Los días hasta el viaje a Okinawa pasaron en paz entre Sesshoumaru y Rin, solo cuando se tropezaban en el pasillo o en la oficina de su padre, se acordaba que tenía un enemigo, pero como contaba con el apoyo de su Sensei, para ella que Sesshoumaru la odiara, era lo último en su lista de preocupaciones.
Sesshoumaru de vez en cuando, al estar los tres reunidos en la oficina de su padre, la miraba furtivamente, motivado sin darse cuenta, por las palabras de su padre. Realmente no podía negarlo, Rin era preciosa. Aquellos ojos verde esmeralda haciendo contraste con su melena negra y sedosa, siempre andaba impecable y nunca lucía como una ejecutiva pasada de moda, mas bien moderna y refinada, una mujer digna de admirar.El día del viaje, Sesshoumaru no se sorprendió de verla sentada en el jet revisando varios documentos. El saludo para él, como siempre, fue un seco y desabrido 'buenos días'. En cambio para su padre y madrastra, se deshizo en besos, abrazos y una brillante sonrisa. En todo el trayecto, Sesshoumaru no pudo apartar la vista de ella, viendo por la ventana lucía tan melancólica y se preguntó que estaría pensando. Tampoco había olvidado que era huérfana desde pequeña, lo quisiera o no, Rin lo tenía intrigado. Al llegar a Okinawa, Inutashio anunció que hasta mañana tendrían que atender negocios por lo que llevaría a Izayoi y Rin a conocer un poco la ciudad. Rin no tuvo que voltearse para saber que Sesshoumaru la miraba queriendo fulminarla. Acercándose a su jefe para hablarle en voz baja, le pidió que llevara solo a su esposa.
- Sensei yo me quedo, así pueden ir los tres!
- No es necesario que interceda por mi Srta. Honjo podemos ir los cuatro, prometo no ser hostil!Rin le dio una mirada de arriba abajo a su 'enemigo' y con una sonrisa amarga, empezó a caminar. En silencio, Sesshoumaru caminó ligeramente rezagado, para poder verla caminar. Fue un día muy relajado, cada vez que volteaba le parecía que Sesshoumaru la estaba viendo pero supuso que era solo su imaginación. Verlo interactuar con su padre y madrastra, le presentaba una nueva faceta algo 'suavizada' de él.
Para ella, se sentía como ver una realidad que nunca había experimentado. Tenía fotos de su familia pero el recuerdo de su compañía o amor era muy borroso. Sintiéndose como una intrusa y aprovechando que estaban en un parque, se alejó caminando lentamente, atraída por los árboles de Sakura. Se sentó muy quieta en un asiento a la sombra del hermoso árbol, viendo la gente pasar preguntándose si algún día tendría una familia propia. El primero en darse cuenta que ella no estaba, fue Inutaisho. La buscó con la mirada y se preocupó de verla tan lejos.- Sesshoumaru, podrías ir a buscarla?"
Sesshoumaru dirigió la mirada a donde su padre le indicaba y no supo porque sintió como si algo le oprimiera el corazón. Su primera intención fue negarse, pero recordando su promesa de no ser hostil, se encaminó hacia ella. Izayoi observó de reojo a su hijastro, y sonrió disimuladamente porque le pareció obvio el interés por Rin, interés que iba más allá de una simple atracción física.
- Puedo sentarme?
- Es un país libre!Sesshoumaru se sentó torciendo la boca, se lo merecía. De pronto estando en aquel parque le pareció absurdo pelear con ella y le preguntó porque se había alejado modulando la voz. Asombrada, Rin se lo quedó viendo y algo indecisa le dijo que le encantaban los árboles de Sakura. Meditando un segundo, Sesshoumaru le dijo unas cuantas palabras que creía necesarias.
- Srta. Me he dado cuenta que usted no pretende nada con mi padre!
Rin lo miró un segundo antes de hablar y preguntarle si hablaba en serio. Escucharlo disculparse reconociendo que ella no era lo que pensaba, le dio tanto alivio que sin pensarlo, desplegó su mejor sonrisa y le extendió la mano para estrechársela en señal de paz.
- Le agradezco sus palabras!
Sesshoumaru no dijo nada, estaba deslumbrado por el brillo de la sonrisa femenina. Era la primera vez que sonreía exclusivamente para él, y se sentía bien, mejor que pelear, aunque tenía que admitir que intercambiar palabras 'amables' con ella era estimulante. Desde lejos, Inutaisho e Izayoi presenciaron el intercambio, alegrándose que al parecer las asperezas entre ellos, finalmente estuvieran desapareciendo. Esa noche los cuatro disfrutaron de una cena tranquila y amena, antes de irse a dormir para el día de reuniones que le esperaba.
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LEYES DE AMOR. SESSHOMARU Y RIN
FanfictionSesshomaru es un buen abogado, decide regresar a Japon despues de un largo tiempo esperando encontrar algunos cambios, pero jamas se imagino lo que iba a encontrar ... Espero no defraudarlas y que les guste esta nueva historia... gracias a todas por...