Capitulo#4 ENGREÍDO

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¿Hermanastro? No, no, no. Soy Savannah Kinnear no tengo hermanos, soy hija única, estoy mejor sola. Y ese joven no es mi hermano por que no salió del útero de mi madre. Así que no somos absolutamente nada, si ellos piensas que tendré una relación afectuosa con ese engreído están completamente equivocados.

-Si. Ella es mi hija. Deberías curarte esa herida Nick – Le dijo, la mire con los ojos abierto viendo su basto interés hacia el hijo de su marido. – te ayudare.

-No. Arreglen su asunto – le dijo mientras pasaba por nuestro lado. Robert fue el primero en seguirlo y antes de escabullirme mi madre me tomo del brazo.

-¿Se puede saber que estás haciendo? – me pregunto entre dientes. La manera en la que me trata era como si yo fuera una ladroncilla.

-Estoy huyendo. No quiero seguir en esta casa esto no es lo mío mama esto no es lo nuestro es demasiado para alguien que viene de los suburbios de Seattle. – le dije con más calma, ella suspiro cansada, tomo el bolso y lo colgó en mi hombro.

-Es la forma en la que Rob vive, no podemos cambiar eso – No sabía cómo responder a eso, si discutía con ella siempre tendría una respuesta en la que esté incluido su marido.

-Pero eres su esposa ahora, no quiero que me traten como una niña rica mimada, eso no es lo mío y lo sabe. Quiero volver a Seattle o con papa – le dije, ella suspiro y coloco su mano en la cintura y miro hacia otro lado. Sé que aún le duele hablar de papa, su divorcio no termino nada bien, ella un le quiere, pero no quiere admitirlo.

-No se hablara más del tema, recoge tus cosas y sube a tu habitación – me dijo en un tono autoritario y frio como la madrastra mala de los cuentos.

-No – le dije soltándome su agarre – Si no hablas tú con ese hombre, lo hare yo, y no de la mejor forma.

-¡Savi! – grito frustrada con una rabieta, cuando intente salir de casa– Por qué quieres arruinarme la vida

-¡Tú me la arruinaste primero! Te casaste, organizaste un viaje, y ahora vivimos en una mansión con un hombre desconocido y su hijo engreído. No estoy arruinando tu vida, tú arruinaste tu vida cuando dejaste que ese hombre pusiera la sortija más cara en tu dedo.

-Escúchame Savannah, estoy cansada, el lugar que reservaron para nosotros esta noche lo tenía otra pareja, por lo que Rob tuvo que pagar 800 dólares para tener una mesa, la comida estaba demasiada picante y nos detuvieron de camino a casa, estoy cansada, solo quería llegar a dormir y me encuentro con que has golpeado a alguien y la alarme de la casa se ha activado. Voy a irme a dormir y tú harás lo mismo. Pero antes iras por un botiquín médico y le ofrecerás amablemente a Nicholas curar su herida.

-No. ¿Has perdido la cabeza, madre? No quiero tener nada que ver con Robert ni con su hijo. – ella se cruzó de brazos y me miro desafiante.

-Entonces me entregaras tu teléfono, la portátil y tu mp3. – mordí mi labio frustrada, deje caer el bolso y camine hacia el baño de huéspedes, tome el botiquín y comencé a caminar hacia las escaleras pasando de Rob. Subí rápidamente con los pasos de mi madre pisándome los talones, vi las diversas puertas que había y por intuición supe que la puerta junto a la mía será la habitación de Nick.

Camine decidida, antes de tocar la puerta mire a mi madre quien se metió a mi habitación. Suspire y toque dos veces la puerta.

Al abrir la puerta lo primero que vi fue su abdomen desnudo y cubierto por algunas gotas de agua, lo mire fastidiada y luego trague despacio para que no lo notara, hice una mueca desviando mi mirada de la suya. Si lo veía por unos minutos más, incontrolablemente la sangre subiría a mis mejillas.

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