JungKook caminaba a mi lado derecho, presumía aquella sonrisa que no se le había quitado desde que yo había llegado al punto de encuentro dentro de la plaza comercial, la misma de la primera vez, pero esta vez SeokJin no nos acompañaba y el ambiente tenso entre los dos se convirtió en uno amistoso. Era agradable pasar el rato con él, a pesar de que me había arrastrado por más de una hora en innumerables tiendas de ropa y calzado costosos.
Lo había visto desfilar entre los pasillos de ganchos y prendas de todo tipo, tomando sin conciencia alguna los precios o las tallas, sobreponiéndolas en su cuerpo. Básicamente me había hecho de su perchero personal; cómo pude caminar sin medio matarme entre las montañas de camisas, playeras, jeens y demás accesorios, era un completo misterio incluso para mí.
No fue hasta que recorrimos los patios de la plaza y sus tres pisos de izquierda a derecha sin descanso, que JungKook decidió por fin, que había comprado lo suficiente y que no necesitaba más.
Yo ya no tenía brazos para cargar con más bolsas, donde solo tres eran mías, gracias a que había logrado sacar dinero suficiente para poder comprar un par de cosas que se me pegaron y me hicieron ojos coquetos.
Los pies habían comenzado a dolerme ligeramente, no habíamos parado de ir de un lado a otro ni para ir al baño. Además mi organismo ya estaba comenzando a amenazarme con comerse a sí mismo si yo no ingería algún alimento pronto.
Fue entonces que mis entrañas rugieron, avisándole a mi compañero que moría de hambre.
— ¿Qué desea comer hyung?—. Pregunto JungKook deteniendo sus pasos a la par que ampliaba más la sonrisa en su rostro.
— Hugh, no es como que me importe realmente, solo quiero comer.
Sin desvanecer la línea curva que formaban sus labios, asintió y caminamos hasta la zona del comedor público y los diversos locales de todo tipo de comida a su alrededor. Sin pensarlo mucho entramos a un Subway, uno de los pocos establecimientos que tenían su propio comedor dentro del mismo; alejándose de las pequeñas bancas compartidas con los demás puestos y el mar de gente en busca de un asiento libre en el cual sentarse a comer.
Escogió una mesa solo para dos en el fondo del estrecho comedor. Deje las bolsas debajo de nuestra mesa y un suspiro de alivio se me escapo sin evitarlo. JungKook ya estaba dejando la mesa para irse a pedir su sándwich.
Algo bueno de Corea es que podía dejar las cosas en el lugar sin tener que preocuparme por ellas, sabiendo que al voltearme seguirían intactas donde las había dejado. Me apure y me coloque al lado de JungKook, el joven tras el mostrador preparaba rápidamente su submarino especial.
A mi turno solo pedí el Sub del día, y espere lo más paciente que pude a que me lo entregaran. Una vez listo, volví a la mesa donde JungKook veía a su comida como si se tratara de una autentica obra de arte, digna de monumento y no de arruinarla para satisfacer a su estómago.
— Hazle una foto y luego la podrás colgar en alguna pared de tu linda habitación—. Comente dejando mi "almuerzo" sobre la mesa alta.
— Hyung—. Alzo su voz a manera de reclamo—. Yo solo estaba esperándolo para comer.
Tome asiento dejando que los pequeños hoyuelos en mis mejillas se remarcaran, di el primer mordisco y JungKook finalmente comenzó a comer.
— ¿Ama a Jin hyung?—. Casi me ahogo con el pedazo del pan y pollo que aún no tragaba por completo; todo gracias a la repentina pregunta. Y mientras yo tosía sin descanso, JungKook frente a mi sonreía divertido, claro que él si había logrado seguir masticando su bocado del sándwich.
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Exclusivo - [2Seok]
FanfictionHoSeok el lindo y dedicado novio de un jefe mafioso comienza a cansarse de las aventuras del dueño de su vida y libertad. Alejándose del limpio y reluciente altar de trofeos de su pareja, decide ir contracorriente y vengarse un poco. El conocer a...