3. dibujante de sonrisas

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(Narrador omnisciente)

Kellin estaba acostado en su cama, la luz de su habitación estaba apagada pero la tenue luz de la Luna se filtraba por el ventanal.
Él estaba tapado y bajo sus mantas estaba completamente desnudo, llevaba sus ojos cerrados y su mano derecha estaba envolviendo su miembro acariciándolo desde la base hasta la punta.

El excitante calor había envuelto su cuerpo y sus pulmones se veían invadidos del aroma a café del enorme vaso que estaba en su mesa de noche. Exactamente el mismo aroma que suele impregnar a Oliver.

A pesar de haberlo conocido hace muy poco, le era inevitable sentir esa atracción por él. Al principio le daba igual ya que Oliver tiene una apariencia y una actitud casi básica que no podría llamar tanto su atención. Pero siempre había algo que tentaba a la curiosidad como por ejemplo el hecho de que coma tan poco, el hecho de que se viera tan bien siendo que usaba ropa arrugada, o sus expresiones transparentes, o su sonrisa falsa.

Y Kellin tenía muy presente la imagen de Oliver. La caída de su cabello, la forma en la que mueve sus labios al hablar, la curvatura de su espalda, sus párpados relajados y su expresión de relajación.

En ese momento Kellin se estremeció y soltó un jadeo al sentir su miembro palpitar y terminó en su mano. Abrió sus ojos, tenía su respiración agitada y su garganta seca, su corazón latía rápido y se mordió el labio inferior a causa del éxtasis.

Pero después de ese momento gruñó de la frustración y se levantó de la cama.

Kellin estaba enojado. Le atraía Oliver y no podía acostarse con él, no podía tener sexo con su compañero de trabajo menos sabiendo el deseo interno que había bajo todo eso, debía olvidar aquel capricho y seguir como siempre.

En ese momento se fue a bañar. Se ducharía, iría por algo de comer y buscaría con que entretenerse.

Kellin había descubierto una aplicación nueva para tener citas. Se llamaba Slove y la dinámica en esa aplicación era que tu perfil aparecía según las preferencias de otro usuario, y podías pedirle una cita, si no la aceptaba tu perfil no volvía a aparecerle pero si la aceptaba quedabas en su lista de conquistas. Esa aplicación era basura para Kellin pero al menos no te pedía muchos datos personales para registrarte.

Había recibido un par de propuestas a penas se había creado su perfil, pero le dio igual ya que en ese momento necesitaba a alguien similar a Oliver.

Era imposible, ninguno se parecía ni un poco pero había un hombre que tenía casi el mismo porte que Oliver, en realidad ese hombre era más musculoso. Su nombre era Matt Sanders.

(Kellin)

Por lo que pude ver en su perfil, yo no soy de su preferencia ya que soy hombre pero pude ver que prefería chicas blancas de ojos claros. Punto a mi favor.

A veces puedo llegar a tener una apariencia bastante ambigua por lo que fácilmente podría vestirme como mujer y hacerme pasar por una pero no iba a hacerlo, podría tener a quien quisiera siendo yo mismo así que no había necesidad de hacer eso, es más podría tener a Oliver pero no iba a tocarlo porque es mi compañero de trabajo y es la única razón por la cual no lo estoy considerando.

Tan cercano y tan inalcanzable.

Eran casi las doce de la noche cuando Matt Sanders aceptó mi invitación. 

La primera impresión que tengo de Matt es que es demasiado confiado. Ha aceptado la invitación de un chico al que ni siquiera conoce, ha aceptado venir a mi casa. No puedo juzgarlo, por su físico determino que es una persona con un alta autoestima.

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