(Kellin)
Llegamos a mi casa.
Yo estaba tranquilo porque sabía que no había extraño escondido, de hecho estaba incapacitado para salir a cazar, aunque sentía la pequeña incomodidad de tener a alguien en casa, debe ser la falta de costumbre.Estoy reprochandome el hecho de haber aceptado a Oliver tan rápido. Debí haber esperado, pero en el fondo creo que no podría haber esperado más. Quizás estoy muy desesperado por ayuda.
Ahora yo estoy sentado en una silla detrás de él. Él está de espaldas mientras está cortando zanahorias para la comida que está preparando. En la mesa a mi lado hay un portacuchillos.
Veo la espalda de Oliver que está algo encorvada, la complexión de sus hombros, el movimiento constante de su brazo mientras corta. Volteo a ver los cuchillos a mi lado. Están a veinte centímetros de mi, debería estirar mi brazo para alcanzar uno, debería ponerme de pie tan sólo un momento y abalanzarme hacía él para hundir la hoja afilada de la cuchilla.
Tan fácil... pero tan difícil.
Tengo hambre.Respiro hondo. El aroma de la comida está por toda la cocina. Muerdo mis mejillas por dentro y niego con la cabeza. No quería herirme.
Vuelvo a mirar a Oliver. Está revolviendo la salsa de una pequeña cazuela.
No resisto más y me levanto. Hice ruido y voltea a verme.-¿qué haces? -me preguntó frunciendo el ceño ligeramente.
-quiero pan. -Le dije mientras comenzaba a caminar como podía hacia las alacenas. Podía caminar, no me encontraba tan mal como parecía.
Él tomó mi brazo y me llevó a sentarme otra vez.
-Kellin, si necesitas algo estoy aquí. Basta con tan sólo pedírmelo. -me dijo y finalmente fue a buscar el pan.-lo lamento. -le dije en voz baja- será la falta de costumbre.
Lo vi mover sus hombros de forma lenta. Ese movimiento que haces después de suspirar. Volteó a verme y me trajo la bolsa con pan, la dejó sobre la mesa junto a mi.
-¿tienes hambre, no? Lo siento, no debí ponerme a cocinar algo que tardara tanto.Le sonreí y después abrí la bolsa con pan.
-no hay problema. Hace mucho que... ya sabes, nadie cocina para mi y que lo hagas es genial.Él me sonrió e hizo una mueca, volvió a acercarse a la cocina y apagó una hornalla. Después volvió y agarró una silla para sentarse frente a mi.
Yo agarré un pan y comencé a comer.
-¿y... qué pasó con tu familia? -me pregunta de forma pausada. Como tratando de evitar sonar invasivo aunque supongo que se habrá dado cuenta, al igual que yo, que hacer esa pregunta de la forma que sea siempre va a sonar invasivo.
-mis padres se fue en y no me llevo bien con ninguno de mis hermanos. -le hablo relajado y le doy una mordida a mi pan. Le demuestro que no me interesa hablar de esos temas, no cuando es tan simple hablar de ellos. El problema es hablar de mi mismo- ¿y qué hay de ti?
Se queda un segundo callado y me sonríe.
-no me llevo bien con mis padres, peleabamos mucho y ahora hablamos un poco, pero estoy seguro de que hablamos porque estoy lejos. Tengo un hermano pequeño... -suelta una pequeña risa- bueno, no es tan pequeño pero para mi siempre será pequeño.Yo termino mi pan y agarro otro.
-te llevas bien con tu hermano.Oliver asiente lentamente.
-¿tú siempre has vivido aquí? -mira toda la cocina en su expansión- es una casa muy bonita.-era de me padres. Ahora es mía. -comienzo a comer.
Oliver asiente.
-yo vivo en un departamento, no es tan grande como este lugar por obvias razones. Tú vives en una zona residencial y yo en el centro.
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Gula
FanfictionKelliver Kellin Quinn es un joven de 27 años con extraños hábitos alimenticios y un difícil estilo de vida. Sintiéndose un depredador visualiza a su nueva presa: Oliver Sykes, su nuevo compañero de trabajo.