capitulo 2

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Habían pasado un par de días desde que fue secuestrada por Sasuke, desde que había salido del camarote y no volvió, Sakura intentó abrir la puerta, estaba sedienta, desde hacía horas que el hombre que le llevaba pan y agua no aparecía. Escuchó el sonido de la madera separarse y saltó de la silla observando a Sasuke entrar al camarote, un segundo hombre entró tras de él, lo reconoció de inmediato, era su hermano. Itachi. Él la observó y alzó una ceja justo como lo había hecho su hermano menor, pero este otro sonrió levemente. - Has crecido bastante... Sakura – Se burló el Uchiha mayor

Ella se apretó más el vestido contra el cuerpo y lo observó con mirada retadora

Itachi se sentó a la mesa y Sasuke lo acompañó, un momento después el cocinero entró con una enorme pieza de cerdo, hasta ahora solo había comido trozos de pan y bebido agua, esa pierna era de carne era el cielo... Su boca se hizo agua más no se movió de su lugar

Sasuke tampoco lSakura lo observó. Las facciones del hermano mayor de Sasuke también habían cambiado un poco, ahora parecía un gladiador, alto, fornido, con hombros anchos y el cabello largo, usaba una casaca al igual que Sasuke, con el pecho descubierto, pero él tenía una cicatriz a lo largo del abdomen. O hizo, fue Itachi quien con un movimiento de cabeza le indicó que se sentara.

La charla fue más que todo entre ellos dos y de cosas que ella no entendió, lo que si entendía era la mirada del Uchiha mayor, parecía realmente complacido con ella, pensó entonces que lo mejor era pinchar un poco a ambos, y que se mataran el uno al otro.

Haciendo uso de sus mejores cualidades de coqueteo atrajo la atención de Itachi, él sonrió levemente y notó aún más el parecido entre él y Sasuke, Al contrario de este último su hermano mayor parecía encantador, un momento después sintió un tirón de su silla y observó los oscuros ojos de Sasuke.

- ¿Tienes calor? – Preguntó - ¿Qué? – - Pregunté que si mi hermano te ha dado calor... – Achicó los ojos Itachi se encogió de hombros soltando unas carcajadas bajitas tratando de cubrirse los labios con la mano. Ella apretó los labios, bien, era lo que quería. Ya estaba enojado. - Si – Contestó con simpleza – Creo que él es encantador... Mucho más que tú en todo caso –

Itachi paró de reír y se puso a la expectativa. Sasuke sonrió levemente y apoyó el codo en la mesa y la barbilla en el dorso de la mano. Ella giró el rostro hacia una esquina y se cruzó de brazos – Creo que él sí sabría tratar a una mujer. Se nota que es delicado y gentil, no como tú – Él achicó los ojos nuevamente. - No. No me mires así, mira lo que le has hecho a mi vestido ¡Eres un bruto!

Él alargó una mano hasta un mechón de su cabello y lo estiró, al soltarlo el rizo volvió a formarse, Sakura o escuchó decir algo entre dientes y luego tomarla de la muñeca y sacarla del camarote.

La noche estaba oscura pero la luna iluminaba la superficie del barco, la vela con el símbolo Uchiha estaba estática al igual que el barco. Un segundo después sintió como la tomaba de la cintura y la alzaba poniéndola de pie en la barandilla, la vio a los ojos y la oscuridad de estos se fundió con el negro de la noche.

El ambiente estaba frío y el viento se coló por la abertura del vestido a su espalda. Ella emitió un gemido y vio a los demás piratas detrás de él, entre ellos Itachi, un segundo después la empujó y la algarabía de los piratas se escuchó al aire antes zambullirse en las heladas aguas del negro mar.

Cuando salió a flote los dientes le castañearon, el velo de tul se le desprendió del cabello y lo atrapó enredándoselo en el brazo, se sujetó de un trozo de madera, el agua estaba tan fría que sintió que los pies se le habían congelado, un viento suave la hizo encogerse de hombros, el vestido empapado se le ciñó a los brazos, soltó un gemido bajito tratando de controlar el castañear de sus dientes No iba a contestarle, se mordió los labios y observó el barco a un lado de este, seguramente sería el de Itachi, gimió nuevamente y contuvo un grito cuando sintió algo rozarle el costado. Volvió la vista arriba y observó la oscura noche. - ¡Maldito pirata! – Gritó y escuchó la voz de Sasuke en el barco.

El sonido de la risa de los tripulantes se dejó escuchar rompiendo el silencio y observó una antorcha alumbrar por una escotilla de cañón, la cabeza de Sasuke se asomó por esta un momento después y la observó. - ¿Dijiste algo? – Ella se volvió dándole la espalda y escuchó el sonido de una sonrisa – Asno ¿Cómo te atreves? – - Bueno. Cada quien aquí tiene que ganarse el derecho de estar en mi barco y puesto que no eres mi esposa, mi amante y no me sirves para nada, es mejor que seas carnada de tiburón antes de que te comas todas mis provisiones sin darme ningún beneficio – Ella apretó los dientes

- Decídete pronto, se avecina una tormenta y no creo que puedas sostenerte allí cuando eso pase – Se burló

Prefiero morirme ahogada que estar casada contigo – Siseó - De acuerdo – Se retiró de la escotilla y la cerró un momento después.

Su respiración empezó a notarse cuando respiraba, no sabía qué hora era pero ya las voces de los piratas no se dejaban oír. Un relámpago alumbró el cielo nocturno cruzándolo de un lado a otro y el trueno desgarrador que siguió este la aterrorizó, jamás desde el momento en que se había desposado con él había vuelto a dormir tranquila cuando escuchaba truenos.

El mar comenzó a agitarse haciéndola golpear contra la madera del barco y se sujetó nuevamente, volvió a tronar y esta vez ella gritó. - ¡De acuerdo! ¡Soy tu esposa maldito Uchiha! – Gritó aterrorizada al sentir que una ola la balanceaba volviendo a golpearla contra el barco. No escuchó ni un solo movimiento y se aterrorizó aun más al notar las gotas de lluvia que empezaban a caer.

El sonido de un chapuzón la hizo girar el rostro y observó la cabellera azabache de Sasuke gracias a otro relámpago, sin pensarlo se sujetó de él y sintió como empezaba a salir del agua.

Cuando estuvo en cubierta el cuerpo empezó a temblarle de una forma brusca, él la sujetó en brazos y la llevó al camarote, una vez dentro de este le sacó el vestido empapado y la metió bajo un mar de cobijas, el temblor no cesó, los dientes le castañeaban aún más que cuando estuvo sumergida en el agua y el frío parecía estar dentro de ella ahora.

Él se metió a su lado un momento después de quitarse las húmedas prendas y echó por encima de ella la casaca de cuero pegándola a su cuerpo. - Recuerda lo que has dicho Sakura – Susurró a su oído Ella se sujetó de sus brazos empezando a llorar mientras el temblor nervioso sacudía su cuerpo con rudeza, escuchó otro trueno afuera y escondió la cabeza en el cálido pecho frente a ella. - Creo que moriré – Articuló con la dificultad de su voz temblorosa - No morirás – Contestó él empezando a tallarle la espalda con la palma de su mano – Solo debes acercarte un poco más – Ella se movió con dificultad por el temblor y lo abrazó completamente, él la sujetó de la espalda pegándola completamente a sí mismo enredando las piernas con las de ella. Sakura se calmó un momento después, suspiró contra la cálida piel de su esposo, el cansancio la derrotó y se durmió escuchando el palpitar de su oscuro corazón ladrón.

la esposa del pirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora