Caecus amor (Malec)

15. Errores emocionales

Alec acertó en casi todos los ingredientes que Magnus le pidió. Se equivocó un par de veces únicamente y hubo un pequeño accidente cuando Presidente lo hizo tropezar.

Magnus se vio obligado a usar magia, incluso cuando quería hacerla cerca de Alec, para evitar que la poción cayera sobre su aprendiz o su gato.

-¡Presidente! -después había intentando reprender a su mascota, incluso abrió la ventana para que se fuera, pero Presidente era un gato y en lugar de parecer herido, había salido con total dignidad luego de una larga mirada a Magnus.

Alec se quedó justo donde estaba, ajeno a la discusión de Magnus y su gato, congelado por haber sentido de cerca la magia del Gran Brujo de Brooklyn. Sabía que había sido un truco pequeño, sólo para protegerlos a él y a Presidente y regresar la poción a su lugar, pero lo había sentido: su poder, su magia. El olor a sándalo había disminuido cuando el de azúcar quemada aumentó. Su piel se había erizado y ahora estaba completamente seguro, si alguien podía lograrlo...ese era Magnus Bane. No se había equivocado en su elección.

-¿Alexander? -la voz y la cercanía de Magnus lo hicieron saltar en su lugar. ¿En qué momento volvió?

Magnus se sintió mal por asustarlo. No estaba seguro de hacerlo, pero se arriesgo a rozar sus dedos contra su brazo. -Lo siento, cariño. Presi usualmente no es así. Yo no pretendía hacer magia contigo o cerca de ti, no de esta manera, las pociones son diferentes, pero Presidente te hizo tirarla y...

Alec cerró sus manos en puños. No lo había asustado su magia, sabía que nunca le haría daño, Magnus tenía fama de extravagante pero no de malo o abusador. Lo que lo asustó fue saber que era cierto, era la magia de Magnus..

...pero nada de eso se comparó a lo que sintió al escuchar ese "cariño". Porque Magnus y él no eran nada, pero el brujo lo hacía sonar sincero. Y porque, además de Izzy, nadie había sido cariñoso con él desde hace años, sus padres lo repudiaron, primero por haber perdido frente a un demonio, "No importa que fuera uno mayor y no importa tu edad y la de Jace, un cazador de sombras hábil no habría terminado así", eso había dicho su padre, él ya no veía para ese momento, y segundo cuando los Hermanos Silenciosos dijeron que no había nada que hacer, entonces sus padres lo hicieron a un lado, era una vergüenza para los Lightwood...

Y Jace... En cierto modo perdió a Jace, a su parabatai, apenas habían pasado el ritual y unos días después sucedió eso... Así que perdió la vista y a su parabatai. Tenía un vacío y su runa parabatai, una de las pocas que usaba, dolía porque Jace estaba lejos...sólo él sabía dónde.

-¿C-cariño? -no pudo evitar tartamudear la palabra.

El cariño no estaba hecho para él. Sólo el de su hermana. Incluso había perdido el de su parabatai...

-Oh, Alexander -Magnus sintió su corazón romperse por la fragilidad con que Alec dijo la palabra, como si nadie fuera cariñoso con él. No lo pensó antes de envolverlo en un abrazo. Alec se tensó claramente, pero no lo alejó, poco a poco se derritió contra él.

¿Hace cuánto nadie le decía palabras dulces y lo abrazaba?

¡Alec seguía siendo casi un niño! Tan joven, nadie a esa edad merecía tanta soledad.

-Lo siento tanto, Alexander. Por todo... ¿Me dejarías ser...tu amigo? Intentar ser más que tu maestro.

El corazón de Alec se aceleró y cometió el error más grande -o el segundo más grande-.

-Sí -y había tanto anhelo y sinceridad en esa sola palabra que Magnus se juró hacerlo todo para protegerlo y darle todo lo que pudiera.

CONTINUARÁ...

Este capítulo tiene pistas importantes, ¿ya van entendiendo algo?

Final del maratón, ¿cuál quieren después? *algunos ya me dijeron en Fetiches*