Bueno, solo quiero decir... ¡PERDÓN!
No los detengo más y dejo que se imaginen lo que se viene
¡Feliz lectura!
El año había terminado y el receso de invierno también, adentrando a toda la humanidad a principios de enero. Tras el incidente con los brazaletes encantados, cortesía de Gal, tanto Avery como Albus pretendieron olvidar el asunto. A pesar de ello, olvidar no era exactamente no pensar sobre aquella madrugada, sino asumir que no conversarían acerca de él.
Solo habían dos cosas que motivaban la sonrisa en el rostro de Avery: ver a Jacob y su cumpleaños. Podía parecer pretencioso, pero dicha fecha era especial para la muchacha, solo por recibir atención. Avery no quería que la alabaran como a Gal todos los días de su vida, aunque un día al año le parecía estar a gusto con ello.
El 1 de febrero estaba cada vez más cerca. Ya quería recibir los regalos de sus amigos... sí, los regalos eran su parte preferida.
Con un suspiro de cansancio, Avery quitó de su oído el audífono y la voz de John Cale entonando Hallelujah disminuyó su volumen a nulo. Echó una mirada abatida a su padre y le entregó su móvil muggle.
―No lo rayes ―ordenó la pelirroja.
―Ya se asemeja a mamá ―opinó Tristan, generando una intromisión entre las butacas del auto.
― ¿Podemos bajarlo primero? ―ronroneó Salem, estirándose sobre las piernas de su dueña.
Tristan entregó su móvil tal cual Avery y con una mirada llena de recelo exclamó:
― ¡¿Cuál es el bendito problema de esta bola de pelos?!
Salem no tardó en responder con mucha paciencia.
―Bueno, por empezar me utilizaste sin permiso, dijiste abracadabra y me hiciste hablar ―maullaba―. Y por si fuera poco, ya que eres capaz de entender todo lo que digo me obligas a utilizar código morse cada vez que cenamos y dices algo estúpido, de otra forma no podríamos soportarte.
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Trouble » Albus Potter
Hayran KurguAlbus no estaba dispuesto a someterse a la maldición Potter, pero ¿Seguirá siendo una opción luego de Avery? O mejor así, ¿Logrará no enamorarse de una pelirroja?