Feliz cumpleaños MariaBel16 🎉❤
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[Día 5]
Magnus se había dormido después de que Alec lo lograra, quedándose cerca por si tenía más pesadillas o no lograba conciliar el sueño.
Se había quedado en un sofá, con Presidente en su regazo, para poder escuchar si algo pasaba y que Alec no pensara que lo había despertado y se sintiera culpable. En estos pocos días, menos de una semana, Magnus había notado que el principal problema del cazador ojiazul era su falta de autoestima y la poca confianza y cariño que tenía para sí mismo. Si escuchaba a Magnus salir de su habitación, seguramente se sentiría mal por molestarlo, por eso prefirió quedarse en el sofá, así si Alec lo necesitaba, le diría que seguía despierto...
Pero Alec había dormido bien después de sus palabras, Magnus -¡el Gran Brujo de Brooklyn!- le había dicho que cualquiera sería afortunado de quererlo y tenerlo. Había una sonrisa en sus labios cuando se fue a la cama. Si todo funcionaba, si él lograba ser valioso de nuevo, el gran cazador que habría sido de no ser por su accidente, tal vez Magnus tendría razón, tal vez incluso alguien como él lo querría.
Ni siquiera se permitió pensar en que ese alguien nunca sería Magnus, porque nadie en su sano juicio lo perdonaría y amaría después de lo que iba a hacerle.
Magnus terminó quedándose dormido en el sofá. Soñó, como los últimos meses, con aquellos ojos azules que ahora sabía a quien pertenecían, sentía ese cuerpo sobre el suyo, el peso perfecto aplastándolo, la cabeza de Magnus echada un poco para atrás e inclinada hacia un lado, buscando el ángulo perfecto para recibir aquellos labios que bajaban a los suyos. Esos intensos ojos que realmente parecían mirarlo antes de que sus propios párpados se deslizaran y su mundo se oscureciera, perdido en sus otros sentidos, las sensaciones que las manos inseguras le provocaban con caricias suaves y el beso lento que lo estaba viviendo loco...
Magnus se dio la vuelta, el cuerpo sobre él perdido, el beso roto, y el mundo se aclaró un poco cuando cayó del lado del sofá y sus ojos se abrieron lentamente.
-Ow -no pudo evitar quejarse, había dolido.
Presidente salió huyendo, maullando enojado por haber caído bajo Magnus.
Eso, y el golpe, fue lo que despertó a Alec. Se sorprendió de no dudarlo siquiera, no pensó en que como su padre siempre decía "Era un inútil y no podía ayudar en nada". Alec salió rápidamente, sin molestarse en vestirse o pensar que un brujo poderoso no necesitaba su ayuda. Él sólo salió al escuchar el golpe y el quejido de Magnus.
-¡¿Magnus?!
Magnus miró maravillado la puerta de su habitación abrirse de golpe, Alec salió corriendo, sin detenerse, su ceño levemente fruncido y su cabeza inclinada, como si estuviera escuchando, buscando con sus otros sentidos.
Y Magnus sonrió orgulloso. Eso quería él. Que Alec se diera cuenta que podía ser un gran cazador de sombras, un valeroso guerrero, incluso si no veía.
Sus ojos recorrieron aquellas piernas firmes, la piel pálida, libre de marcas, el abdomen levemente marcado, y los brazos, sus manos en puño. Alec tenía la runa de la visión, en su mano, y la runa parabatai, pero además de eso parecía no haber más. Las cicatrices de viejas runas parecían ser muy antiguas, seguramente las pocas que usó antes del accidente, así mismo las que dejaron heridas en su piel.
Y seguía siendo perfecto, para Magnus.
Un suspiro se le escapó y Alec se relajó visiblemente. -¿Magnus?
-Aquí -Magnus empezaba a sentarse para ponerse de pie cuando Alec avanzó hasta su voz.
Alec ya había memorizado cada rincón del loft, podía ir y venir sin accidentes, pero no esperaba los pies de Magnus en su camino. Alec tropezó sobre él. Sus manos buscando de donde sostenerse para no chocar tan bruscamente, sus ojos muy abiertos y sus mejillas ruborizadas...
Pero lo que sorprendió a Magnus fue el reconocimiento de ese cuerpo, la forma, el peso, como se sentía sobre él. Si sólo los ojos no hubieran sido suficiente, ahora lo sabía, Alec era el hombre de sus sueños. Literalmente.
CONTINUARÁ...
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Caecus amor (Malec)
FanficTERMINADA» "-¿Un cazador de sombras ciego? -preguntó Magnus, mirando a Catarina como si se hubiera vuelto loca-. ¿Y por qué quiere un cazador de sombras ciego ser mi aprendiz? ¿Por qué lo permitiría yo?"