Capítulo 4

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Llegó el anhelado sábado por la noche y muy puntual estuvo Joe por la casa de Frezzia para recogerla.

Ella estaba hermosa, se había alisado su largo cabello y Mon la había maquillado, parecía una tierna princesa.

—Frezzia, ¿eres tú? —preguntó sorprendido Joe—. ¡Caramba! ¡Estás linda!

—Gracias —dijo ella apenada.

En la entrada de la casa de Joe se toparon con Ji y Tim.

Ji estaba preciosa, obviamente era una modelo, ese día estaba muy cambiada. Su hermoso cabello largo y un abrigo de pieles hacían juego con su vestido plateado.

Para Frezzia, Tim estaba muy simpático y con esa carita tierna se lo veía angelical.

—Joe, feliz cumpleaños, ¡caramba Frezzia estás linda! —dijo Ji.

—Felicidades amigo —dijo Tim abrazándolo—. Señorita Frezzia está usted muy hermosa.

— ¡Gracias! —contestó apenada.

Todos quedaban observando a Frezzia, más bien a Joe y a su nueva compañía. Unos tardaron minutos en reconocer que Frezzia había sido la afortunada en acompañar a Joe esa noche. 

Algunas envidiosas aullaban, pero Frezzia estaba demasiado contenta por tal acontecimiento que quería disfrutarlo a cada segundo.

—Sean todos bienvenidos, los amigos y demás compañeros de Joe, les agradecemos a todos por su presencia en nombre de la Familia Ruiloba —expresó una bella señora que era la madre de Joe—. Es para mí un gran honor recibirlos en mi hogar, esperando que disfruten este día tan importante de mi hijo único Joe —exclamó nuevamente la madre—. Ji, querida por favor haznos el honor.

—Sí claro, gracias —dijo contenta—. Pues aquí va la sorpresa para Joe. He preparado un desfile con su última colección "verano-juvenil".. ¡Let's go!

Todo el mundo aplaudía al momento en que salían chicas hermosas, estaban luciendo lo último de la moda, desde sombreros, abrigos y finalizaron con los famosos trajes de baño.

Ji estaba tan emocionada, que de verla se aseguraba que moría por desfilar también.

—Para ustedes chicas también hay—. Adelante chicos —volvió a exclamar Ji.

Las compañeras de curso aplaudían cuando salían los modelos, chicos altos, rubios y coreanos también. Ellos modelaron todo tipo de ropa de verano que hacían notar sus envidiables cuerpos.

Frezzia aplaudía, sonriente.

—Joe dime algo —preguntó.

Pero el chico no estaba, había desaparecido.

De pronto la bulla fue más fuerte, las chicas se volvieron locas.

— ¡Miren es Joe!, no pensé que desfilaría también. ¡Graben chicas! ¡Qué emoción! — exclamaban.

Ahí estaba Joe, cerrando con broche de oro. Lucía una pantaloneta azul y camisa floreada con un collar tipo conga conga.

—Había olvidado que era modelo —dijo Frezzia a una chica.

Al final del desfile, Joe se acercó emocionado hacia Ji y delante de todos la besó.

El público gritó y aplaudió mucho más. Frezzia no lo podía creer.

—Quiero agradecerles a ustedes amigos por estar aquí, es el mejor cumpleaños que he tenido, gracias a Ji por recordarme cómo nos conocimos —dijo Joe.

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