Capítulo 22

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Dos días después...

En el aeropuerto estaban Ji, Joe y Tim esperando a Frezzia.

Como siempre ella llegaba corriendo, la seguían su mamá y hermano.

—Señora buenas tardes —saludaron los chicos.

—Hola chicos —respondió ella.

Después de hacer la fila para la entrega de la maleta y al ser registrada sin problema, fueron a la cafetería. Tenían tres horas antes del vuelo.

Comieron e intercambiaron el nuevo número que tendría Frezzia ahora.

Ji y Joe fueron los primeros en irse no sin antes abrazarse fuerte.

—Espero que desde allá no me llames para preguntar si estoy bien —sonreía Ji a lo que se alejaba.

—Quizá lo haga —respondió burlona—. ¡Debes estar preparada!

—Es hora de que me vaya también —decía Frezzia con lágrimas—. Odio las despedidas por esto, solo es un año, ya han pasado algunos sin mí.

Abrazó fuerte a su madre y a su hermano. Besó mucho a su novio y cruzó la puerta de embarque.

***

El tiempo transcurrió muy rápido en Londres, el último año sospechaba muy difícil.

Frezzia tuvo que dejar su nuevo trabajo para enfocarse en el proyecto de tesis de graduación.

Se había cruzado algunas veces con Ángel, quien no se atrevió nunca a mirarla a los ojos o a reclamar algo.

¡Sinvergüenza!

Y faltaban dos días para que Tim llegara. Eso la emocionaba. Su relación había superado el primer mes, se escribían dos veces al día por la diferencia de horario.

Tim le contaba lo entretenido que estaba con sus nuevas reliquias y también le contó que Malí efectivamente había llegado a buscarlo. Pero que al verse derrotada ante la actitud de Tim, pensó que había regresado a Corea aparentemente.

Esto fue descartado dos días después, porque sus padres seguían preguntando por ella. Ahora no sabían dónde estaba o qué pasaba por su mente. 

Frezzia por su parte le contaba que era invierno en Londres, que se había enfermado más de lo habitual y que estaba con antibióticos.

Ahora faltaba un día para ver a Tim.

Flashback de Malí:

Se encontraba aún en Ecuador muy molesta por sentirse derrotada por Frezzia. La chica insignificante sabelotodo que pudo conquistar a su Oppa.

— ¡Lo que ella dijo fue mentira! —gritaba—. ¿Crees que Ángel no luchará por ella? Fueron novios por dos años y ustedes juegan a ser novios.

—No vas a torturarme con tus comentarios — replicaba Tim mientras pintaba un cuadro con la silueta de Frezzia—. Si no te apartas de nuestras vidas, en este preciso momento llamaré a tus padres para contarles las cosas horribles que has hecho aquí. Ya te dije que te están buscando. ¡Regresa a Corea!

Y sin decir nada más salió furiosa del estudio de Tim, arrojando todo lo que encontraba a su paso.


***

Frezzia estaba en el aeropuerto esperando a su amado.

El vuelo estaba retrasado por mal tiempo y para calmar los nervios bebió mucho café.

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