LA BODA

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Sesshoumaru soltó una risa y poniendo la foto de nuevo en el sobre, se despidió de su asistente. El tiempo que tardó en llegar al apartamento le pareció eterno y cuando abrió la puerta se quedó impresionado. Había muchas velas encendidas y flores blancas adornaban varios rincones, lo mejor de todo, estratégicamente colocadas, más fotos de Rin que fue recogiendo en su camino. Sacándose el saco y la corbata abrió la puerta del cuarto y contempló la hermosa vista.

Rin estaba igual que en las fotos, boca abajo y de espaldas a la puerta, moviendo los pies despreocupadamente mientras tomaba algo de lo que parecía ser una bandeja de comida. De pie en la puerta se quedó ido viéndola antes de tomar uno de sus pies y pasarle los dedos por la planta para hacerle cosquillas; pidiéndole que no se volteara, le estrujó juguetonamente el trasero, tenía la piel tan suave y olorosa que no pudo resistirse a la tentación de darle un mordisco en cada nalga, haciéndola estallar en risas. Volviéndose para verlo, lo recibió con los brazos abiertos frunciendo los labios en un beso. Pasando un brazo por debajo de su cintura, se pegó a ella para besarla sin inhibiciones, al calor de aquellos besos Rin le desabrochó la camisa para sentir su pecho. Separándose para hablar, le preguntó quien le había tomado esas fotos.

"Jajaja ya sabía! Una amiga fotógrafa, yo tengo los negativos! Te gustaron?"
"Eres espectacular lo sabías?"
"Que fue lo que más te gustó?"

Pasándole la mano por todo el cuerpo le dijo que le fascinaba todo de ella, desde la cabeza a los pies.

"Me encantó el contraste de las sábanas con tu pelo!"
"Tengo otro juego de fotos!"
"Después me enseñas, dime que estabas comiendo!"
"Jeje cosas ricas que compré hoy, pero primero…!"

Con una sonrisa y dándole besos lo desvistió tirando el pantalón y ropa interior al piso, luego le ofreció un camarón. Sintiéndose hipnotizado la besó diciéndole lo mucho que la amaba y la deseaba. Retorciéndose entre sus manos se aferró a su cuello; cuando Sesshoumaru le preguntó que quería, se echó una risa.

"Hazme gritar!"
"Entonces abre esas deliciosas piernas para besarte!"
"Y después que?"
"Te voy a penetrar con fuerza!"
"mmm me encanta que me hables así!"

Sesshoumaru se acomodó entre sus muslos y estirando la lengua jugueteó con los pliegues de su entrada, manteniendo contacto visual. Esa forma tan posesiva y sexual de hablarle la ponía por las nubes y sentía escalofríos en todo su cuerpo. Deteniéndose un segundo, Sesshoumaru se relamió haciéndola sonrojar. Gimiendo excitada se dejó arrastrar por las caricias y alcanzó el clímax aferrada al respaldar de la cama, diciendo que él era lo máximo. Con una sonrisa, se acomodó sobre ella besando su cuello y susurrándole que apenas empezaban. Soltando una carcajada, estiró la mano para sentir su erección.

"Eres tan grande y fuerte, me encanta!"

Sujetándola por las caderas, la ayudó a ponerse sobre sus manos y rodillas y así admirar su espalda desnuda. Acariciándole suavemente el trasero; introdujo sus dedos de forma intermitente para juguetear con su deseo. Moviendo la cabeza, lo vio llevarse los dedos a la boca y cerrar los ojos al saborear su sexualidad. Movida por la curiosidad, se dejó caer en el colchón y le preguntó a que sabía. Sonriendo, Sesshoumaru le contestó con una voz ronca y sexy.

"Sabe a ti!"

Carcajeándose emocionada, se acercó y comenzó a besarlo bajando hasta su hombría. Con cariño, Sesshoumaru estiró la mano para acariciarle la cabeza. Aguantando el impulso de su cuerpo de dejarse llevar, permitió que siguiera besándolo hasta que no pudo más. Con una sonrisa, Rin se apartó apoyándose sobre sus rodillas. Respirando profundo la admiró antes de ponerse detrás de ella y penetrarla. Aferrado a sus caderas comenzó a moverse, primero suave y luego con fuerza, descargando su esencia en medio de un gruñido.
Al acostarse, Sesshoumaru se abrazó a ella por la cintura besándole el cuello. Después de un rato se quedaron dormidos y cuando Rin abrió los ojos estaba sola en la cama. A punto de levantarse se distrajo con el ruido de su celular vibrando; era un mensaje de texto de Izayoi avisándole que Akira estaba dormido y había cenado muy bien. Enderezándose para alcanzar el teléfono, escuchó la puerta del baño abrirse, la figura desnuda de su prometido la distrajo y se quedó viéndolo embelesada.

LEYES DE AMOR.  SESSHOMARU Y RINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora