cielito lindo 
Tiró cupido 

Él la tiró jugando 

Cielito lindo 

Y a mí me ha herido

Ay ay ay ay ay .

Tan cruel herida 

Que si tú no la curas 

Cielito lindo 

Pierdo la vida.

En cuatro estrofas pudo desechar un poco de carga del corazón. Ay, ese chinito bonito, si continúa así, le va a matar de un infarto.

Comenzó a caminar con dirección a su centro de entrenamiento, ahora que se encontraba filosofando, recordó que no ha entrenado tanto, y no puede tomarse esas competencias a la ligera, no. ¡Eso sería suicidarse internacionalmente!

No tardó en llegar, su lugar de reunión con Hamada era bastante cercano a su lugar de entrenamiento. Y claro, como pensó, encontró justamente en aquel lugar al que era su entrenador actual. Cuando le fijó la mirada sintió que le observaba hasta el alma. Recorrió su cuerpo de pies a cabeza, como si tratase de analizar todas sus imperfecciones, hasta que aquel viejo decidió hablar.

━ ¿Por qué llegas de repente, Miguel?━. Ugh, su nombre pronunciado por aquel pésimo acento español lograba darle escalofríos. ━ ¿¡Eres consciente de lo que estás haciendo, jovencito?!━. Si supiera lo mucho que detestaba que le dijese jovencito, las cosas que haría.

Sonrió tímidamente, su pelo moreno escarchado y la enorme chamarra que cargaba consigo delataba todos los crímenes cometidos, pero, tenía una buena excusa. 

━ ¡Ay, relájese entrenador! Conocí a alguien interesante, ¿quiere saber?━. Arqueó las cejas, tratando de convencer al entrenador. ━ Pues, se lo adelanto. Hiro Hamada, ganador de bronce en la categoría de patinaje artístico por equipos, parte del Team USA. ¡Vea! Pude obtener bastantes métodos para no ponerme nervioso, mostrarme seguro y por ende, ganar aunque sea la medallita de bronce. ━ ¡'Ora si se oía profesional! Aunque la verdad, no aprendió nada de eso. ━ Hamada, sí, creo conocerlo.━. ¡Se salvó! ━ Está bien Miguel, te lo paso por ésta vez. ¡Pero entiende por el amor de Dios, estás en los Juegos Olímpicos, no te me puedes distraer así! ━. Tomó al menor por los hombros y lo agitó un poco, con el objetivo de reprenderlo de una manera relajada. ━ Ya, pues, no se enoje. Le voy a echar ganas. Créame. ━. Sonrió, se retiró la chamarra y corrió por su equipo de entrenamiento, tabla, gafas y un poquito de suerte.

Ay, joven Hamada, si supieses lo loco que lo traes, incluso le tendrías un poco de lástima. 

Al colocarse en posición para comenzar con todos aquellos saltos y acrobacias, volvió a mostrar su pequeño hoyuelo, como señal de que buen día había pasado. 

Eres el único.
El momento en el que te descubra brillaré aún más
Yo seré el afortunado.

...

...

¡HOLA RAZA!

En éstos momentos me estoy muriendo de sueño, y no he cenado, así que aquí va la descripción corta. 

AMO PENSAR COMO MIGUEL, AMO A MIGUEL, BAI A TODOS. 

Chamas, NO SABEN QUE SATISFACCIÓN ME CAUSA, NETA NO LO SABEN. SUPIMOS QUE PIENSA MIGUEL DE HIRO. Nuestro chocolatito es re romántico, ¿siono raza? Me encanta darle ese contexto, Hiro maldiciéndole por ser tan bonito y Miguel soltando suspiros de princesa Disney. HAHAHA.

'Ora si prros, bai.

¡Hasta la próxima, Saranghae! <3

꧁ WHY? ꧂ → H i r o & M i g u e lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora