Nuestra Experiencia "Tercer Libro"

Es mejor que no lo sepas

Cuando por fin logre controlarme un poco, fui al salón que me tocaba, como era de esperarse todos voltearon a verme, pero en ese momento lo último que pensaba era ponerles atención, así que me senté a lado de Lucia que al parecer me había apartado un lugar. Sabía perfectamente que mi cara me estaba delatando, podía fulminar con la minara a cualquiera que se atreviera a sostener mi mirada.

―¿Qué fue lo que paso? ―Preguntó Lucia después de unos minutos.

―Nada porque preocuparse, ya estoy aquí. ―Respondí con mi mirada perdida.

―Pues..., no te ves tan bien. (Solo suspire).

Narra Yannel: En cuando Jennifer termino de agradecerme lo que había hecho, la mamá de Alex se acercó.

―Te agradezco mucho lo que hiciste por mi hijo.

―No fue nada, lo que más ayudo es el buen comportamiento de Alex, si él no fuera tan buen estudiante no podría hacer nada.

―Aun así. Se ve que eres una mujer que cumple con sus promesas y eso me agrada. (Sonreí y pase mi mano por su hombro).

―La dejo, tengo que seguir con mis clases y por favor vallase con cuidado a su casa.

Ella aserto con la cabeza y yo me fui a mi salón. Al parecer todos estaban concentrados en el trabajo que les puse, así que solo llegue y tome asiento observando a mis alumnos. Casi al terminar las clases le mande un mensaje a Alex diciéndole que lo esperaba en el centro comercial, después de eso me fui hacer tiempo en mi casa, revise mi correo electrónico, prepare algunas clases hasta que se llegó la hora de ir con Alex. Como siempre Alex ya estaba esperándome. ―Quiero comer. ―Dije después de besarlo. (Alex sonrió).

―Siempre me lees la mente.

―Es un don. ―Dije presumiendo.

Alex y yo comimos mientras le contaba porque deje de dar asesorías, más tarde nos despedimos y cada quien se fue a su casa. Llegue a mi casa a terminar de preparar las clases, me puse unas mascarillas antes de dormir y por fin dormí.

Habían pasado varios días y yo estaba llegando a la escuela cuando de repente mi camioneta se apagó, trate de arrancarla de nuevo pero solo testareaba, de un milagro quizás prendo pero muy apenas llegue a estacionarme cuando se apagó de nuevo, pero ya era un poco tarde como para tratar de saber que era lo que tenía, por lo que me baje de la camioneta y me dirigí a mi salón, después vendría para ver lo que tenía, primero les pondría trabajo a mis alumnos. Y así fue, regrese al estacionamiento para tratar de revisar la camioneta pero en cuanto abrí el cofre no tenía ni idea de lo podría ser. Me quede por un momento observando todas las piezas en el cofre, hasta que se me ocurrió mandarle un mensaje a Alex.

"Cuando te desocupes ¿puedes venir a revisar mi camioneta al estacionamiento?, no sé qué le pasa, se apagó de repente"

―¿Le puedo ayudar en algo? ―Me preguntó el guardia del estacionamiento haciendo que saltara del susto. ―Perdón no era mi intención asustarla.

―No se preocupe, estoy un poco distraída. Pero muchas gracias ahorita resuelvo esto.

―Esta bien, cualquier cosa estaré en la entra del estacionamiento.

―Muy amable gracias.

De rato que se fue el guardia cerré el cofre.

―¿Te has dado por vencida? ―Escuche la voz de Alex que se acercaba con una sonrisa. (Rode mis ojos).

―No soy mecánica. (Alex rio)

―Abre el cofre, veamos qué fue lo que le hiciste a tu camioneta.