Abrir los ojos y encontrar la figura de su marido a su lado era algo de lo que nunca se cansaría, se acercó más al cuerpo a su lado y él cambió de postura abrazándola por la cintura mientras la estrechaba en sus brazos, hacía frío afuera, probablemente fuese de madrugada, el cuerpo de Sasuke estaba caliente bajo la cobija y era delicioso. Si su madre supiera que ambos dormían desnudos se escandalizaría, aún podía recordar la cara que puso cuando Sasuke se plantó delante de sus narices diciendo que vivirían en Konoha.
El cuerpo de su padre recostado en el colchón con almohadones y él tomándole la mano, dándole su apoyo, su madre se había puesto de pie al lado de la cama y negaba con la cabeza.
Te has vuelto loco... – Sasuke sonrió – No estoy hablando contigo – Cortó – Estoy hablando con el viejo Haruno – Kizashi bajó la mirada al parecer estudiando la situación
Sasuke había partido el botín y los marineros empezaron a despilfarrarlo, él, sin embargo se dirigió a Konoha, El Black revenge Uchiha less fue escondido en una cueva y ellos caminaron hasta Konoha de la mano, volvieron a casa de los Haruno y su marido con descaro informó a su padre que tomaría posesión de la casa Haruno.
- Tu estas muriendo... Y aunque no me importaría si tu mujer muere de hambre luego de tu muerte yo puedo mantener esta casa el resto de sus vidas – - Con dinero robado... – Murmuró Mebuki
Sasuke sonrió – Prefieres morirte de hambre entonces, cuando el viejo muera tu solo serás una viuda solitaria y abandonada, de nada te servirá esta casa si no podrás mantenerla, ni a sus empleados – Kizashi suspiró y tras cerrar los ojos sonrió a ellos. - Te has vuelto un hombre audaz Sasuke... – Él volvió el rostro apretando un poco la mano de Sakura - ¿De qué hablas? – - Aunque yo muriera y Mebuki quedara sola... Solo sería cuestión de tiempo para que mi fortuna se consumiera... Eres convincente en que si no hay un cabeza de familia solo sería tirar dinero – El cabello de Sasuke se movió lentamente sobre sus hombros cuando se irguió lentamente plantándole cara a su suegro.
Pero es verdad también que no te recibiré en mi casa por eso, ni serás el cabeza de familia... – La mandíbula de Sasuke se apretó haciendo sus facciones duras. - Por lo menos hasta que yo muera... – Sakura y su madre reaccionaron de la misma forma, abriendo los ojos a más no poder sorprendidas de la respuesta del viejo.
- No aceptaré esto porque tú hayas tenido el descaro de exigírmelo, ni porque Mebuki probablemente terminaría en la calle... Lo haré porque... – Tosió interrumpiéndose – Porque mi pequeña Sakura te ha elegido a ti después de todo... Un amor prohibido como el de su madre y el mío – La mirada recriminadora de Kizashi a su mujer no dejó dudas de que él no compartía su postura.
Y tú... Al venir aquí y decirme esto... Es claro que pretendes dejar tu vida de vandalismo y dedicarte a ella... Te has ganado el respeto de tu suegro, no pretendo reflejar nunca más los errores del pasado... De tu padre, en ti, ni en tu hermano... – Sasuke asintió – Tu, acabas de ganarte el mío –
Y después de eso se habían instalado en la casa, su madre más que odiar a su marido parecía un animal temeroso de su reacción, la mayoría de las veces le saludaba desde lejos o simplemente asentía, pero no volvió a enfrentarse a él con palabras de desagrado, ya que la identidad de su marido siempre sería un secreto.
El aire que golpeaba sus mejillas y la mano que sujetaba la suya era simplemente perfecto... Un día para ambos, después de tantos días sin descanso de sus negocios Sasuke la había secuestrado a la playa. Ella sabía que muy en el fondo él extrañaba el mar, se lo decían sus ojos, esa mirada que se perdía en el horizonte, donde el cielo y el mar parecen uno.
- ¿Quieres volver al mar? –
Él volvió la vista hacia ella sorprendido – Mi corazón lo desea, si – Ella bajó la mirada, sabía la respuesta, pero no esperaba que él lo aceptara. - Crecí en el mar, desde que era un bebé... Por eso siempre tendremos una conexión especial... – Las olas golpearon sus pies mojándoles mientras andaban, Sakura lamentó estar ensuciando los pliegues de su vestido, pero compartir un día con su marido valía la pena. - Sin embargo... Sé lo peligroso que puede ser la vida en el mar... Mi madre murió a bordo durante un ataque – Él se detuvo volviéndose a ella sujetándole las mejillas mirándola directamente a los ojos - No podría soportar perderte por sucumbir ante mis instintos... En este momento no tengo nada más valioso que tú... Si llegara a perderte ni toda la vida en la mar podría llenar el hueco que se abriría en mi interior – Sakura apretó los labios tratando de contenerse las ganas de lanzarle las manos al cuello y besarlo
- Eso es... Lo más hermoso que has podido decirme Sasuke... – Él negó con la cabeza – No, no son solo palabras, es un hecho, aunque tenga que vivir toda mi vida entre esos malditos papeles – Sonrió – Tu eres mi mayor tesoro y el único que vale la pena defender – Ella se rindió echándole los brazos al cuello besándolo, la calidez de su lengua la embriagó y la presión de sus brazos alrededor de su cintura le calentó el interior. Él volvió a tomarle la mano y caminaron cerca de donde habían ocultado el Black revenge Uchiha less. Sakura pensó que tal vez él quería verificar el estado del barco, pero nunca llegaron a tal lugar. - Quítate el vestido – Demandó él
Ella vio a los lados, estaban lo suficientemente lejos de la ciudad para tener privacidad, pero aun así... Estaban a plena luz del día en un lugar abierto. Una sonrisa curvó sus labios y sus facciones se volvieron más juveniles – Sakura... No me obligues a recordarte lo que soy verdaderamente... - Ella se volvió lentamente haciéndose el cabello a un lado mientras se deshacía del vestido y caía a sus pies dejándola en corsé y enaguas, Sasuke se acercó a ella deslizando las manos por sus piernas subiendo mientras se deshacía del molesto corsé. - Bien... – Murmuró tomándole nuevamente la mano caminando con ella mientras dejaban las prendas detrás. Un claro en medio de la maleza se extendió frente a ellos y ella contuvo el aliento por la sorpresa.
- Es hermoso... -
Él asintió quitándose la ropa para luego tirar de ella dentro del agua que estaba caliente, la sensación era maravillosa y preguntó a Sasuke como había encontrado ese lugar. - Te dije que había pasado días para encontrar una forma de entrar en la mansión Haruno y poder burlar la seguridad – Ella sonrió estrechándose entre sus brazos, la sensación de la mano de él acariciándola eran maravillosas hasta que sintió la presión proveniente de sus calzas, ella se volvió a verlo. Él la volvió de espaldas repartiendo besos cortos a lo largo de sus hombros mientras sus manos la terminaban de despojar de sus prendas dejándola a su merced, la volvió nuevamente hacia él uniendo sus cuerpos, Sakura se enganchó a su cadera con sus piernas y se movió lentamente con la presión de su miembro excitado.
cabello completamente mientras gemía en voz alta, la sensación del miembro de Sasuke en su interior, abriéndose paso en su ser, estirando sus paredes vaginales para enterrarse más profundamente dentro de ella la excitaba demasiado.
Sus pechos, ahora libres, empezaron a balancearse mientras los dedos de él se apoyaban ahora debajo de sus mamas, la mirada de él la recorrió lentamente, Sakura se entregaba completamente a él, su interior se contraía como queriendo exprimirle, la estrechez de su mujer lo volvía loco, el balanceo de sus caderas y sus pechos mientras gemía abiertamente demostrándole que le complacía por completo...
Bajó sus manos y la sujetó de las nalgas penetrándola con rapidez, ella se alzó torpemente sujetándose de sus hombros gimiendo con intensidad a su oído. - No pares Sasuke... – - No lo haré – - Más profundo.
Él se apoderó de su boca acariciándole el interior con su lengua, masajeando sus nalgas enterrándose cada vez más rápido en su interior, Sakura se curvó contrayéndose en su interior apretándolo con su clímax y él la siguió unas estocadas después vaciándose en ella con un caliente corrida.
Los gemidos cesaron lentamente y solo los besos que él repartía por sus hombros rompían el silencio. - Ya sé porque me has traído aquí – Sonrió - Los planes no eran exactamente esos... O por lo menos, no en ese orden, pero contigo las cosas nunca salen como las planeo Sakura... – Ella lo miró a los ojos y no resistió la tentación de besarlo, le exploró la boca con lentitud saboreándole, incitándole a hacer lo mismo... Él se carcajeó bajito presionándola nuevamente contra su férrea erección
Podría hacer algo al respecto – Murmuró ella Sasuke sonrió curvando sus labios en una sonrisa que prometía placer desenfrenado y fiero como su amor... Su pasión y todo él. Su pirata.
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la esposa del pirata
Roman pour AdolescentsUna boda de hacía dieciséis años la había marcado, no más que el beso que había recibido de su esposo pirata, Sakura creció odiando a este, aunque soñaba con la aventura y el salvaje mundo del mar, jamás se imaginó que volvería a encontrarse con él...