Sakura se acercó vacilante a su padre observando la postura inerte de su marido, con los brazos cruzados y la mirada seria, sus ojos al parecer escudriñaban la postura del viejo Haruno. - Mucho tiempo antes de que nacieras... Conocí a un hombre llamado Fugaku Uchiha, nunca fuimos amigos, seríamos algo así como conocidos – Sakura observó que Sasuke daba la espalda a su padre y miraba por la ventana, su cabello azabache se había vuelto a atar en una clineja, su padre le tocó la mano atrayendo nuevamente su atención y continuó hablando. - Eso fuimos... Hasta que conocí a su mujer... Mebuki... -
- ¿Mi madre? – El hombre asintió levemente – Nos enamoramos... Desde el primer momento que nos vimos... - Ella volvió la vista a su marido, seguía de espaldas viendo hacia el exterior sin hacer ningún movimiento. Sakura se sintió helada y su piel se tornó pálida - Si mamá estaba con el padre de Sasuke... eso quiere decir que Sasuke y yo somos... – - ¡No! – Se apresuró a decir su padre – Escapamos... Al parecer él no pudo soportarlo y se volvió loco – Tocio un poco el viejo Haruno
Sasuke volvió la vista entonces. Ella se sintió repentinamente nerviosa, tal vez a Sasuke no le agradara ese término refiriéndose a su padre. - Papá... – - Lo siento – Se carcajeó el viejo curvándose para toser – Tu madre siempre tuvo miedo de volverse a encontrar con él, sobre todo después de que nos enteráramos que se había dedicado a la piratería, hubiésemos seguido a salvo... De no ser porque su madre enfermó y tuvimos que viajar – - Y nos encontró – Susurró Sakura
Su padre asintió – Luché con todas mis fuerzas por protegerte, pero Fugaku estaba loc... - La mirada de su hija lo interrumpió. - Estaba fuera de sí – Corrigió – A pesar de tener dos hijos mayores que tú, se creyó con autoridad de recriminar a Mebuki por tenerte a ti y a mí, por alejarla de él... Así que te desposó con su hijo... – Sasuke se acercó a la cama del viejo.
- Gracias a ti y a tu mujer tuvimos que soportar una niñez nula, rodeada de sangre, odio y miedo –
Kizashi bajó la mirada en muestra de verdadero arrepentimiento – Lo siento muchacho... - Sakura vio el rostro contraído de su marido, él se pasó la mano por el cabello y soltó un bufido mientras caminó nuevamente a la ventana. - Tus disculpas no remedian nada... – - Sasuke... – Le reprendió su mujer Él no se inmutó. Kizashi se volvió a su hija – Sakura... Todo este tiempo... Has estado actuando como si no hubieses sido secuestrada y estaba tan emocionado de verte que no quise preguntártelo... – Ella sintió una presión en la espalda. - Tu y él... – - Por supuesto que si viejo – Murmuró Sasuke – No deberías preguntarle algo así a tu hija si estaba viviendo con su marido – Sakura sintió la mirada de su padre y bajó la cara. - Ya veo... - Susurró el viejo - ¿Lo amas? – - Papá
La puerta de la mansión resonó tan fuerte que todos volvieron la vista a la puerta de la habitación, los pasos por las escaleras alertaron a Sasuke quien volvió la vista a los Haruno. - ¡Me traicionaste! – Afirmó acusando a la pelirrosa A ella le tembló la barbilla levemente tan asustada que no podía pronunciar palabra. - Sasuk... – Lo único que vio fue el celaje de su marido mientras corría hacia la puerta y se perdía en el umbral de esta.
- ¡Sasuke! – Alcanzó a gritar antes de ponerse de pie e intentar alcanzarlo, pero sintió el brazo de su padre retenerla – ¡No lo sigas! – - ¡Suéltame! ¡Es mi marido! – - ¡Es un pirata! ¡Serás acusada de piratería! ¡Morirás en la horca con él! – Sakura sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas al imaginar a Sasuke siendo atrapado y colgado. Sasuke corrió por los pasillos de la mansión y escuchó a los guardias detrás de él. - ¡Alto allí! – Gritó un hombre
El Uchiha se volvió al hombre con una sonrisa ególatra dibujada en sus labios dando cortos pasos hacia atrás. - ¡Detente! – Volvió a gritar el hombre - Lo siento... No pretendía quedarme tanto tiempo tampoco – Se carcajeó saltando por la ventana rompiendo el cristal en mil pedazos. Sakura salió de la habitación tomando a uno de los guardias del uniforme. - ¿Qué rayos está pasando? – Gritó El guardia se sorprendió al escuchar a la mujer pronunciar una mala palabra. - Al parecer uno de los guardias fue noqueado anoche... Lo encontramos hace un momento amordazado en una de las habitaciones – Sakura soltó al hombre y corrió en dirección a donde había ido Sasuke, uno de los guardias venía caminando visiblemente tenso. - Señorita... Lo siento mucho... Ha escapado... – Sakura suspiró aliviada, sintió el corazón oprimido en el pecho y recordó la mirada de Sasuke antes de correr a la salida, él la había acusado de traicionarlo... Todo había sido un mal entendido.
Volvió a la habitación donde se encontraba su padre y encontró a su madre junto a él. - Mamá... Papá... – Su madre corrió hacia ella – ¡Sakura! ¿Cómo pudiste entregarte a ese pirata? – Una mirada de reproche a su padre y luego volvió la vista a su madre – Según recuerdo tú hiciste lo que creíste mas conveniente en su momento... Por tu felicidad... Soy feliz junto a él... – Su madre negó con la cabeza mientras sus ojos se cristalizaban. - Es un pirata... Morirás –
-Es mi marido... Y nada de esto estuviese pasando de no ser por ustedes... por ti – Aclaró – Yo... Yo lo amo... Siempre lo amé... Por eso no quería casarme con ninguno de mis pretendientes... Creo que guardaba la esperanza de que viniera por mí – - ¿Cómo puedes decir eso? – Gritó su madre - ¿Cómo puedes recriminármelo cuando tú te escapaste con otro hombre mientras estabas casada? – Gritó ella. El impacto de la mano de su madre en su mejilla le hizo curvar el rostro, Sakura se volvió nuevamente a su madre presionando su mano contra la mejilla. - Sasuke... Es mi marido... Y así como tú amas a mi padre... Yo lo amo a él... – Afirmó saliendo de la habitación. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas luego de cerrar la puerta y se cubrió la boca con una mano temblorosa. Acababa de afirmar... Que amaba a Sasuke en voz alta... y lo peor... Sasuke pensaba que ella le había traicionado...
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la esposa del pirata
Roman pour AdolescentsUna boda de hacía dieciséis años la había marcado, no más que el beso que había recibido de su esposo pirata, Sakura creció odiando a este, aunque soñaba con la aventura y el salvaje mundo del mar, jamás se imaginó que volvería a encontrarse con él...