CAPÍTULO I

220 7 0
                                    

- Te prometo.

Quizá siempre te veré en los recuerdos de mi vida porque sé que tú has sido la persona más importante sobre todos. Me llenaste de adjetivos y sustantivos, llenaste cada rincón ______________

- Te haré la mujer más feliz del mundo, estaré contigo en la salud y en la enfermedad, en las buenas y las malas las haremos excelentes.

Te metiste en cada episodio de mis días y en cada sueño con estrellas. Me mostraste nuevamente los lazos que el amor procrean;___________________________

- No caeremos otra vez en la rutina.

Pero te has alejado________________________, ¿te enamorarías otra vez? ¿Lo intentarías? Porque a veces creo que sí, dudo que no quieras regresar en el tiempo y besarme una vez más_________________________

Me dijiste que lo único que querías era expresar lo que sientes pero no lo entiendo, intentas hablarme, intentas gritar todo lo que por tu mente pasa pero no lo logras. Me has dicho que quieres que termine, me has dicho que no quieres quererme pero no te vas.

- Nunca dejaremos de ser amigos.

Vuelves.

- Anda cuéntame, tu secreto estará a salvo conmigo.

____________ me confundes, llegas en cada momento que es necesario. Llegas en los momentos justos y eso me da miedo, porque es extraño puesto que siempre has aparecido cuando te pienso.

- Dame otra oportunidad, cambiaré

____________________________________, lo has hecho una vez más, pero vuelves a elegir irte.

- ¡QUIERO EL DIVORCIO! ESO INTENTO DECIR –gritaste.

Dices que no, dices que quieres olvidarme y entender porqué sigo aquí pero no lo entiendo, no entiendo porqué me quiero quedar, porque en el fondo buscaba que regresaras pero ni siquiera lo intentaste.

_______________ remueves lo que hay dentro.

- ¿Quieres casarte conmigo?

___________________________________

No entiendo tu extraño amor, __________________________________________________________________.

________________, te vas y me destrozas; no puedo desprenderme de ti.

- Estaremos juntos para toda la vida.

No puedo olvidarte, no de un día al otro.

Porque te quiero.

Porque te extraño.

Yo sí quiero regresar el tiempo, quizá siempre en los recuerdos de mi vida guardaré las ganas que evité por volverte a amar, guardaré en éstos que siempre quise volver a tenerte, no entendí qué hiciste dentro de mí pero al final lo hiciste.

_______________________________________________________________________________________.

Estaba guardando todo en cajas y bolsas para la mudanza cuando de pronto encontré esta lista que escribí con las promesas más dolorosas que me hizo en 8 años de relación, el que fue mi marido.

Sólo había escrito las promesas y había dejado huecos como si supiera que algún día la llenaría.

Y ese día es hoy.

Y las lágrimas de pronto brotaron, como si todavía quisiera llorarle, como si el destino hubiese guardado estas promesas únicamente para encontrarlas hoy.

Mi nombre es Lydia tengo 28 años y soy Administradora de empresas pero no administré mi relación. Conocí a Mateo cuando entré a la universidad y nos hicimos novios, Él estudiaba licenciatura en negocios internacionales lo que quiere decir que desde ese momento íbamos de la mano.

Fue algo muy divertido puesto que, en estas carreras los primeros 3 semestres puedes incorporarte a ciertas materias que se tienen relacionadas, es decir, si estudias Admón. puedes ingresar a alguna clase de la licenciatura que Él estudiaba porque no hay tanto problema puesto que comparten bases.

Y yo decidí compartir bases con los negocios internacionales y a Él le encantaba su carrera; fue en el segundo semestre que decidí integrarme a "MERCADOTECNIA I".

Entré al salón y estaba un chico sentado con una espontaneidad en su rostro, un ánimo interno y externo que no podía controlar, tenía ansiedad por el inicio de la clase y bueno, dicen que al que buen árbol se arrima buena sombra le cobija.

Y si bien, Él era el buen árbol y esta clase era donde necesitaba la sombra. En fin, el resto no es historia es sólo el comienzo.

Y así fue el cómo nos conocimos pero el cómo nos enamoramos fue todo otro misterio.

Él ni siquiera notaba que estaba ahí, estaba tan enfocado en sus estudios que me hacía sentir frustrada por no sentirme tan concentrada como Él. Hasta un día que lo encontré en la biblioteca haciendo un análisis de datos para una exposición y le pedí ayuda.

Me confesó que siempre me veía cuando miraba por la ventana y que le gustaba oír mi voz cuando pedían participaciones pero no tanto como a mí me gustó escuchar que me tomaba en cuenta.

Y desde ese día todo comenzó, porque cuando llegas a la puerta correcta con la llave correcta el amor amplía la expectativa de la vida. Y entonces poco a poco nos hicimos íntimos hasta que ya éramos novios.

Fueron 4 años de universidad los cuales fueron los mismos que duramos de novios y el día de nuestra graduación (20 de Julio), unas horas después de recibir los documentos me pidió matrimonio.

Y nos casamos el 20 de Octubre, el cual coincidía con nuestro aniversario.

Estaba todo a nuestro favor.

Teníamos un acuerdo, cada uno trabajaría en una empresa distinta puesto que juntos nos desconcentrábamos pero fue el peor acuerdo del mundo.

Allí encontró a alguien más.

Y éste es sólo el resumen de quién creí que sería el amor de mi vida.

Tenía la pluma para terminar todos esos huecos, esos vacíos que habían quedado pero sólo podía recordar las promesas.

Nos divorciamos y me prometió que no nos volveríamos a ver salvo que, hace unas horas nos encontramos.

Estaba en una cita, de esas que te organizan tus amigas porque consideran que ya ha pasado el tiempo suficiente para que superes ese corazón roto y creen que debes derrumbar toda barrera para dar otra vez tu amor.

El chico, en el fondo cree que si todo sale bien tendrá un algo en común contigo, si no funciona lo que terminará siendo lo común será esa desastrosa noche.

Pero esa en especial estaba siendo pésima, Él estaba ahí por presión social no porque quisiera conocerme o porque buscara realmente algo y entonces volteé hacia la ventana y Mateo estaba enfrente.

Había una librería frente al restaurante en el que me encontraba y fue precisamente en ese momento cuando el que compraba los libros también volteó. Pero Él no se dio cuenta que yo estaba ahí o quizá sí pero como siempre yo no sabía descifrar si Él me veía.

Entró al restaurante y se sentó en la mesa que quedaba justamente a mi lado entonces entendí que sí me había visto.

- ¡Lydia qué gusto verte! –dijo con una sonrisa hipócrita - ¿tienes tiempo para que nos veamos mañana?

Y entonces sí, ya sabía que poner en esos huecos.

- Sí, sí tengo tiempo.

Y aunque quería parecer fuerte, los brazos se me debilitaban, las piernas se me estremecían porque Él era consciente de su efecto en mí.

Y es que, nunca se dan cuenta del daño que dejan. Las personas creen que una sonrisa lo soluciona todo pero en ocasiones no, en esas excepciones al contrario, esa sonrisa lastima aún más.

PROMESAS SIN CUMPLIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora