Celos parte 2

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Hola!!! 😀 eh regresado!! la verdad me siento muy mal por haberlas/os dejado tanto tiempo, casi un mes 😔 tuve algunos problemas que la verdad afectaron mi inspiracion, saben que a mi no me gusta tardar mucho en actualizar pero preferi eso a darles algo mal echo y escrito solo por nomas. Lo bueno es que ya todo paso y estoy de vuelta con un capitulo muy largo, espero les guste y que la espera haya valido la pena 😁😊

La luz entraba por la ventana, Lucy abrio los ojos con pesades y lo primero que vio fue el pecho desnudo de Natsu quien se aferraba a ella en un abrazo. Intento separarse, todo era extraño y confuso. Iba a levantarse cuando fue consiente de su propia desnudez y los recuerdos de esa noche le regresaron a la mente, los besos, las caricias... aquella manera de hacer el amor... ella se sonrojo. Natsu comenzo a moverse haciendo que los pechos de ambos se rosaran, provocando en Lucy un cosquilleo. Él abrio los ojos de manera lenta y los fijo en ella.

-Lucy...agh!-se quejo Natsu llevandose una mano a la cabeza.

Ella comprendio el por qué de su queja, sin duda esa resaca no se le pasaria pronto. Sin importarle su desnudes se levanto lo mas rapido que las sabanas enredadas y las piernas de Natsu le permitieron y cerro las cortinas, dejando que el cuarto quedara muy poco ilumidado. Camino por el cuarto hasta encontrar la bata que Natsu le habia quitado y arrojado al suelo esa noche.

-Te traere algo para el dolor de cabeza.

Salio apresuradamente del cuarto y respiro al fin, por alguna extraña razon se sentia incomoda, no es que el sexo ubiera sido malo, para nada pero quien la habia echo ver las estrellas esa noche era la misma que durante tres años la habia echo sentir tan poco deseada con su amargura y poca ternura. Lucy supiro y con muchas dudas camino hacia la cocina.

-Buenos dias señora-dijo la cocinera, una señora ya grande de edad y de buen corazón- este dia les servire unos deliciosos chilaquiles con pollo, espero y sean de su agrado.

-Muy buenos dias-saludo Lucy con una sonrisa-suena muy bien, de seguro a Natsu le ayudara a sentirse mejor.

-El señor Dragneel esta enfermo?-pregunto preocupada.

-Solo un dolor de cabeza muy fuerte-dijo Lucy dirigiendose al botiquin de primeros auxilios que se encontraba colgado en la pared- necesita descansar y en poco tiempo estara bien.

-Bueno en ese caso picare un poco de fruta y le prepárare un jugo fresco de naranja-dijo la cocinera comenzando a picar las naranjas-le dire a Aries que se lo lleven a su habitacion, si usted esta deacuerdo.

-Claro, le agradesco mucho su atencion hacia Natsu-dijo Lucy agradecida, llendo por un vaso de agua ya con la medicina en la mano.

-No debe agradecerme señora-le sonrio-quiere que tambien le mande su desayuno a su cuarto?

-ammm... preferiría comer en el comedor-dijo Lucy nerviosa, no le gustaria quedarse mucho tiempo con Natsu a solas, aun tenia dudas en las que debia pensar.

-como ordene señora, en un momento estara listo esto-dijo la cocinera sonriendole. Lucy le regreso la sonrisa antes de salir de ahi y volver a su habitacion.

Al entrar vio a Natsu con los ojos cerrados y con exprecion de dolor, sin duda debia estar pasandola mal.

-Natsu-lo llamo y este abrio sus ojos con pesades-tomate esto, te va a ayudar.

Le entrego la medicina y espero a que se tomara el agua para quitarle el vaso y ponerlo en el buró.

-Gracias Luce-dijo Natsu mirándola directamente a los ojos.

Ella se sonrojo, hace mucho que nadie la llamaba asi. Se giro apartando la mirada, tomo un puñado de ropa al azar y se fue al baño con el pretexto de cambiarse.
Ya adentro se sintio como una niña por su actitud pero en verdad estaba incomoda, qué era lo que pasaba por la cabeza de Etherias Natsu Dragneel?
Pasados unos minutos comenzo a vestirse, por suerte habia tomado la ropa correcta, un conjunto de ropa interior limpia y un lindo vestido blanco sin mangas que le llegaba un poco mas arriba de la rodilla y lo adornaba un lindo cinturón cafe. Antes de salir mojo una pequeña toalla, sin duda eso terminaria de ayudar a Natsu.

El admirador secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora