capitulo 10

4.2K 242 27
                                    


La arracada de Sasuke...

Dio un par de pasos con el objeto metálico en la mano y se dejó caer por el borde de la tina sumergiéndose en la cálida agua mientras dibujaba el contorno de la joya. Sasuke se había colocado esa arracada la noche en que se negó por última vez a cumplir sus deberes como esposa.

Tal vez en ese momento se había propuesto divertirse mientras la envolvía en sus mentiras, con gran calma se lavó el cuerpo con delicadeza. La esponja se deslizó por su piel suavemente más como una caricia y el agua tenía un olor delicioso a canela y rosas.

Un estremecimiento sacudió el barco de su padre y Sakura se levantó abruptamente de la tina saliendo de su ensueño sintiendo que se caería.

El griterío del exterior se le hizo familiar y su cuerpo se sacudió anhelando que lo que fuese que estuviese pasando afuera era lo que ella estaba esperando, con gran rapidez corrió echándose el vestido que la mucama había preparado para ella y en cuanto abrió la puerta se encontró con una pared de músculos familiar frente a ella.

- Sa... –

Su marido le sonrió levemente sujetándola de la cintura enroscando su brazo izquierdo en los bucles rosas de su mujer alzándola para un segundo después fundir sus labios, la sensación de su lengua la hizo estremecer y su corazón se contrajo como un caballo desbocado en su pecho.

Cuando un momento después se le pasó el trance golpeó el pecho de su marido con fuerza mirándolo ceñuda. - ¡Maldito pirata mentiroso! – Reclamó una y otra vez separándose suyo.

Sasuke la abrazó con fuerza alzándole los pies del suelo poniéndola a la altura de su rostro. - ¿Tengo que explicártelo justo ahora cuando tengo a mi tripulación luchando afuera? – - No tengo nada que hablar contigo – - Eso está mucho mejor – Murmuró él echándosela al hombro empezando correr.

Al salir, fuera estaban cuatro barcos rodeando al de su padre y el de Kiba, Sakura reconoció al de Itachi y al de Sasuke pero otros dos fueron extraños para ella, el barco del varón había sido conquistado como el de su padre y los piratas se encontraban apuntando a sus tripulantes con filosas espadas, del barco vecino cayó una tabla y por ella se deslizó con la elegancia propia de la realeza un rubio. Cayó sobre sus talones y recorrió con la mirada a todos, Kizashi aún seguía de pie batallando para escapar.

Pensé que esto sería más interesante – Murmuró el rubio volviendo la vista hasta las dos mujeres que venían tras suyo. La primera era una morena de ojos grises y apacibles, la segunda Sakura la reconoció inmediatamente, era la pelirroja de Canarias. Itachi se volvió a su hermano y sonrió levemente – Me alegro que encontraras a tu mujer –

No soy su mujer – - Otra vez no por favor – Murmuró el Uchiha menor. Sakura rodó los ojos enfadada viéndose a sí misma en los ojos de su padre. - Hija... – - Kizashi – Llamó Sasuke – Sakura es mi mujer – - La cambiaste por tu libertad ¿Recuerdas?

Él se sonrió y apretó más la cintura de su mujer a su hombro – Solo estaba jugando contigo, jamás volverá a Konoha, pertenece a mí y al Black Revenge Uchiha Less. Es mía y será la madre de mis hijos, Bastardos Uchiha mitad Haruno, llevarán la sangre tuya y la de mi padre al que tanto odiabas, el capitán que se volvió pirata gracias a ti y a tu mujer –

Sakura se movió de forma ruda en el hombro del Uchiha menor batallando por su libertad. Esto no era lo que esperaba, Sasuke seguía hablando de venganza. Como si el estar con ella solo siguiera siendo parte de su plan para mortificar a su padre, como si el tener sus hijos fuese algo sucio y prohibido.

Déjame, no quiero volver contigo de ninguna manera – El rubio se carcajeó observando la escena y la pelirroja contrajo las cejas gruñendo.

- Cállate Naruto, no le veo la gracia. Vinimos a buscar a la supuesta mujer de Sasuke y me encuentro con una maldita berrinchuda que solo quiere alejarse de él... Maldita sea, y pensar que empezaba a respetar que me hubiese lanzado una botella en un arrebato de celos

Sasuke se volteó al viejo Haruno y le hizo una señal a uno de sus hombres quien al momento le dejó inconsciente, el moreno tomó una soga y saltó a su barco gritando para que prepararan todo para zarpar.

La huida fue rápida y ya con el sol ocultándose no podía ver el barco de su padre en el horizonte, Sasuke había permanecido en el timón concentrado en el rumbo que tomaban durante gran parte del día, seguramente huyendo. Sakura se sentó en las escaleras y recostó la cabeza de la borda, un momento después sintió como los pasos de su marido se acercaban.

No quiero hablar contigo, jamás volveré a entregarme a ti, así que si lo que quieres es intentar convén... – - Cállate y escúchame Sakura – La interrumpió él poniendo los ojos en blanco. Ella se volvió dándole la espalda y se cruzó de brazos y él observó que apretaba algo con fuerza en su mano, le deslizó las manos por los brazos y acercó la cabeza hasta el cuello de la pelirrosa sacándole la arracada de la mano. - Debí imaginar que solo irías por esta cosa, no te debiste haber dado cuenta de que no estaba hasta un rato... – - No es mía Sakura –

Ella volvió lentamente la mirada hasta su oreja y contempló que efectivamente la arracada de Sasuke colgaba de su oreja. - Es tuya... – La pelirrosa se mordió los labios. - Dijiste que no te había dado ni un anillo robado... – - No la quiero –

- Es una lástima – Murmuró girándola hacia él – No es una opción, ya consumamos el matrimonio Sakura, eres mi esposa – Le deslizó la arracada por la oreja fijándola en el hoyuelo que había sido hecho desde su infancia. Sakura volvió a girarse dándole la espalda – Haz lo que te dé la gana Sasuke Uchiha, jamás volveré a entregarte mi corazón y confiar en ti ciegamente – Él sonrió – Tenía que hacerlo, eran dos contra uno y si hubiese esperado a que llegara Itachi ya hubiésemos estado muertos todos – - Nunca cambiarme por tu libertad – Él puso los ojos en blanco y se quitó el sombrero despeinándose el cabello - ¿Preferirías ser viuda en este momento?

- ¡Cállate! ¡Todo lo que dices y haces son mentiras! – La furia en su interior estalló – Me dices algo y al ver a mi padre te transformas, ya no sé quién eres ni que es lo que realmente esperas que haga mientras te burlas de mi familia

Sasuke suspiró recargándose de la borda mientras farfullaba algo entre dientes – No quiero que hagas nada – Sakura no podía creer su respuesta – ¿Te refieres a que esperas que no defienda a mi familia y que me quede a tu lado? – - Eso es exactamente lo que espero que hagas, eres mi mujer, te dije que debías seguirme a todas partes – - Si piensas que celebraré el que te burles de mis padres cada que nos encontremos con ellos estas muy equivocado – No lo escuchó protestar y giró el rostro para observarlo, él sonreía levemente. - No entiendo que te hace tanta gracia – - Tu expresión al creer que te estaba abandonando... –

El rostro de Sakura tomó un fuerte tono rojizo y se puso más ceñuda – Te estás burlando de mí ahora... – - No... Bueno sí – Se acercó a ella tomándola de un mechón de cabello mirándola a los ojos – Lo único que no podrás esperar que haga nunca es abandonarte Sakura... – Se acercó a sus labios y le alzó el rostro besándola lentamente saboreando el néctar del interior de su boca – Si hace dieciséis años mi padre no hubiese muerto y no nos hubiésemos separado... Probablemente me odiarías ahora mismo –

Sakura lo observó atentamente perdiéndose en la oscuridad de su mirada. - Mi padre estaba loco, lo único que pensaba era burlarse del tuyo – - Y tú igual – completó ella Sasuke se carcajeó - ¿Realmente piensas que me importa esa historia? – - ¡No mientas! Tu dijiste que...

Él se encogió de hombros rodando los ojos soltando un gran suspiro – Sakura yo... – El barco se estremeció fuertemente y los ojos de Sasuke se abrieron como un par de platos. El barco de Kiba había vuelto.

la esposa del pirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora