Yannel entro a la recamara con aquella bata de baño la cual se le miraba muy bien, bueno, ¿Qué cosas no se le miraba muy bien a esta mujer? —Alex... —Escuche su voz, la mire, me había agarrado mirándola y sonreí. —Deberías estarte alistando para llevarte a casa.
—Eso...
—¿Qué? —Dijo confundida.
—Eso. Debería, pero no puedo, (Yannel levanto una de sus cejas) —me estas seduciendo de nuevo.
Ella río. —¿Yo? —Dijo sínicamente.
—Sí, tú y tu forma de ser tan sexy.
Ella solo siguió alistándose, me levante a buscar mi ropa, pero solo encontré mis bóxer y mi pantalón, fui en busca de mi camiseta que debería estar a bajo en la sala, revisaba mi celular en lo que espera a que Yannel bajara e irnos. —¿Listo?. —observe a la mujer que bajaba las escalera.
—Te ves hermosa.
Ella solo me sonrió, nos dirigimos a la puerta de salida. Durante el camino Yannel revisaba su reloj de mano en cualquier ocasión que podía, hasta que llegamos al lugar donde me dejaba, desabroche el cinturón de seguridad y me acerque a ella para besarla, el beso fue muy apasionado, como si fuera una despedida de más días, como si mañana no nos fuéramos a ver. —Adiós Alex... —Escuche decir a Yannel entre mis labios.
—Adiós Yannel. —Dije alejándome de ella y baje de su camioneta.
Llegue a mi casa y mi madre estaba poniendo la mesa. —¿Por qué no te trae hasta la casa?, ¿cuál es el problema ahora?, yo ya no lo soy. —Me dijo mi madre sin dejar haciendo lo que hacía.
—Porque así nos vemos, y no veo porque o como decirle que me traiga hasta la casa.
―Las cosas como son hijo, sin rodeos.
―¿Qué sería de las madres sin ser dramáticas?
―No lo entiendo. (Reí).
Al día siguiente en todo el día no mire a Yannel por ninguna parte, así que volví a regresar a mi casa temprano para después ir a trabajar, el martes fue igual, ningún rastro de ella, pero esta vez sí mire a Karla que caminaba con las profesoras Alejandra y Virginia cuando el receso termino, me empezaba a preguntar si debería mandarle un mensaje, pero quizás mañana estaría de nuevo en la escuela.
―¿Pasa algo? ―Me pregunto Lucia.
―Nada, observaba al vacío.
―No sino me dices ni cuenta.
―¿Cómo vas con la de matemáticas?
―No doy ninguna, me siento perdida. (Reí).
―Ustedes las mujeres y su drama.
―Oye no es gracioso, sino le entiendo a esto reprobare el examen.
―¿Y para qué tienes un hermano adoptivo tan inteligente?
―Yo lo miro de adorno nada más, no me ha ayudado en nada, se la pasa mirando al vacío. (Sonreí).
―Venga va, ya te explico.
En cuanto terminamos el trabajo de la clase en la que estábamos, comencé a explicarle a Lucia el problema de matemáticas, al menos Lucia no eran tan difícil para que entendiera, solo era necesario saber cómo explicarle y que entendiera. Cuando las clase terminaron me dirigí al estacionamiento, que por cierto eche un vistazo para ver si la camioneta de Yannel estaba, pero no lo estaba, subí a mi auto con muchos pensamientos, en realidad no sabía si preocuparme o no, sé que solo son dos días pero después recordaba el último beso que nos dimos y venia en mí una preocupación.
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Nuestra Experiencia "Tercer Libro"
Teen FictionPrepárate para los nuevos problemas que trae la relación alumno y profesora, cuanto mas personas se enteran mas complicaciones hay y nuevos pensamientos pasaran por Yannel y Alex. ¿Sera que están pensando lo mismo?, lujuria, pasión y sexo. Para ello...