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Respire profundamente antes de llamar a la puerta frente a mí, logrando percibir el fuerte olor al barniz que cubría la madera, encargado de darle brillo y protegerla del paso del tiempo.

Di dos golpes en ella sin mucha fuerza, pero si lo suficientemente firmes para que el hombre dentro no pudiera ignorarlos.

— Puedes entrar SeokJin—. Me dijo esa familiar y lejana voz; seguía siendo fuerte y me evocaba tanto recuerdos, como una increíble admiración.

Gire la manilla y entre en la habitación. Mi padre me daba la espalda, de frente a su alto estante, repleto de libros y fotografías. Llevo ambas manos a uno de esos libros gruesos que le gustaba coleccionar, de diversos temas, pero por los que nunca sentí un mínimo de interés.

Sin mirarme se dirigió a su mullido sillón de imitación de cuero negro. Coloco el libro en su regazo y se acomodó las pequeñas gafas.

— ¿Te quedarás ahí parado, hijo?

Tome asiento en una silla cerca de la puerta, frente a mi padre.

— ¿Cuándo volviste?—. Pregunte.

— Anoche—. Sonrió y me miro por sobré sus gafas—. ¿Y tú? ¿Cuándo volviste?

— Hoy mismo.

— Tu madre no sabía nada de ti por casi más de un mes—. Regreso su vista al contenido del libro—. ¿Dónde estabas?

— NamJoon.

Mi padre cerró de un sólo golpe aquel libro que se disponía a leer mientras durara nuestra conversación.

— ¿Qué hacías con tu primo?—. Soltó con severidad.

— Padre, le eh dicho ya que yo no estoy mezclado en los asuntos de mi primo.

— Y sin embargo, siempre me has dado motivos para no creer en ti, hijo. Si me llego a enterar que estas involucrado en algo turbio a causa de tu primo, le daré la presidencia a alguien más.

— ¿Y a quien piensa dejarla? Si no tiene en mente a ninguno de sus únicos parientes, ¿quién?

— Mi vicepresidente.

— ¿Si Woo?—Pregunte un poco sorprendido.

— Por supuesto—. Me dijo mi padre sosteniendo la mirada y sin hacer algún tipo de expresión—. De cualquier manera no me hago ilusiones con una compañía familiar. Sé que después de ti, no habrá un sucesor propio. No es mucha la diferencia si eso sucede antes o después; a menos claro, de que te olvides de los chicos y decidas sentar cabeza con una bonita chica y tener hijos.

A punto de decir algo en mi defensa, mi padre volvió a hablar.

— Pero eso es imposible ¿verdad?— Asentí levemente, mi padre aparto la vista y continúo con su atención en el libro—. Tu madre menciono también que durante mi viaje habías traído a alguien para que lo conociéramos. Me disculpo contigo por no haber podido estar presente.

— Sí... Yo creí que sería adecuado que le conocieran.

— ¿Y en dónde está ahora? ¿Por qué no le has traído contigo?

— En este momento él y yo no hemos podido pasar mucho tiempo juntos.

— ¿Han peleado?— Pregunto con un leve interés.

— No, sólo es que él ha tenido unos días ocupados, al igual que yo.

— También supe que te ausentaste a todas tus citas en el juzgado. ¿Qué es lo que estabas haciendo todo este mes exactamente?

Exclusivo  -  [2Seok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora