Love Me {Dipper Y Tu}

Capítulo 23

Will estaba muy estresado. Y lo estresado me refiero a que no dejaba de llorar.

—Ya Will, no creo que sea tan malo —le acaricié el hombro.

No entendía, como podía ser posible que un ser tan poderoso como el estuviera tan deprimido.

—¡E-Es que el amo Gleeful me ha prohibido que vuelva a esta dimensión!—frunci el ceño.

—¡¿Cómo que ese tal Gleeful te lo ha prohibido?! ¡Quien se cree! —me crucé de brazos.

Will logro calmarse y me sonrió.

—Tranquila ______, el aún no sabe lo de las dimensiones —asenti, un poco más calmada.

Mire a Dipper, que estaba sentado sobre una roca, observándonos.

Narra Dipper

Ver entrenar era genial. (Y también contenerse de atacar a Will con sus poderes).

Tenía que admitir que aprendía muy rápido, y eso era aun más genial. ¿Y saben que seria genial también? Que destruya a Bill Cipher.

Dije genial demasiadas veces.

Ella dejo de levitar y se quedó hablando un momento con Will. La verdad es que al principio sospechaba de ese tipo, pero luego comencé a entender mas lo de las dimensiones reverse, así que entendí que Will seria todo lo contrario a Bill. Osea, mas pacífico.

Pacífico, pacifico... ¡Pacifica!

_____ no lo sabe pero, he estado viéndola últimamente. Y no me preocupa que se este volviendo insistente, me preocupa sus pedidos de "alejamiento temporal de la chica nueva".

Como si fuera tan fácil.

Se despidió de Will y el demonio chasqueo sus dedos, para luego desaparecer. Se acercó a mi y me sonrió. No pude evitar hacerlo también.

—Bien—rió—. ¿Vamos por esa pizza?

*****

Nunca conocí a alguien que me hiciera reír más que Mabel.

—... Y entonces se le cayó la toalla al suelo y —carcajeo— y le dije "¡oye, tapate hay niños presentes"

Solté una carcajada. Luego comencé a toser porque tenía pizza en mi boca.

Nos habíamos sentado en la pizzería. a esperar nuestro pedido cuando nos trajeron agua para beber y los menús. Estábamos tan entusiasmados hablando, que pedimos algo para comer ahí mismo.

Llevábamos como media hora hablando y riendo sin parar, hasta que mi teléfono comenzó a sonar.

—Oh, es Mabel—atendi—. ¿Qué sucede?

«TE DIRE LO QUE SUCEDE, DIPPER PINES»

Oh diablos, nunca volvimos.

—¡Lo siento Mabel, ahora vamos!—_____ se trapico con su jugó de naranja y comenzó a recoger nuestras cosas. Le hizo señas al mesero para que traiga la cuenta.

«MÁS TE VALE QUE LA PIZZA ESTE BUENA» colgó.

—Yo pagó —le dije a _____ y ella hizo una mueca.

—Nada de eso, dejame pagar a mí —saco su billetera de su mochila.

—No no, dejame. Yo invitó—le entregue los veinte dólares al mesero y este los aceptó.

Pero _____ se los arrebató y le entregó SU dinero.

—¿Nos la podría dar para llevar?—pidio ella, como si nada pasara.