AKIRA

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"Cuales son tus intenciones Sara?"
"Este bebé no puede estar sin sus padres, además todo es muy caro y quiero que tenga lo mejor!"
"Disculpa, crees que nos vamos a casar o algo parecido?"
"No pretenderás dejar a tu hijo desamparado o sí?"
"Mañana mismo haremos una prueba para ver si eso es cierto!"
"Si es cierto!"

Sesshoumaru entrecerró los ojos ante la seguridad de Sara y con una gélida expresión le dijo que correría con los gastos del bebé, pero nada más.

"Quiero dejar algo en claro, la única mujer con quien yo quiero casarme es ella, sé muy bien que lo que quieres es dinero, pero jamás me casaré contigo, entendiste?"
"Claro y adonde vamos a dormir?"
"Esa puerta de ahí!"
"Akira no tiene cuna!"
"Le pusiste Akira?"
"Si, lindo verdad?"

Sesshoumaru resopló histérico, a su lado Rin temblaba y tenía la mano fría. En ese momento el bebé empezó a despertar y ella no pudo soportar más, poniéndose de pie fue al cuarto. En cuanto estuvieron solos, Sesshoumaru se acercó a Sara con los ojos como dos antorchas, hablándole sin esconder su frustración.

"No me engañas, no te importa ese bebé lo que quieres es dinero, pero si por esto a ella le sucede algo malo, haré que te arrepientas!"

Sara no se atrevió a contestarle pero al ver que iba detrás de Rin, le pidió que viera a su hijo. Sesshoumaru lo miró de soslayo, era tan pequeño e inocente que le dio lástima, fulminando a Sara con la mirada fue a buscar a Rin. Estaba sentada en la cama viendo un punto fijo en el piso, arrodillándose frente a ella la tomó de ambas manos, pegándoselas a las mejillas, por un momento pensó que iba descargar toda su furia en él, pero en su mirada no había enojo, solo tristeza.

"Rin? Estas bien?"
"Yo quería ser la que te diera tu primer hijo!"
"Pero ni siquiera sabemos si es realmente mío!"
"Está muy segura, se ve que lo planeó todo muy bien!"
"Que alivio pensé que ibas a culparme!"
"Que tonto, una mujer asustada o enojada con su madre, te hubiera buscado, en cambio ella esperó que naciera para traerlo…es tan pequeñito e inocente!"
"Estoy seguro que su madre esta detrás de todo esto, ellas tenían mucho dinero hasta el padre de Sara las dejó por una mujer más joven!"
"Cuando el examen de positivo, te harás cargo del bebé verdad?"
"Si es mío si y cuando me deshaga de Sara tu y yo lo criaremos!"
"Pero no puedes separarlo de su mamá, ya la escuchaste quiere que te cases con ella!"
"Eso jamás, tu serás mi esposa no esa chupasangre, dilo Rin!"
"Que?"
"Que tu serás mi esposa!"
"Pero ni siquiera habíamos discutido eso!"

Sesshoumaru la silenció con un beso y le pidió que repitiera esas palabras, aun aturdida, Rin lo hizo aguantando las ganas de llorar, el se recostó en su regazo pidiéndole que ahora mas que nunca necesitaba que fuera una fiera. Rin soltó una risita y se abrazó buscando en su determinación la fortaleza que necesitaba. Sin apartarse de ella, tomó el teléfono para llamar a su padre que se quedó helado al escuchar que tenía un supuesto nieto.

"Harás examen para comprobar que es tuyo?"
"Claro a primera hora mañana!"
"Estás seguro que lo que quiere es dinero?!"
"Si, pero nos costara una millonada!"
"Pero si es tu hijo no puedes pagarle para que desaparezca así nada mas, tienes que hacerte cargo de él y donde queda Rin en todo esto?!"
"Un problema a la vez papá!"
"Tienes razón!"

Cuando Inutashio le contó a su esposa lo sucedido, se quedó muy seria, todos sus pensamientos enfocados en Rin y lo que debía estar pasando. Le parecía que era demasiado cruel que después de todo lo que habían tenido que superar para estar juntos, su pasado viniera a arrebatarle la tranquilidad. Tomando su cartera le dijo a su marido que se apurara porque iban a ver como estaba Rin y conocer a la caza fortunas. Sara se sintió incomoda cuando vio a Izayoi porque la miró con dureza y prácticamente le arrebató al bebé. Sin importarle que ella estuviera ahí, Izayoi tomó el bolso del bebé y lo inspeccionó con cara de asco, solo había 5 pañales, toalla húmedas, una chupeta, una lata medio vacía de leche en polvo y un par de pijamas desteñidas, tirando el bolso al piso como si se tratara de un trapo viejo; le dijo a Inutashio que un rato irían de compras.

LEYES DE AMOR.  SESSHOMARU Y RINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora