Los animales chocaron soltando mordiscones hacia todas partes, aunque nunca acertándose el uno al otro. En el momento que Nathaniel logró morderle la pata a Carter, recibió una sacudida con el fin de quitárselo de encima. El perro derrapó hacia un lado, pero volvió a la carga en cuestión de segundos, no iba a dejar que lastimara a nadie si podía evitarlo.
Albus tiró de la mano de Avery con fuerza, quien se negaba a abandonar al animago solo con el hombre lobo. La pelirroja clavó ambos pies en el suelo con ímpetu, aunque él no estaba dispuesto a desistir, por lo que tironeó con brusquedad logrando moverla un poco. Los chillidos provenientes de Nate le perforaban los oídos, provocándole inmensas ganas de llorar. El boerbel gruñía, ladraba furioso e intentaba a toda costa llamarle la atención al lobo, pero éste no despegaba sus ojos de Albus y Avery huyendo. Carter ya no era él mismo, se había desprendido de su esencia por completo, siendo poseído por el lobo, la bestia interior, esa parte salvaje a la que temía tanto. No era capaz de reconocer a sus amigos, ni siquiera de diferenciar a la chica que amaba.
─Rápido, no sabemos por cuanto tiempo Nate podrá entretenerlo ─dijo Albus con dificultad.
Avery se aferró a la mano del azabache, corriendo con más intensidad en dirección al bosque, con él se sentía más segura. La esperanza de perder a Carter entre el espeso lugar se esfumó cuando el alarido de dolor y los gimoteos de Nathaniel les llegó con claridad. Ambos giraron sus rostros para observar al perro, que intentaba entretener al lobo con la poca fuerza que le quedaba, pero Carter le había propinado un golpe contra el troco de un árbol.
Nate, bastante adolorido como para ponerse de pie, observó a Carter levantar su brazo con el fin de desgarrarlo. Cerró sus ojos soltando unos sollozos antes de esperar el impacto, sin embargo, la luz cegadora proveniente de la varita de Avalon logró descolocar al lobo, que huyó despavorido hacia al bosque.
Avalon se arrodilló junto a Nathaniel, quien comenzó a cambiar su anatomía para volver a ser el mismo chico de siempre. Sonrió un poco al ver a su heroína, le dolían las costillas y su cabeza parecía tener unos bombos dentro por la forma en que golpeteaba contra las paredes de su cráneo, causando demasiado ruido. Un hilo de sangre escurría de una herida sobre su ceja.
─No pude detenerlo demasiado, se ha… se ha vuelto fuerte ─se lamentó entre gemidos de dolor.
La chica negó como si no tuviera importancia y le depositó un beso en la frente.
─Está bien, no te preocupes ─respondió ella─. Estuviste genial.
Avery huía al mismo paso que Albus, tuvieron suerte de que James se llevara a Gal con rapidez hacia la enfermería. Sus piernas se movían a toda velocidad en constante coordinación, las hojas secas y ramitas crujían debajo de sus pies, incluso sentían que sus zapatos hacían demasiado escándalo derrapando sobre la tierra. A la pelirroja le picaban los ojos, las insistentes ganas de soltarse a llorar la inundaron por completo. Le falló a Carter, a Nate, a Avalon, a London y a sí misma. Albus sentía un nudo en su estómago, pero la adrenalina bombeaba por todo su cuerpo, no quería morir y menos dejaría a Avery en peligro. Se dijo a sí mismo que cuando ella estuviera a salvo se sentiría en paz.
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Trouble » Albus Potter
FanficAlbus no estaba dispuesto a someterse a la maldición Potter, pero ¿Seguirá siendo una opción luego de Avery? O mejor así, ¿Logrará no enamorarse de una pelirroja?