pσr nєcєѕidαd . * EDITANDO*

XXXIV. Primera Carta.

Empiezo a leer...

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Siempre he observado tu mania de escribir a diario todo lo que sucedía a tu alrededor y creo que es ahora cuando entiendo tus palabras, "Me ayuda a entender mejor cada cosa que me pasa" es por eso que una vez más me das una lección y aquí estoy escribiendo lo que no soy capaz de decirte, se que me he ido de muy malas formas y lo peor de todo es que no me has dejado ni despedirme de ti, siento que tus palabras están grabadas a fuego en mi interior y se perfectamente que tienes razón, no te merezco, te he echo demasiado daño como para que me perdones y eso lo se pero eso no significa que el amor que siento por ti mengüe, mi corazón sigue siendo tuyo y así será el resto de mi vida, se que no le vas cuidar, pero tampoco es que se lo merezca. Ojala que el tiempo pueda curar la herida tan grande que te he echo y yo logré sacar valor para ir a buscarte y decirte que sin ti, la vida para mi no tiene sentido alguno.

Te sigo Amando con locura Ariel.

PERDÓNAME.

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Mis lágrimas empiezan a caer sin descanso, está carta ha logrado transportarme al momento en el que mis ojos contemplaron la playa y Thomas tirado en ella.

Que voy hacer con Thomas, se perfectamente que acostarme con él ha sido un error, se que él es el único que podrá hacerme sentir plena,  pero no voy a darle más oportunidades y se que es injusto, injusto que a él no le de una segunda posibilidad, pero no puedo, después de todo el tiempo que ha pasado sigo sufriendo y eso sólo lo ha provocado él.

Me pongo a terminar el trabajo y después a intentar dormir, aunque se perfectamente que me va a resultar algo complicado.

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Estoy en mi despacho, después de una noche más que horrible,

marco la extensión de Thomas, voy a ser sincera con él, no puedo seguir con este juego, no me lo merezco, ni él tampoco o el si, pero yo no soy de esa clase de mujeres que buscan venganza.

Suena mi puerta y Thomas entra en mi despacho.

_ Ariel- Siéntate por favor.

_ Thomas - Dime.

Yo saco la carta del cajón y se la enseño sin decir nada, su cara cambia y se pone serio.

_ Ariel - Thomas, no puedo, lo he intentado pero en mi corazón no hay más oportunidades para ti, se que lo del otro día te dio esperazas y lo siento, nunca debió pasar.

_ Thomas- No sigas, Ariel por favor, no te precipites.

_ Ariel- Sufrí demasiado, no me he precipitado.

_ Thomas- Sabes que no voy a darme por vencido, repetiría lo del otro día una mil veces, si me dejaras.

_ Ariel- No buscamos lo mismo Thomas, tu lo hiciste por que quieres volver a intentarlo, yo no, lo hice por que estaba....

_ Thomas - Me da igual, hagámoslo Ariel, por las razones que sean, déjame estar cerca de ti, aunque nunca lleguemos a nada más.