Capítulo 2

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Capítulo 2: Misión de rescate

—¿Pero por qué te vas? —preguntó haciendo puchero, mientras seguía haciendo la mochila.

Llevaba desde el día de mi cumpleaños en VillaMiller, ese era su regalo, así que estuve 4 días con ellos, cuatro locos días.

—Porque tengo que ver a mis padres, y...

—Tus padres viven en la calle de al lado —me reprochó.

—Sí, y yo vivo con ellos. Además, le prometí a mi mejor amigo que...

—¡¿Tu mejor amigo?! —me cortó Ethan.

—Mi otro mejor amigo, a ver Ethan concéntrate, le prometí que pasaría unos días en su casa, y voy de aquí unos días —abrió la boca para reclamar, pero no le dejé—. Adiós Ethan.

Bajé las escaleras y me despedí de Harley. Salía por la puerta cuando vi a los "amiguitos" de los Dursleys. *Hay cosas que se olvidan, pero que te cierren una puerta en la cara y la venganza no son unas de ellas. *

Apresuré el paso para alcanzarlos.

—Perdonen —se notaba que eran unos ricos pijos a kilómetros—, ustedes son los invitados de los Dursleys, ¿me equivoco? — dije sonriente.

—No, niña, no te equivocas, ¿en qué podemos ayudarte?

—Nada, solo que —bajé la voz— los Dursley es tan locos, chiflados —dije en tono asustadizo—. Tengan cuidado —se miraron entre ellos aterrados, sonreí y añadí—. Que pasen una buena velada.

Y me fui dirección a RocaCollins muy contenta.

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Estimado Ron

Encontré a Harry, vive una calle más allá a la mía, pero tenemos problemas, ¡tiene barrotes en las ventanas! Es como una pequeña prisión.

Y sus tíos... los peores muggles que existen en el mundo.

Ron, no sé qué hacer, ya le conté a Hermione, pero todavía no contesta.

Tenemos que hacer algo, pero sin magia.

Malia.

Se la até en la pata a la pequeña lechuza que tenemos en casa, salió por la ventana y la vi alejarse.

Esa misma tarde dos lechuzas tocaron la puerta.

*pero si las lechuzas no usan las puertas* Bueno, pues estas son educadas, ¡¿qué quieres que te diga?!
* ¡No lo sé! Pero esa estupidez tan grande no*
En serio, me matas. Sacudí la cabeza.

Eran las respuestas de Hermione y Ron. Abrí la de Herms:

Para: Malia Collins.

Oh, dios mío Mal, ¡eso es terrible! y no se me ocurre ninguna forma de liberarlo sin usar magia.

Tiene unos tíos despreciables, hacerle eso a su sobrino, a un niño, no lo entiendo.

Lo lamento tanto.

P.D: No hace falta que respondas.

Hermione. 

—Pienso igual que tú, Hermione —musité.

Abrí la carta de Ron, que pensé que diría lo mismo que Hermione o parecido, pero su respuesta me dejó boquiabierta.

MALIA COLLINS Y EL HEREDERO DE SLYTHERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora