31. Una serpiente en apuros

1.5K 87 108
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Pasadas las cuatro, exactamente dos minutos más tarde, Avery se acercó a paso apresurado por el corredor del séptimo piso, donde la figura esbelta de un muchacho se iluminaba con el brillo del fuego. La pelirroja disimuló una sonrisa y llevó ambas manos a su cabello para peinarlo con lentitud. Jacob se encontraba entretenido jugueteando con un colgante de plata entre sus dedos; podía notársele atento al accesorio que poseía sobre la palma de su mano. Avery frunció el ceño intrigada, ¿Qué era lo que observaba tanto? Se acercó sigilosamente para esconderse tras un pilar y su rostro sobresalió con delicadeza de la estructura. Tal vez creía que era buena escondiéndose, o que Jacob no se daría cuenta de su presencia, pero él era consciente que Avery lo escudriñaba.

Jacob clavó su vista en el anillo, era a simple vista de mujer, estaba hecho de oro blanco porque como su madre decía, de aquella forma duraría por siempre. Pero la piedra... esa sí que era toda una historia; la esmeralda había pasado de generación en generación y para ese entonces era el turno de Jacob de portarla. Avery entrecerró sus ojos, incapaz de reconocer el semblante del muchacho y él suspiró.

― ¿Vas a seguir espiándome o me darás clase? ―cuestionó colocándose el colgante nuevamente y escondiendo bajo su camisa el anillo―. Porque llegas como tres minutos tarde.

La pelirroja sintió un escalofrío recorrerle la espina dorsal ante la voz ronca del chico y se manera inconsciente comenzó a tartamudear. Jacob elevó su vista y se fijó en el insistente sonrojo que tenían las mejillas de Avery; mentalmente esa imagen le provocaba cierta gracia en el buen sentido.

―Relájate, Williams. Yo no soy de quien deberías preocuparte.

La pelirroja cerró su boca y frunció el ceño, sin notarlo se había vuelto a armar de valor, por lo que se irguió y caminó a paso firme hasta encontrarse frente al Slytherin. Lo observó de manera altiva y giró propinándole un impacto con su cabello.

―No existe nada que pueda preocuparme aún, Griffin.

Se paseó por el corredor tres veces antes de que una puerta se materializara frente a ellos y Avery la abriera para ingresar. Jacob se acercó maravillado, nunca había utilizado la sala de los menesteres hasta entonces. Una vez dentro gruñó al ver una réplica del aula de pociones, aunque más pequeña y con una sola mesa. Avery tomó asiento en una banqueta y tomó el libro hasta dejarlo abierto en una página determinada.

― ¿Es broma? ―cuestionó Jacob.

―Considero que si sales de este lugar sabiendo preparar un filtro de muertos en vida o una poción multijugos, Slughorn te aprobará ―se encogió de hombros.

El castaño vaciló un poco antes de tomar asiento frente a ella y observar los ingredientes necesarios. La poción herbicida era parte de uno de los filtros más avanzados, pero su tiempo de preparación encajaba a la perfección por ese día, pues si aquella salía bien en unos días más Avery lograría que Jacob preparara una poción multijugos o el filtro de muertos en vida con facilidad. Sin decir otra palabra, Griffin comenzó con su labor.

Trouble » Albus PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora