NARRADOR - AMBOS

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【たき】TAKI

Tú..., se decía el chico, como si Mitsuha pudiera escucharlo. ¿No había muerto ya hacía tres años? Hace tres años, tú... Tú viniste, ¡viniste a verme!

Corría como loco.

A su lado, el amarillo del día cambió a naranja-rosado.

El atardecer se estaba comenzando a dibujar.

【みつは】 MITSUHA

No supo cuánto tiempo se quedó desplomada en el suelo de aquel lugar.

Pero cuando la luz cambió de color, cuando pasó de amarillo a un naranja-rosado, volvió en sí y se puso sobre sus pies.

—Taki-kun... —se dijo en voz alta y se volvió para ver el valle.

Comenzó a caminar por las orillas, sin saber qué más pensar.

Y entonces se escuchó un eco. El sonido se movía y hasta lo sentía en la piel.

No. Era más que un eco que venía del otro lado del valle. El eco traía consigo una palabra. Un nombre. Su nombre.

—¡Mitsuha!

Era su voz, su voz. La voz de Mitsuha. Un sudor helado le mojaba el rostro.

Se detuvo, aguantando la respiración.

—¿Taki-kun? —gritó en réplica, dubitativa.

【たき】TAKI

Había llegado ya a las faldas de las paredes que se alzaban alrededor del valle.

Mientras se abría paso escalando, gritó lo más alto que pudo:

—¡Mitsuha!

Y su voz la envolvió el eco del lugar, como en una caja de cartón y se la llevó.

No esperó respuesta y siguió escalando, sin aliento.

Pero sí hubo respuesta:

—¿Taki-kun? —escuchó en la lejanía.

Había llegado a la cima recién, y comenzó a correr a toda velocidad por el borde. Detrás de él, el atardecer presumía sus colores en el cielo. Y una niebla fría parecía cubrir el Itomori de abajo.

Se permitió detenerse a tomar aliento, después de todo, ya había llegado.

—¡Mitsuha! —gritó, reposando sus manos en las rodillas— ¿Estás allí? ¡Estás dentro de mi cuerpo!

【みつは】 MITSUHA

—¿Taki-kun? ¡Taki-kun! ¿Dónde estás?

Y sin respuesta, comenzó a correr por el borde.

【たき】TAKI

¡Es Mitsuha! Escucho su voz...

Comenzó a correr más rápido por el borde, con afán de encontrarse consigo mismo y con Mitsuha. Todo le dolía, sentía que caería desmayado en cualquier momento, pero siguió.

Y corrió, y corrió, y corrió.

Hasta que...

En un punto del borde sintió una fuerza que lo jalaba con delicadeza. Y algo dentro de él murmuraba, algo en su pecho vibraba.

Mitsuha estaba ahí. Estaba seguro.

Pero, ¿por qué no podía verla?

【みつは】 MITSUHA

Se había topado con Taki.

El murmullo en su interior y esos hilos que también dentro de ella se tejían y se destejían se lo decían.

Pero, ¿por qué no podía verlo?

Se detuvo y caminó hacia la nada, lento.

—Taki-kun —dijo, dudosa—. Estás... ahí, ¿verdad?

Sabía que estaba allí, frente a ella. Lo podía escuchar respirar. Pero no lo veía.

Un impulso la llevó a poner su mano frente a ella —la mano de Taki. La luz del atardecer la bañaba entera. Lo movió lentamente hacia enfrente, con la esperanza de tocar, sentir...

Pero el aire estaba vacío.

【たき】TAKI

Un impulso movió a Taki para estirar su mano (la mano de Mitsuha) con el afán de tocar algo.

Pero el aire estaba vacío.


TU NOMBRE (君の名は) | Adaptación literariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora