¡¿Cómo pudiste?!

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Narra Yannel:

Le pedí a Alex que viniera ayudarme a la hora de salida, había pedido unas cuantas copias y no podía con todo, aunque Alex no respondió mi mensaje a la hora de la salida estaba en mi salón.

―¿Cuáles son las cosas que quieres que te ayude? ―Me preguntó Alex entrando al salón.

―Es la caja de ahí abajo del escritorio. (Ale agarro la caja).

―¿Es todo? ―Me preguntó.

―Sí. Ya vamos al estacionamiento. ―Tome mis cosas, cerré el salón y nos dirigimos al estacionamiento. ―¿Si puedes con eso? ―Le pregunte a Alex, él me volteo a ver y solo sonrió. Cuando llegamos al estacionamiento le abrí la cajuela a Alex para subiera la caja. ―Gracias Alex.

―De nada. ―Respondió y nos quedamos mirando por unos segundos hasta que alguien nos interrumpió.

―No lo puedo creer. ―Voltee rápidamente para ver quién era.

―Elias... ―Dije sin alentó y con miedo.

―Lo creí todo de ti, menos que te metieras con un estúpido niño.

―Elias por favor no hagas un escándalo.

―¿O qué?, ¿No quieres que se enteren la clase de profesora que eres?

―Sera mejor que te vayas. ―Le dijo Alex.

― ¡¿O qué?! No pueden hacer nada, sus advertencias no sirven de nada porque yo puedo gritar ahora mismo para que su diversión se acabe en este preciso momento.

―Elias basta por favor. ―Le dije casi suplicando.

―¿Yannel suplicando?, mira eso nunca me lo imagine, pero suplica como la puta eres.

― ¡No te voy a permitir que le hables así! ―Le grito Alex, yo solo detuve Alex con una mano tratando de tranquilizarlo, pero al parecer el que no estaba dispuesto a detenerse era Elias.

― ¡¿La vas a defender después de todo?! ―Le preguntó Elias y Alex solo apretó la mandíbula tratando de controlarse. ―Está bien si quieres defender a la puta, pero que conste que te lo advertí, cuando se canse de ti se va buscar otro objeto sexual y entonces ya no la vas a defender ¿y sabes qué?, yo voy a estar allí riéndome de ti, porque vas aquedar como un idiota... ―Elias ya no dijo nada más porque Alex se lanzó contra él para golpearlo, y en cuanto Elias se incorporó del golpe que le dio Alex también él se lanzó para golpearlo pero Alex esquivo su golpe y le volvió a dar otro.

― ¡Basta...! ¡Deténganse! ―Grite preocupada pero no se detenían en ese momento no sabía porque estaba preocupada, si porque se podía descubrir todo o por el hecho de que Alex le estaba dando una verdadera paliza a Elias y me preocupaba que no paraba de golpearlo aun estando Elias en el suelo y Alex arriba de él golpeándolo, hasta que llego el guardia a separarlos, cuando lo logro me acerque a Alex y puse mis manos en su pecho para tratar de que no se volviera acercar a Elias. ― ¡Ya basta Alex! ―Le grite y fue de la única forma que voltio a verme.

―Voy hablarle al director. ―Dijo el guardia.

― ¡No!, yo lo resuelvo. ―Le dije rápidamente.

―Pero profesora...

― ¡Pero nada!, usted tiene la culpa poa ver dejado entrar a alguien desconocido.

―Pero el entro con usted una vez.

―Pero esta vez venía solo y no tenía por qué permitirle la entrada. ―Mire como Elias se trataba de incorporar del suelo con sangre en su cara. ―Será mejor que te vayas Elias. ―Le dije pero dude si me había escuchado.

Nuestra Experiencia "Tercer Libro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora