TIEMPO PERDIDO

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4 días habían pasado
Rin abrió los ojos con pereza, sentía el peso de Sesshoumaru a su lado y con una sonrisa buscó el calor de su pecho, dándole los buenos días con un beso.

"Que rico dormir en una cama normal contigo!"
"Dime cuando quieras bañarte?"
"Cinco minutos más!"

En la ducha, Sesshoumaru la enjabonó con mucho cuidado entre besos y risas. Después de desayunar, se acomodó en una confortable silla, viendo jugar a Mia con varios juguetes que Sesshoumaru le había comprado, mientras en su encierro, Akira la observaba riendo. Cuando Mia llamó a su mamá para que se les uniera en el juego, ella aceptó de buena gana. Rin respiró con mucho cuidado aguantando la molestia de sus costillas rotas, buscaba una posición menos incómoda cuando sintió que alguien se acercaba.

"Sesshoumaru eres tu?"
"Si te traje jugo!"

Arrodillándose frente a ella le dio un beso preguntándole como se sentía y si estaba de humor para una sorpresa. Diciéndole que sí, cerró los ojos. Rápidamente todos se acomodaron frente a ella. Izayoi sostenía el pastel mientras Sesshoumaru cargaba al pequeño, cuando Rin abrió los ojos, inmediatamente se le llenaron de lágrimas y Sesshoumaru se apresuró a preguntarle si estaba todo bien.

"Estoy feliz!"
"Lista para apagar las velas?"
"Aja!"

Después que todos la felicitaron, Sesshoumaru se acomodó en una silla junto a ella, acariciándole la mano, mientras contemplaban a su hijo jugar con Lucía.

"El próximo año te haré una gran fiesta!"
"Suena divertido, sabes que no tienes que quedarte todos los días conmigo, ve a la oficina, así te distraes!"
"Intentas deshacerte de mi?"
"Jaja, claro que no!"
"Para complacerte iré en las mañanas!"

Levantándose para servirse algo de tomar, le dio un beso y fue con los niños, pronto ambos volaban por los aires haciendo avión. Cansada de estar sentada le pidió a Lili ayuda para levantarse y caminar un poco para así ver los juegos de cerca.
Los siguientes días a petición de Rin, se reunieron con el organizador de bodas, no soportaba estar sin hacer nada cuando había dos bodas que planear. La recuperación se dio sin complicaciones y pronto tuvo más movilidad, sobre todo para volcar su energía en Akira, que crecía a pasos agigantados. Mia y Lili ya se habían ido con la promesa de regresar 2 semanas antes de la boda. En la mansión, además de sus suegros, tenía la compañía de Inuyasha con quien había congeniado desde el primer día. Rin estaba jugando con el pequeño en su habitación cuando Inuyasha entró para invitarla a almorzar.

"Claro, Sesshoumaru estará ocupado todo el día!"
"Dame al enano un rato, salimos en media hora?"
"Perfecto!"

Akira le tiró los brazos a su tío sonriente, dándole la oportunidad a Rin de cambiarse con calma. Los tres pasaron una tarde muy entretenida y cuando llegaron a la casa, Sesshoumaru ya estaba ahí. Después de cenar y acostar al pequeño y a pesar del cansancio, Sesshoumaru luchó con el sueño para poder compartir un rato con ella. Habían pasado 5 semanas desde que saliera del hospital y soñaba con el día que pudieran mudarse a su apartamento y tener una vida más en familia.Rin salió del baño poniéndose crema en las manos, vestía una pijama de camiseta y pantalón, ambos de algodón, no quería arruinar su recuperación y había guardado las pijamas sexy hasta que tuviera el visto bueno del doctor. Acomodándose junto a él, le dio un beso, preguntándole cuan cansado estaba.

"Pensé que lo disimulaba a la perfección!"
"Duérmete, mañana es sábado y me gustaría ir de paseo con Akira, al zoológico o al acuario o ya sé…para que descanses, mejor hagamos un picnic a la orilla de la piscina!"

Sesshoumaru pasó el brazo sobre su hombro atrayéndola en un beso, diciéndole que ese picnic sonaba genial.

"Dime como te fue con el animal?"
"Es tan divertido y buenísimo tío, no me deja pagar por nada, tan caballeroso como su guapo y sexy hermano mayor!"
"Más le vale!"

Pasándole la mano por el pecho le dijo que lo extrañaba demasiado y no veía la hora en que pudieran estar juntos de nuevo. Carcajeándose para enmascarar su ansiedad, le dio un beso asegurándole que nadie más que él esperaba ese momento. Con una mirada pícara, Rin le metió la mano en el pantalón y comenzó a estimularlo recordándole que nada le impedía a ella jugar con él.

"Jejeje!"

Viernes, 8 días después…

Después que Sesshoumaru saliera para la oficina, Rin entró a bañarse. Se puso un jeans, sandalias y una camisa blanca de hilo. Akira ya estaba listo y esperando por ella, la niñera lo entretenía jugando con piezas de lego. Haciéndose una cola, Rin entró al cuarto preguntando si estaban listos.

"Si señora!"

Después de acomodar al pequeño en su silla, Rin puso el automóvil en marcha, una lujosa 4x4 regalo de Sesshoumaru, y salieron de la casa, desacelerando le preguntó a la joven si tenía la lista del supermercado.

"Si señora aquí está!"
"Gracias por acompañarme!"
"Es un placer!"

Regresaron a la mansión antes del medio día, para almorzar con Izayoi. Tomando al pequeño le preguntó como le había ido y Rin sonrió diciéndole que tenía todo listo y después de comer y jugar un rato con Akira iría al spa. Su suegra se la quedó viendo furtivamente, no parecía ser la misma que había estado en coma tan solo semanas atrás. Después de comer salió rumbo al spa. Estaba a punto de entrar cuando sonó su celular, era Sesshoumaru.

"Que haces?"
"Voy al spa para un masaje! Akira está con la niñera!"
"Entonces nos vemos en la noche?"
"Claro!"

2 horas más tarde…

Sesshoumaru estaba concentrado en su laptop cuando su asistente entró a la oficina.

"Señor tengo un mensajero con un sobre para usted, pero dice que debe ser una entrega personal, es de parte de la Srta. Rin!"

Extrañado, apartó su vista del documento esperando por el mensajero. El joven entró llevando un sobre de manila y al verlo sonrió diciendo algo para si mismo.

"Aquí tiene Sesshoumaru-sama!"
"Que dijiste al entrar?"
"Solo repetía lo que ella me dijo, cabello y ojos claros!"

Con el documento de recibido firmado, el muchacho salió de la oficina y Sesshoumaru pudo abrir el sobre. Cuando sacó el contenido se atragantó sintiendo el hormigueo de una erección sacudir su cuerpo. En sus manos tenía una foto de Rin posando desnuda entre sábanas de seda blanca. La fotografía era una obra de arte que mostraba su sensualidad sin hacerla vulgar. Sintiéndose agitado despegó la pequeña nota en la foto.

"Te espero en mi apartamento!"

Disfrutando de la foto un par de minutos más, sacó su celular y la llamó. La voz al otro lado del teléfono era la Rin juguetona y sensual que recordaba y sin darle tiempo a nada, le dijo que tenía luz verde del doctor para hacer lo que quisiera.

LEYES DE AMOR.  SESSHOMARU Y RINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora