COMENZO EL AMOR

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A la mañana siguiente… Cuando Rin abrió los ojos le extrañó no verlo a su lado y por un segundo eterno pensó lo peor, respiró tranquila cuando escuchó ruido en su cocina. Poniéndose una bata de seda, se acomodó el cabello y fue a buscarlo, estaba cocinando vestido solo con el boxer.

"Buenos días, huele delicioso!"

Dejando de lado la cocina, la sujetó por la cintura y le dio un beso de buenos días que hubiera despertado hasta un muerto. Con mariposas en la panza le preguntó que cocinaba.

"El desayuno que te voy a dar en la comodidad de tu cama!"
"Bueno…!"

Cautivada por esa faceta tan distinta de él, Rin se sentó sobre la isla de la cocina para verlo cocinar. Cuando terminó, Sesshoumaru hizo una pausa para darle un beso, Rin enroscó las piernas alrededor de su cintura besándolo con fuego en los labios. Dejando caer la cuchara que tenía en la mano, movió sus besos desde la boca hasta el cuello. Apartando con ambas manos la diminuta bata que llevaba, Sesshoumaru devoró sus senos con besos, mordiscos y suaves lengüetazos que pronto pusieron a Rin a gemir pidiendo mas, sintiendo su cuerpo humedecerse ella condujo la mano masculina entre sus muslos para que sintiera lo que sus caricias hacían en ella. En el momento que sus dedos hicieron contacto, Sesshoumaru sintió su miembro endurecerse y gruñó de placer, consciente de lo que estaba sucediendo, Rin le lamió la oreja pidiéndole que se controlara.

"No llegues todavía, quiero sentirte entre mis piernas!"

La respuesta de Sesshoumaru fue un gruñido ronco y largo y cerrando los ojos se movió para complacerla. Con una sonrisa, Rin se acostó en la mesa y flexionando las piernas a cada lado de la cabeza de Sesshoumaru comenzó a acariciarse los senos sugestivamente con la anticipación de lo que venía, él le lanzó una mirada antes de perderse entre sus piernas y cuando sus ojos se cruzaron, Rin le tiró un beso. Aferrándose a sus muslos, Sesshoumaru la saboreó hasta el cansancio, guardando en su memoria los gemidos y palabras de aliento que Rin decía jadeante. Disfrutó a plenitud el momento que sintió el clímax revolcarla en una marejada, dejándola casi si fuerzas para levantarse de la mesa. Sesshoumaru sentía dolor por aguantarse y le dijo que no podía contenerse más.

Saliendo de su delicioso letargo, Rin se incorporó como un resorte y con una sonrisa le dijo que gustosa le ayudaría. Antes de que el pudiera decir algo, había bajado y estaba arrodillada besándolo a todo lo largo y ancho de su hombría, manteniendo el contacto visual mientras le preguntaba si así le gustaba, acariciándole la mejilla mientras ella devoraba su miembro endurecido, Sesshoumaru le dijo que era lo más delicioso que le habían hecho en toda su vida. Rin lo sujetaba con ambas manos masajeándolo, en el momento que lo sintió llegar, se retiró y dejó que liberara su cremosa esencia sobre su pecho, un líquido espeso y tibio que se deslizaba con lentitud sobre sus pezones, ante la mirada incrédula de Sesshoumaru que tenía aquella imagen grabada en su mente con fuego.

"Me vuelves loco Rin!"
"Mas te vale, y? Todo ese desayuno se va enfriar, aliméntame!"

Sesshoumaru dejó que la sonrisa se esparciera iluminando su rostro, tomándola por los hombros la atrajo hacia él y la besó antes de ponerle la bata, tomando especial cuidado en hacer el nudo alrededor de su cintura en un desligue de ternura que la cautivó aun mas. Una vez vestida, la estrujó contra el pecho y le pidió que fuera acostarse y él iría en un segundo. Soltando una risa, Rin hizo exactamente eso. Al entrar a la habitación lo esperaba sentada en la cama, después de comer, Sesshoumaru le preguntó si tenía mucho problema en que él se quedara con ella un par de días.

"Como así?"
"Este apartamento es muy tranquilo y me gusta mucho, además estas tu!"

Entrecerrando los ojos como dos rendijas Rin le preguntó si estaba bien, dando un besito antes de contestarle le dijo que estaba mejor en muchos años.

"Déjame ver si entendí, quieres quedarte aquí conmigo por una cantidad indefinida de días, ósea vivir aquí?"
"Exacto, en otras palabras invadir tu espacio para que te enamores de mi!"
"Ahh pero eso no es posible!"
"Porque?"
"Porque ya estoy enamorada de ti, desde Okinawa!"

Con una suave sonrisa, Rin le cerró la boca empujando la barbilla hacia arriba pidiéndole un besito para luego acurrucarse en su pecho.

Miércoles…
Para muchos en la empresa era un secreto que Sesshoumaru y Rin fueran pareja. Ambos guardaban sus demostraciones de afecto para los momentos en que estaban solos, cuando él se transformaba en un hombre amoroso y devoto a ella. Era miércoles por la noche y la oficina estaba prácticamente desierta, a excepción de Inutashio y un par de ejecutivos que estaban reunidos con él. Rin aguardaba por Sesshoumaru viendo por la ventana. Esperaba a que él terminara con unos papeles para ir a cenar. Con la mirada perdida, enrollaba mechones de pelo con su dedo. Cuando sonó el teléfono del escritorio, Sesshoumaru contestó, una vez que terminó de hablar, le dijo que su padre lo necesitaba en la reunión en diez minutos. Rin torció la boca al comprender que sus planes para la cena quedarían pospuestos.

"Lo siento Rin!"

"No hay problema pasaré a comprar comida!"
"Genial, llegó en cuanto termine"
"…pero vas a tardar mucho…"

Sesshoumaru estaba tan concentrado en marcar un teléfono que no escuchó lo que ella dijo, tampoco vio la mirada traviesa que se le dibujó en el rostro mientras decidió dejarle un recuerdo 'agradable'. Se acercó a su novio, que hablaba concentrado, al verla de reojo y notar la expresión juguetona y peligrosa de Rin, Sesshoumaru enmudeció un segundo, tragando saliva.

Pidiéndole una pausa a su interlocutor, se la quedó viendo y tapando el teléfono con la mano, le preguntó en un susurro que hacia. La respuesta de Rin, fue desabrocharse un botón de la camisa, para que su ropa interior se asomara. Con una gota de sudor frió bajándole por la espalda, Sesshoumaru se echó una risita. Al estar frente a él, se sentó en su regazo y comenzó a jugar con la corbata aflojándola y en cuestión de segundos se la quitó, mientras los delicados dedos se movían desabotonando la camisa. Sujetándola por la cintura y hablándole al oído, Sesshoumaru puso el teléfono a un lado.

"Que haces? Debo hablar con esta persona!"
"Hoito-sama te esperará"
"P-pero…rayos eso se siente delicioso! Eres una tramposa… - las manos de Rin acariciando su piel lo obligaron a volver al teléfono -…Hoito-sama surgió un asunto urgente lo llamaré en cuanto termine!"

Sesshoumaru la acarició desde la cintura hasta los hombros, pasando suavemente ambas manos por su pecho. Rin se derritió cuando le desabrochó la camisa y le quitó la ropa interior para besar y mordisquear sus senos como si fueran un manjar.

"Pero solo tienes diez minutos!"
"Es que me encantan, tu empezaste!"
"Jejeje cierto!"

Con los ojos cerrados, Rin disfrutó de las caricias y luego se separó de él con una mirada traviesa.

"Adonde vas?"
"Por ahí!"

Rin se arrodilló, bajó el zipper y tomó a Sesshoumaru con los dedos para besarlo. Al sentir los labios sobre su piel, dejó escapar un gemido y cerró los ojos esperando el clímax. Cada vez que ella hacia eso recordaba la primera vez en su apartamento y aquel recuerdo era demasiado excitante y pronto sintió como su punto máximo llegaba. Tomando un klennex de su cartera, lo limpió y se puso de pie, abrochándose la camisa con una gran sonrisa.

"Entonces nos vemos en la casa?"
"Eres una tramposa!"
"Jejeje bien que te gustó!"
"Eso si pero ahora yo voy a una reunión y lo que realmente quisiera es hacerte el amor aquí mismo!"
"Te espero despierta ok?"
"Mas te vale!"

Rin le dio un último beso y después de comprar comida se acomodó en el sillón vistiendo una pijama sexy, Sesshoumaru llegó dos horas mas tarde, muerto del cansancio, al verla, sonrió, la tomó en brazos y ambos durmieron abrazados hasta el día siguiente.

LEYES DE AMOR.  SESSHOMARU Y RINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora