LEYES DE AMOR. SESSHOMARU Y RIN

CONQUISTANDOTE

A la mañana siguiente…

Sesshoumaru buscó a su padre en el restaurante para desayunar, aunque lo que realmente quería era verla. Después de un rápido vistazo lo divisó en una de las mesas cerca de la piscina, pero estaba solo.

"Hola papá!"
"Hola, que bueno que decidiste quedarte, me lo comentó la pequeña. Se puede saber que te hizo cambiar de idea!"
"Tengo mis razones!"
"Claro…y como te fue anoche?"

Sesshoumaru parpadeó antes de mirar a la única persona que veía más allá de su gélida actitud y nunca lo había juzgado por ser así. Su padre era un hombre tolerante que se esmeraba en ver todo lo bueno que los demás tenían para ofrecer.

"Papá! Me fue bien, ella es muy diferente a lo que yo me imaginaba!"
"Te lo dije, la pequeña es adorable!"
"Ahem y por casualidad sabes donde está la fiera?"
"Claro, justo por allá tomando el sol con Izayoi!"

Disimuladamente, Sesshoumaru babeó al verla tendida en una silla tomando el sol y riendo con Izayoi. Rin era despampanante, sabía que bajo aquellos trajes ejecutivos se escondía una curvilínea y sensual diosa, pero al verla con aquel bikini rosado como de muñeca, se le hizo la boca agua. Inutashio se tragó la risa al ver a su hijo embobado con Rin y le alargó un vaso con jugo de naranja, pidiéndole que se lo llevara. Sesshoumaru tomó el jugo y miró de reojo a su padre, por momentos deseaba poder demostrarle lo mucho que lo amaba y respetaba, pero no sabía muy bien como, por eso se esforzaba en ser el mejor y hacerlo sentir orgulloso. Caminó hasta ella, saludando a Izayoi con amabilidad y a la fiera con una sonrisa apretada. Al verlo Rin se irguió y tapándose el sol con la mano le sonrió.

"Hola Sesshoumaru!"
"Izayoi-sama, Rin!"
"Viste si a tu papá le habían traído el desayuno?"
"Todavía no!"
"Iré a ver de todos modos!"

Una vez solos, Sesshoumaru se acomodó junto a Rin en la misma silla entregándole el vaso.

"Te lo manda tu protector!"
"Jajaja gracias por traerlo!"
"Como durmió señorita?"
"Bien gracias, es que pasé una noche muy entretenida!"
"Buena compañía?"
"Debo admitir que si, un poco apresurado y algo arrogante, pero con ojos lindos!"

Sesshoumaru se carcajeó con la coquetería de Rin, parecía otra mujer y eso le encantaba. Un día era implacable y feroz y al siguiente una gatita sensual y coqueta. Con un par de carcajadas aún atoradas en su garganta, le dijo que ella también tenía ojos lindos. Rin dio un sorbo a su jugo y le preguntó como había dormido él. Levantando una ceja, le dijo que como un bebé pero algo insatisfecho. La fiera se rió suavemente y le pidió que la acompañara a comer algo. Estaba fascinada, porque aunque trataba, Sesshoumaru no podía disimular verla de arriba abajo como si fuera un dulce. Mientras caminaban hacia la mesa, Sesshoumaru se pegó a ella y hablándole al oído le pregunto cuales eran los planes para ese día. Retorciéndose por la cercanía, le dijo que iban a pasear y de compras.

"Tendremos el placer de su compañía señor Youkai?"
"Claro, sabes algo? me gusta cuando me dices señor Youkai con esa voz tan dulce sin apretar los dientes!"
"Jajaja!"

Después de desayunar y cambiarse, Rin salió a encontrarse con Izayoi e Inutashio y se sorprendió al ver a Sesshoumaru en el pasillo esperando por ella.

"Que haces aquí pensé que nos íbamos a ver en el lobby!"
"Los planes cambiaron parece que solo seremos nosotros dos!"

Rin torció la boca ocultando su felicidad, aunque disfrutaba pasar tiempo con ellos, le emocionaba tener toda la tarde con aquel hombre interesante y bello. En el fondo deseaba averiguar si intentaría besarla otra vez y de esa forma demostrarle genuino interés.

"Pues si no tengo otra opción!"
"Oiga señorita me ofende!"

Sesshoumaru la llevó de paseo por los lugares que una vez visitara con su madre siendo un adolescente. Después de almorzar y compartir uno que otro detalle íntimo, le pidió que buscaran una tienda de zapatos.