CAPITULO#1 ¿Sorpresa o Desastre!?

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2017 En la actualidad

Hay cajas regadas por todo el salón, unas tenia mis nombre y otras simplemente decía ''FRÁGIL'' eh vuelto de California y lo primero que me encuentro es a mi madre caminando atareada por todo el living y revisando las cajas, la casa estaba casi vacía y los muebles cubiertos por sabanas blanca como si de Halloween se tratara.

Mi madre no ha notado mi presencia y parece estar más pendiente de lo material que de su hija. Deje las maletas a un costado y me acerque levantados los pies para no tropezar las cajas, al llegar hasta mi madre toque su hombro discretamente

-¡Ah! – me sobresalte ante su grito. Parecía desorientada, pero luego de unos segundos sonrió y se puso de pie limpiándose las manos en los jeans – Savi...hola cielo, creí que no volvías hasta mañana – dijo en medio del abrazo - ¿Creí que tú y Emma se quedarían más tiempo? ¿Qué ocurrió?

-Emma debía volver para preparar un evento en el instituto, la feria de pie y repostería para la caridad – le explique, ella asintió sin poco importancia, me cruce de brazos esperando una explicación, pero ella seguía moviéndose entre las cajas y revisando su interior - ¿Qué es tan importante que tuviste que empacar todo? – entonces se detuvo, no se giró y vi cómo comenzó a frotar su pulgar con el dedo índice, estaba nerviosa.

Pero. ¿Por qué? Últimamente la cabeza de mi madre está en otro sitio, suele golpear con frecuencia la mesa con sus uñas, susurra cosas inexplicables y suelta unos suspiros tan profundo que siento que el alma se le va con aquellos. Hay algo que ella está ocultando y me gustaría saber qué es lo que la tiene tan...sulfurada

-Mama... ¿Por qué las cajas? – ella suspiro fuerte y se giró hacia mí. La mire esperando ver alguna expresión en su rostro que me dijera que estaba pasando. Entonces lo vi, vi el enorme diamante en su dedo anular, sentí como todo se vino abajo, pude escuchar mi corazón romperse en mil pedazos

-Lo siento, lo siento. Sé que debí contártelo pero, pero temía de tu reacción – tome su mano bruscamente y mire el anillo, era de oro y diamante puro. Se lo quite del dedo y vi el interior, tenía grabada una fecha, la fecha de hace un año exactamente.

-Robert Grey & Arielle Bennett – leí despacio, mire a mi madre. No podía tragarme esto, no creo estar segura si se trata del mismo hombre, no puede ser el GRAN Robert Grey, no puede ser el empresario más famoso de América.

Pero la fecha que está grabada, es la misma cuando mama se fue a una conferencia de administradoras contables a Seattle y la misma en la que me llamo y dijo que su vuelo se había retrasado y que tomaría uno nuevo por la mañana.

-¿Hablamos del Robert Grey? El dueño de....las empresas tecnología – ella asintió mientras se colocaba el anillo – Felicidades, habéis perdido el control. No sé cuál sea tu estúpido y ridícula plan mama, pero yo...jamás me iré de este lugar. – palmee su hombro y antes de subir las escaleras, ella me tomo del brazo aferrando su mano a este – Me haces daño.

-Nos iremos a Toronto, ya tengo todo, los pasaporte el cambio e instituto, el jet privado nos espera. No quiero uno de tus dramas Savannah, no quiero una de tus rabietas, quiero que tomes esto de la forma más positiva y vengas conmigo sin que tenga que pegarte al asiento del auto.

De cierta forma me inquietaba la forma en la que había tomado una decisión tan rápido. Soy alguien que no se adapta de forma rápida a otro ambiente u a otra cama que no sea la mía. Y es por eso que jamás suele quedarme a dormir en casa de nadie. Pero mi madre está moviendo al rey y a los peones de un solo golpe y aquello forma una jugada perfecta a la que no puedo ganar.

-Vendiste tu alma al diablo cuando dejaste que ese hombre te pusiera ese lujoso y caro anillo en el dedo. Te has dejado ganar con sus falsos encantos y rosas. Tú lo dijiste, las rosas son muy hermosas, pero sus espinas son un veneno mortal que no cura ni sanas las heridas.

El timbre interrumpió nuestra pequeña discusión. Ella se movió entre las cajas y antes de abrir la puerta aliso su ropa y su cabello, mostro una sonrisa falsa al señor que estaba de traje en la puerta. Camine despacio hacia la entrada para escuchar que era lo tramaba mi madre

-Hola señora Grey, el camión está listo para llevarse los muebles y las cajas para la mudanza – dijo el hombre, abri los ojos de inmediato y mire mi madre desconcertada - ¿Puede el equipo entrar y recoger todo?

-Seguro, si...ammm, si adelante – dijo mi madre, evadió mi mirada mientras rascaba su cabeza con nerviosismos. Varios hombres entraron a la casa y comenzaron a cargar las cosas. ¿y qué era eso de señora Grey? ¿Sera ese su nuevo apellido?

-Mama ¿Qué demonios estás haciendo? – le pregunte, al mismo tiempo que su teléfono sonaba, lo saco de su bolsillo trasero y se lo llevo a la oreja

-Hola cariño, si ya llegaron los de mudanza – me dio una corta mirada y luego se alejó para hablar en privado.

-¡Savi! ¡Savannah, amor! – llamo alguien, me asome a la puerta, mi novio estaba contemplando la escena de mudanza. Me acerque a el rápidamente y el me miro confundido - ¿Qué ocurre?

-Es complicado – conteste. El me miro esperando una respuesta más específica – Mama se ha casado con millonario y al parecer ha hecho planes en los que yo no estaba incluida

-Siempre estuviste incluida – pronuncio a mis espaldas – Esto para el bien de nosotras dos, nos ayudara física y mentalmente.

-No. Te ayudara a ti a llenar el bolsillo y el armario, si te vas yo me iré a vivir con la abuela a Texas.

-No, aun eres menor de edad no puedes tomar decisiones por si sola. Vendrás conmigo a Toronto y no se discutirá más el tema – paso de mi lado sin decirme nada, baje la guardia en ese momento, sentí como mi corazón se derrumbaba.

-¿Toronto? ¿Toronto, Savannah? – su tono era de angustia y tristeza. Baje la mirada y el me tomo de las manos – ¿Sav? ¿Qué significa esto?

-No lo sé, acabo de enterarme que ella está casada con Robert Grey,  – El suspira – Lo siento...Darren

-No puedes irte, iremos a Boston cuando nos graduemos, te prometo que conseguiré dinero y tendremos un departamento, con un cachorro – le sonreí con lágrimas en los ojos y me acerque para abrazarlo.

-Volveré....lo prometo, solo es un año Darren.

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