pσr nєcєѕidαd . * EDITANDO*

XLI. Sólo él.

PRIMERO DAROS LAS GRACIAS POR QUE YA SON MAS DE 4K, GRACIAS POR VUESTROS COMENTARIOS Y VUESTRO ANIMO.
LLENÁIS DE VIDA CADA UNO DE MIS DIAS!!!

Y AQUI TENÉIS EL ANSIADO CAPÍTULO DE HOY!

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Thomas conduce, nose ha donde se dirige ni me importa, voy en silencio, esto ha sido un golpe duro y estoy empezando a cansarme de descubrir cosas del pasado.

_ ¿Estas bien?

No me apetece hablar, contestó a Thomas con un simple monosílabos de afirmación.
_ Si. Aunque es mentira y sigo mirando por la ventana.

Me acomodó en el sillón miéntras que él conduce, no hablamos y lo prefiero así, la radio está puesta en un tono muy bajito que te envuelve y la mano de Thomas me acaricia la pierna logrando que mis párpados cada vez pesen más.

(.....)

Despierto con la cara de Thomas casi pegada a la mia, sólo veo sus ojos, sus precioso ojos.

_ Despierta, preciosa.

Su voz es un canto de sirena para mis oídos y hago caso a lo que me pide, abro bien los ojos y giró mi cabeza mirando a mi alrededor, se donde estamos y necesitaba venir aquí.

Él me coge la mano y me ayuda a bajar del coche, una vez con los piel en la arena de la playa que rodea ami amado faro, tira de mi y empezamos a andar hacia el.

_ Es increíble como sólo con llegar un lugar se siente tanta paz.

_ Ven, vamos a subir. Me abraza contra su cuerpo y entramos juntos al faros.

Una vez que estamos arriba, sentados en el suelo, mi cabeza descansa en su hombro y su brazo me rodea apretando mi cuerpo contra el suyo, las lágrimas empiezan ha caer.

_ Ariel, necesito que me escuches un segundo.

Yo me giró y le miro dejando a su vista las estúpidas lágrimas.

_ Dime. Digo limpiamdolas.

_ Lo primero, no soporto verte así, llevas muchos días triste y no lo soporto, si hubiera sabido que todo esto de saber la verdad te iba a afectar tanto jamás lo hubiera sacado a la luz.

_ Thomas, te he culpado tanto, he deseado tantas veces que sufrieras tanto como yo lo hacia y resulta que todo son malentendidos y mentiras de gente que consideraba...

Él no me deja seguir hablando, me besa delicadamente, me acaricia la cara y limpia las lágrimas que siguen saliendo.

_ No quiero que sigas, escuchame, por favor no estés mal, si algo he aprendido de todo esto es que no sirve de nada encerrarse en el dolor, Ariel yo te amo, te amo tanto como lo hacía hace 8 años.

_ No sigas, hoy no. No quiero hablar es de esto con Thomas, sólo quiero que me abrace.

El se resigna y no dice más, me abraza, le he parado por que tengo claro que me iba a decir algo importante y hoy no es el día en el que quiero escucharlo, nos quedamos así durante nose cuanto tiempo pero el suficiente como para ordenar mi loca cabeza y  volver a casa mucho más tranquila.