Caecus amor (Malec)

9. Sensaciones olvidadas

Magnus no sabía qué decir.

Entendía que dejar que Alec lo tocara, y lo viera a su manera, era necesario para que él tuviera confianza en él...

...o podría evitarse el incómodo y personal momento, e intentar mostrarle su imagen con magia. Una imagen en su mente, no era tan difícil...

-¡No! -se dijo a sí mismo, ¿cómo se le ocurre? No puede usar magia en alguien que le teme, y rechazarlo así. Eso sería herirlo...

* * *

Alec retrocedió en su lugar, tenso, soltando la mano de Magnus como si le doliera el contacto.

¿Cómo se le ocurrió preguntarle eso al brujo?

Incluso con sus padres nunca lo hizo. Solamente con Izzy. Lo habría hecho con Jace, pero...él se fue.

-Y-yo... -empezó a balbucear.

Genial comienzo, Alec. Primero eres cobarde con un simple tubo con magia y ahora lo incómodas...

-...lo s-siento...

Tal vez es una señal para que no lo hagas, Alec. ¿De verdad vale la pena condenar tu alma así?

Porque un alma no se salvaría después de hacerle eso, sin importar las razones.

* * *

-¿Qué? ¿Por qué? -Magnus no se había dado cuenta de que lo dijo en voz alta.

Ese no.

-Olvida que pregunté -Alec intentó ponerse de pie, no avergonzarse más-. Fue una estupidez...

-¿Qué? No, Alexander, está bien. Puedes verme con tus manos -esta vez fue Magnus quien las tomó y las llevó hasta su rostro.

Tal vez demasiado brusco porque Alec casi le cae encima. Magnus lo detuvo con una mano por la cintura, y Alec se ruborizó.

Nadie nunca lo había tocado. Nadie que no fuera su familia. De niño no había llegado a esa etapa en que las niñas le interesaran y, después del accidente, cuando creció, se dio cuenta que nunca lo harían.

Ya no eran rostros los que llamaban su atención. Pero sí voces, presencias imponentes, auras poderosas... Todas masculinas.

Si alguien se enterara, si su padre se enterara, diría que su ceguera es un castigo.

Alec tragó con dificultad y Magnus se puso de pie, llevándolo con él, y después soltando sus manos y su cintura, algo incómodo también. -Perdón, no pretendía lastimarte o ser brusco. Pero, de verdad, puedes verme. No te avergüences por pedirlo, yo en tu lugar lo haría también, y sin pena alguna, aunque seguro no a los cazadores... -Magnus soltó una risita incómodo.

Estás actuando como tonto. Como adolescente nervioso. Y no lo eres, Magnus...

Sus pensamientos se detuvieron con el toque de Alec en su rostro. Suave y algo indeciso, pero que llevó sensaciones nuevas y, a la vez, viejas, sensaciones que hace mucho sintió por primera vez. Sensaciones olvidadas.

Eso sí era muy de adolescente.

Las famosas mariposas de que hablaban los mundanos.

Basta, Magnus. Él está aquí para que lo ayudes. Él es bueno. No vas a enredarte con un cazador de sombras. Alexander Lightwood quiere tu ayuda y después se irá. Nada personal.

Nada personal...

CONTINUARÁ...

Amé sus comentarios en el pasado capítulo recordando Tus ojos no me ven 😂❤