NARRADOR - TAKI

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Taki había presionado la tecla para llamar a Mitsuha.

El número al que usted está tratando de conectar no se encuentra disponible en estos momentos.

Colgó.

Le contaré de la cita desastrosa para la próxima vez que cambiemos.

Eso pensé.

Pero, por alguna razón, nunca más Mitsuha y yo cambiamos de lugar.

Inmediatamente después que Mitsuha y Taki dejaron de cambiar lugares, el chico se puso a dibujar los paisajes nublos del pequeño pueblo donde ella vivía que lograba recordar. Por ningún motivo quería perder contacto con ella, sus vidas se había entrelazado y unido de una manera insólitamente fuerte que no se podía permitir olvidarla. No.

Parecía que con cada segundo que se iba, con cada línea que trazaba sobre el papel, los recuerdos se iban desvaneciendo cada vez más. Le aterraba la idea de que llegaran a esfumarse por completo.

Fueron varias horas, noches enteras desvelándose tratando de capturar sobre hojas de papel las débiles escenas que su pobre memoria le proporcionaba. Aún en la escuela no dejaba de pensar en ello. No podía dejar de hacerlo. No podía dejarla ir.

Un buen día, Taki decidió agrupar todos los bocetos de memorias y hacer maletas. Iría a buscarla.

Pero, ¿adónde?

No tenía idea.

Pero necesitaba hacer algo. No podía sacarla de su mente. Más que un tormento, era una necesidad de buscarla.

Cuando Taki fue a la estación de trenes para emprender su travesía con rumbo sin definir, se topó con una sorpresa.

—¿Qué están haciendo ustedes aquí?

Okudera y Tsukasa estaban allí, con maletas listas. Y a juzgar por la expresión de su rostro, estaban esperándolo.

—Tsukasa me contó y no me pude resistir a unirme —dijo Okudera.

—¿Eh? ¿Unirse?

Más tarde, se encontraban sobre el tren los tres.

—Tsukasa, lo que te pedí fue que me cubrieras en la casa y en el trabajo.

—Ah, eso se lo pedí a Takagi. Estábamos preocupados por ti, no podíamos dejarte solo. ¿Y si te sucede algo?

—Taki-kun —habló Okudera, que estaba del lado de la ventana, después de Tsukasa—, ¿es que conociste a alguien en línea?

—¿Eh? No —dijo Taki—, se trata de un amigo que...

—Pensé que estabas usando uno de esos sitios de citas —lo interrumpió Tsukasa.

—¡Cállate! —le espetó el chico— Te equivocas.

—Pues has estado actuando extraño últimamente, así que me mantendré cerca.

—¡Piensas que soy un niñito!

Dejamos de cambiar lugares.

Mis mensajes y llamadas nunca eran contestados. Por eso decidí ir a ver en persona a Mitsuha. En verdad quería ir a verla, pero...

No tenía idea de dónde buscar primero.

Lo único de lo que podía valerme era de los nublos recuerdos y de mis dibujos del pueblo. Fuera de eso, no tenía nada.

TU NOMBRE (君の名は) | Adaptación literariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora