Love Me {Dipper Y Tu}

Capítulo 34

Narra ________

Cuando Mabel se fue a su cita, me quede con Dipper en la cabaña.

Estábamos ordenando todo para ver la maratón de películas en el televisor, cuando mi abuelo y el señor Stan salen de la oficina.

—Acompañaremos a Ford a un lugar —dijeron sin más, nosotros asentimos volviendo a hablar de la película.

—¡Oh, abuelo! —el volteó a verme—. Dile a mamá que me quedaré a dormir aquí.

El asintió para luego decirnos adiós con la mano. El tío Stan se acerco a nosotros y nos miró serio.

—No quiero que hagn nada raro ¿bien?

—Por favor tío, somos unos niños inocentes que verán una película de dibujos animados —hablo Dipper imitando la voz de un niño.

—Asi es ¿acaso no vez que tengo mi almohada anti-pesadillas? —dije tomando un almohadon de Mabel que tenia la cara de un oso.

El señor Stan le dirigió una mirada de doble sentido a Dipper, quien se quejo rápidamente.

Luego de ese raro momento, ambos nos quedamos solos y comenzamos a ver la película.

Dipper tenía razón. Eran realmente malas y en vez de dar miedo te hacian reír.

Como a mitad de la película, las cosas se volvieron interesantes.

Dipper puso su brazo sobre mis hombros y yo recargue mi cabeza sobre su pecho. Sentí como olía mi cabello y un cosquilleo en mi panza se hizo presente.

Pero luego recordé a Pacífica, y la pelea que habíamos tenido hoy. Una de las cosas que dijo, me hizo salir de esa comoda posición.

Dipper me miró extrañado, yo me cruze de brazos y lance la pregunta.

—¿Cuando me ibas a decir que no estarías aquí en mi cumpleaños?.

Me miró unos segundos y luego comenzó a reírse.

—¿De qué hablas ______? ¿Por qué no estaría aquí?.

—Pacífica me dijo que te irías con ella a no se donde -eleve la voz.

—¿Ella te dijo eso? —asenti, obvia—. Y tu le creiste.

—¡Pues claro que le creí, es ella y... Eres tú!

Dipper levantó una ceja y noté como una sonrisa traviesa aparecía en sus labios.

—Osea que le crees más a tu peor enemiga que a mi —lo miré enojada.

—¡Eso no es verdad!

—¡Ohhh, ______ no me quiere! —dijo fingiendo dolor en su pecho. Rodé los ojos y le tire el almohadón de oso.

—Ya basta Dipper, quiero ver la pelicula —dije, volviendo a mi postura sería mientras me dejaba caer en el sofá, alejada de el.

Mi concentración en la muerte del protagonista, desapareció cuando senti su respiración en su cuello.

—Tu cabello huele tan bien —susurro en mi oreja.

—Si te pusieras perfume más seguido... —comente.

—Eres una mata pasiones —se quejó el, pero sin alejarse de mí.

Esta vez fue el quien colocó su cabeza en mi cuello. Su mano estaba sobre la mía pero nuestros dedos no estaban entrelazados.

Algo dentro de mi me estaba matando, y era el amor por Dipper. El no sabía en la situación que me ponía al acercarse de esa forma. Aun qué, a veces pienso que lo hace a propósito.