Capítulo 10

10 0 0
                                    

Capítulo 10: Huye de los paparazzis.

—Vamos, Hermione, ya te he dicho cuánto lo siento, por favor —pedí lanzándome sobre sus piernas. 

Mantuvo su vista fija en el ejemplar de Viaje con los vampiros que tenía abierto y apoyado contra su taza de leche. Se deslizó hacia su derecha alejándose de mí. Al tener la cabeza apoyada en su pierna ese movimiento hizo que mi cabeza chocara contra el banco en un ruido sordo. 

—¡Aw! —exclamé sobando mi cabeza.

Harry y Ron me observaban estupefactos.

—Por cabeza dura —comentó Hermione sin mirarme. 

—Pues te aseguro que ya no muy dura. Algo aquí dentro —apunté mi cabeza—, se movió —sacudí la cabeza—. Lo oigo. ¿Vosotros lo escucháis?

Seguí sacudiendo la cabeza. 

—Para —exigió Ron—, no quiero que un trozo de tu cerebro acabe en mis gachas. 

—Gracias por tu preocupación en mi salud, no podría haber perdido un amigo mejor —comenté con sarcasmo.

—El correo llegará en cualquier momento —comentó Neville—; supongo que mi abuela me enviará las cosas que me he olvidado.

Efectivamente, tomé un sorbo de leche cuandoun centenar de lechuzas penetraron con gran estrépito en la sala, volando sobre nuestras cabezas, dando vueltas por la estancia y dejando caer cartas y paquetes sobre la alborotada multitud. Un gran paquete de forma irregular rebotó en la cabeza de Neville, y un segundo después, una cosa gris cayó sobre la taza de Hermione, salpicándolos a todos de leche y plumas. 

—¡Errol! —dijo Ron, sacando por las patas a la empapada lechuza. Errolvse desplomó, sin sentido, sobre la mesa, con las patas hacia arriba y un sobre rojo y mojado en el pico. 

»¡No. ..! —exclamó Ron. 

—No te preocupes, no está muerto —dijo Hermione, tocando a Errol con la punta del dedo. 

—No es por eso... sino por esto. 

Ron señaló un sobre rojo, era un howler.

—¿Qué pasa? —preguntó Harry.

—Me han enviado un howler —digo Ron con un hilo de voz. 

—Será mejor que lo abras, Ron —dijo Neville, en un tímido susurro—. Sino lo hicieras, sería peor. Mi abuela una vez me envió uno, pero no lo abrí y...—tragó saliva— fue horrible. 

Harry contempló los rostros aterrorizados y luego el sobre rojo. 

—¿Qué es un howler? —dijo. 

Pero Ron fijaba toda su atención en la carta, que había empezado ahumear por las esquinas. 

—Ábrela —urgió Neville—. Será cuestión de unos minutos. 

Ron alargó una mano temblorosa, le quitó a Errol el sobre del pico con mucho cuidado y lo abrió. Neville se tapó los oídos con los dedos y yo imité su acción. Por un momento, creí que el sobre había estallado; en el salón se oyó un bramido tan potente que desprendió polvo del techo. 

—... ROBAR EL COCHE, NO ME HABRÍA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN; ESPERA A QUE TE COJA, SUPONGO QUE NO TE HAS PARADO A PENSAR LO QUE SUFRIMOS TU PADRE Y YO CUANDO VIMOS QUE EL COCHE NO ESTABA... 

Los gritos de la señora Weasley, cien veces más fuertes de lo normal,hacían tintinear los platos y las cucharas en la mesa y reverberaban en los muros de piedra de manera ensordecedora. En el salón, la gente se volvía hacia todos los lados para ver quién era el que había recibido el howler, y Ron se encogió tanto en el asiento que sólo se le podía ver la frente colorada. 

MALIA COLLINS Y EL HEREDERO DE SLYTHERINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora